8 oct 2008

En defensa de la Revolución Cubana

“El capitalismo se ha sobrevivido a sí mismo como sistema mundial. Ha dejado de cumplir su misión esencial, el incremento del poder y el bienestar humano. La humanidad no puede permanecer en el nivel que ha alcanzado. Sólo un poderoso incremento en las fuerzas productivas y una organización de la producción y la distribución racional y planificada, esto es, socialista, puede asegurar a la humanidad -a toda la humanidad- un nivel de vida decente y al mismo tiempo darle el precioso sentimiento de libertad con respecto a su propia economía. Libertad en dos sentidos -primero que nada, el hombre no estará más obligado a dedicar la mayor parte de su vida al trabajo físico. Segundo, ya no será más dependiente de las leyes del mercado…”
(León Trotsky, En defensa de la Revolución Rusa, 1932)

La economía capitalista estableció dos clases sociales primordiales: la burguesía y el proletariado, con intereses profundamente distintos e irreconciliables. Ambas clases, la que posee los medios de producción y la que produce mientras vende su trabajo, tienen que crear un estado para gobernar y ver por sus intereses, se crean así la dictadura de la burocracia o la dictadura del proletariado, una ha conducido al imperialismo, la otra debería ser “un puente entre la sociedad burguesa y el socialismo. Su esencia misma le confiere un carácter temporal. El Estado que realiza la dictadura tiene como tarea derivada, pero absolutamente primordial, la de preparar su propia abolición. El grado de ejecución de esta tarea “derivada” verifica en cierto sentido el éxito con que se ha llevado a cabo la idea básica: la construcción de una sociedad sin clases y sin contradicciones materiales. El burocratismo y la armonía social están en proporción inversa el uno de la otra.” (León Trotsky, La revolución traicionada, 1936). Bajo el disfraz de “democracia”, la mayoría de países del mundo está bajo el yugo de la dictadura de la burguesía, pero aun un cuarto de la población mundial vive bajo la dictadura del proletariado, en China, Vietnam, Corea del Norte y Cuba.

En Enero de 1959 una guerrilla dirigida por el Movimiento 26 de Julio liderado por Fidel Castro triunfó en Cuba. Este levantamiento popular depuso al gobierno del dictador Fulgencio Batista, títere de EEUU. Para 1962 la burguesía en su mayoría había sido expropiada y las inversiones extranjeras nacionalizadas. Ante la migración de la burguesía y con los elementos de oposición siendo reprimidos, los comandantes del Ejército Rebelde, intelectuales pequeño-burgueses, quedaban aislados en el poder. El carácter del estado había cambiado: se formaba un estado obrero burocráticamente deformado.

Fidel Castro no tenía la intención de llegar tan lejos. Su programa político condensado en el “Manifiesto de la Sierra Maestra” de 1957 solo contenía reformas que no alterarían el orden capitalista. Pero las actitudes de Eisenhower y luego los ataques de la administración Kennedy, incluyendo la invasión de la Bahía de Cochinos -Playa Girón-, fueron empujando al nuevo gobierno a mayores nacionalizaciones que exterminarían a la burguesía como clase. Cuba se convertía en un estado obrero deformado, pero no solo por la victoria del M-26 de Julio, la existencia de la Unión Soviética proveía un aliado, una ayuda y un modelo. Al mismo tiempo, la inexistencia de un proletariado organizado que sea un candidato al poder, hizo las cosas factibles para el establecimiento de la burocracia castrista. El Partido Socialista Popular (PSP) había claudicado al capitalismo, renegando ante la intentona de Castro por tomar el Cuartel de Moncada en 1953 y llamando a “elecciones democráticas” en 1958. Entonces, no se puede ver los resultados de la Revolución Cubana como consecuencia de un programa marxista llevado a cabo por Castro y su guerrilla, sino como efecto de un conjunto de circunstancias excepcionales en la historia.

Cuba y la Unión Soviética
Durante la época del apoyo de la Unión Soviética el nivel de vida del cubano era mucho mejor al actual. Hasta se derrochaba y se formó, como afirman algunos, una conciencia de la abundancia, llegando al descuido absoluto. Ejemplo son los medios de transporte y la maquinaria industrial.
La URSS no solo compraba azúcar, café y tabaco por encima del precio en el mercado, también exportaba muchas cosas a la isla con precios subvencionados. En los 80s el intercambio con la URSS significaba el 36 por ciento del ingreso nacional cubano. El poder adquisitivo de la población era varias veces mayor al actual. El turismo era restringido para los extranjeros pues no había la necesidad de explotar esa industria, con ello también el gobierno prevenía “invasiones ideológicas”. Los cubanos podían ir a sus hoteles, comprar sin restricciones y había mayor apoyo estatal en los servicios básicos.
La Unión Soviética colapsa a inicios de los 90s después de una degeneración que venía desde 1924 con Stalin, el Estado obrero soviético se degeneró en una burocracia que dejó de promover revoluciones en países industrializados e hizo totalmente lo contrario, las traicionó. De manera similar que en Cuba, la URSS logró mucho después de desterrar la economía capitalista de su territorio, pudiendo incluso enviar al primer hombre al espacio, brindar educación, techo y sistemas de salud gratuitos a todo ciudadano y ser contraparte al desenfrenado avance imperialista de occidente. Pero sin una industrialización al nivel de los países desarrollados se le hace muy difícil competir en el mercado y termina sucumbiendo a las presiones externas e internas.

El gobierno cubano declara el “Periodo Especial” en 1991 cuando la Unión Soviética deja de ayudar. A pesar de que la peor época fue la de inicios de los 90s, la economía cubana aun no se recupera. Las “reformas de mercado” causaron una dolarización de la economía que el estado intentó controlar creando una moneda paralela: el Peso Convertible (CUC), también conocido como “divisa”, esto ha degenerado en mayores diferencias sociales. El gobierno ha intentado disminuir la inversión privada por medio de pactos con China y Venezuela, pero aun así, el común de los cubanos tiene que recurrir muchas veces al mercado negro para procurarse de productos y para generarse ingresos extras.

Los problemas económicos y la distracción popular
El Peso Convertible (CUC) es paralelo al Dólar. Así: 1 CUC = 24 pesos cubanos (CUP) = $US 1.20
Los cubanos ganan entre 240 y 600 Pesos Cubanos (10 a 25 CUC) al mes. Con este ingreso mensual, los cubanos no podrían ir a las tiendas o negocios que ofrecen servicios y/o productos en “divisa”. Entonces ¿cómo hay largas colas para las tiendas, para los restaurantes o para lugares donde venden postres o perfumes exclusivamente en CUC?

El Estado provee una canasta muy básica mensualmente: 3 Kg. de arroz, 2 Kg. de azúcar blanca y prieta (rubia), 1 Kg. de pescado por persona, café, sal, aceite, frijoles, huevos y pan diario. “Para niños de 0 a 13, a embarazadas, y algunas dietas médicas (cáncer, por ejemplo), se distribuye mensualmente una libra de carne de res o de pollo per cápita, pero la distribución no es puntual. Para niños menores de 7 años, un litro de leche de vaca concentrada, un día si y otro no. En casos de los niños no tolerantes a esa leche, se les distribuye leche evaporada. Para diabéticos, embarazadas, y otros enfermos, se distribuye mensualmente un kilogramo de leche en polvo”, dice un informe opositor al régimen
(Proyecto Cuba Prensa Libre, http://www.cubafreepress.org/art/cubap971008kk.html, 1997).
Niños mayores de 7 reciben yogurt de soya. También existen refugios y lugares que ofrecen comida en forma gratuita, aunque su cantidad se ha visto reducida, dicen algunos por el problema económico, otros porque hay menos necesidad.

Para vivir tranquilo el cubano va “inventando”. Según algunas estadísticas, el 35% de cubanos reciben dinero de familiares en el extranjero y 10% trabaja en la industria turística, de mayor crecimiento y salario más atractivo. Los demás se la van buscando. Existe gran porcentaje que depende de la ilegalidad y el mercado negro, como Carlo en Holguín que provee transporte particular a turistas por no menos de 10 CUC por viaje. Otro grupo llega a usurpar del estado para procurarse ese bienestar “por la izquierda”, vendiendo en paralelo lo substraído. Se puede decir que 8 de 10 cubanos "resuelven" de una forma o la otra.

Carlo trabajaba para el gobierno y ganaba poco mas de 400 pesos cubanos (alrededor de 17 CUC) al mes. Martín en Santiago de Cuba, quien apoya al régimen, también se queja del sueldo y tiene que alquilar parte de su casa a turistas para generarse un dinero extra. Ambos tienen que tener cuidado con sus peripecias pues existe un llamado “plan maceta” por medio del cual si un cubano esta enriqueciéndose “demasiado” ilícitamente, el gobierno le puede decomisar todas sus pertenencias, sin oportunidad a apelación. ¿Qué tanto es demasiado? Eso depende de la máquina burocrática.

Explica Trotsky sobre la URSS y se aplica a cualquier estado obrero deformado: “La autoridad burocrática tiene como base la pobreza de artículos de consumo y la lucha de todos contra todos que de allí resulta. Cuando hay bastantes mercancías en el almacén, los parroquianos pueden llegar en cualquier momento; cuando hay pocas mercancías, tienen que hacer cola en la puerta. Tan pronto como la cola es demasiado larga se impone la presencia de un agente de policía que mantenga el orden. Tal es el punto de partida de la burocracia soviética. ‘Sabe’ a quien hay que dar y quien debe esperar.” (La revolución traicionada, 1936).

El Estado está consciente de lo que sucede y, es más, le es conveniente la contradicción. Por un lado imponerse implicaría una protesta masiva, y por otro, la misma burocracia tiene que permitir el mercado negro para no ver amenazada su privilegiada posición. Lo irónico es también que mientras los cubanos fieles a la revolución, aquellos que se aguantan las inclemencias de su economía, no pueden ir a un hotel (en caso tuvieran “divisa”), los “gusanos” que vienen desde Miami pueden hacer lo que quieran.

Este “inventar”, este “resolver”, esta sobrevivencia “por la izquierda” distrae completamente la energía, el tiempo de la población, desvía los esfuerzos hacia la informalidad y la viveza en vez del progreso económico, el bienestar comunitario, el avance como sociedad. Al mismo tiempo, al notar que hay una burocracia privilegiada que se legitimiza a sí misma, existe poco interés y deseo por comprender mas allá el problema e intentar darle la solución necesaria.

Ya sabemos que Cuba es un estado obrero burocráticamente deformado, donde el Estado subvenciona parte de la canasta familiar, parte del transporte, donde el sistema de salud y el sistema educativo son gratuitos y universales, pero el salario es bajo e insuficiente, paralelo a ello la industria pasa por problemas críticos, la infraestructura de la nación no se ha actualizado en muchos años y otras contradicciones mas que no podremos entender ni solucionar sin una mirada más a la teoría y a la experiencia histórica.

Lucha de clases, internacionalismo y socialismo científico
“La historia de la humanidad es la historia de lucha de clases" afirman Marx y Engels en el “Manifiesto Comunista”, en la lucha uno debe escoger que posición tomar. Las clases se definen por su relación a los medios de producción: los que poseen los medios de producción son la Burguesía, ellos necesitan el trabajo de los obreros, del Proletariado, que a su vez necesitan vender su fuerza productiva para sobrevivir. La revolución socialista debe ser empujada por aquella clase que tiene el interés y la posición en la economía por lograrla: el proletariado. La máquina burocrática que tiene Cuba no es una clase como tal, es una casta parasitaria que tiene las riendas del poder y logra sus privilegios a través de las limitaciones y la dependencia que impone en la mayoría de la población. “La Revolución Cubana verificó en una nueva forma la aseveración de Trotsky de que la burocracia estalinista -correa de transmisión de la presión del mundo burgués hacia el estado obrero- es una formación pequeña-burguesa contradictoria” (Workers Vanguard No. 915, http://www.icl-fi.org/english/wv/915/cuba.html, 2008).

En países no completamente desarrollados, donde se destrona a la burguesía del poder, como sucedió en Rusia, China o Cuba, se debe buscar el internacionalismo revolucionario, exportar la revolución, propiciar oportunidades revolucionarias en lugares con mayor industria para poder resolver las carencias que se puedan suscitar. “Marx esperaba… que los franceses comenzarían la revolución socialista, que los alemanes continuarían y que terminarían los ingleses. En cuanto a los rusos, quedaban en la lejana retaguardia. La realidad fue distinta. Tratar, por tanto, de aplicar mecánicamente al caso particular de la URSS en la fase actual de su evolución la concepción histórica universal de Marx, es caer bien pronto en inextricables contradicciones”. (León Trotsky. La Revolución Traicionada, 1936). Lo mismo sucede con Cuba, como China misma, su desarrollo industrial dista de los países de capitalismo avanzado. El socialismo es compartir la abundancia, no las limitaciones. “el desarrollo de las fuerzas productivas es prácticamente la primera condición absolutamente necesaria (del comunismo) por esta razón: que sin él sí se socializaría la indigencia y ésta haría recomenzar la lucha por lo necesario, y recomenzaría, consecuentemente, todo el viejo caos...”. (Marx, La ideología alemana, 1846). La única manera de alcanzar el verdadero socialismo es entonces incrementando la producción, el socialismo debe de iniciarse donde lo mejor del capitalismo ha llegado. “El marxismo considera el desarrollo de la técnica como el resorte principal del progreso, y construye el programa comunista sobre la dinámica de las fuerzas de producción. Suponiendo que una catástrofe cósmica destruyera en un porvenir más o menos próximo a nuestro planeta, tendríamos que renunciar a la perspectiva del comunismo como a muchas otras cosas. Fuera de este peligro, problemático por el momento, no tenemos la menor razón científica para fijar de antemano cualquier límite a nuestras posibilidades técnicas, industriales y culturales. El marxismo está profundamente penetrado del optimismo del progreso y esto basta, digámoslo de pasada, para oponerlo irreductiblemente a la religión /…/ La base material del comunismo deberá consistir en un desarrollo tan alto del poder económico del hombre, que el trabajo productivo, al dejar de ser una carga y un castigo, no necesite de ningún aguijón, y que el reparto de los bienes, en constante abundancia, no exija —como actualmente en una familia acomodada o en una pensión ‘conveniente’— más control que el de la educación, el hábito y la opinión pública.” (León Trotsky, La revolución traicionada, 1936).

Para perpetuar su régimen burocrático, Stalin creó una teoría opuesta al marxismo: la de “Socialismo en un solo país”, traición de la revolución internacional. Cuba aislada, sin apoyo de las industrias de EEUU o de México, no podrá lograr jamás nivelar su economía y lograr emerger en una economía global cuyas reglas de juego las dictan los países industrializados. A lo más que puede aspirar el cubano sin el apoyo clasista de una potencia industrializada es al ya clásico resistir y en la ayuda que le puedan brindar países amigos como la Venezuela de Chávez o las buenas relaciones con una China que pasa por una etapa critica también. La teoría de la revolución permanente de Trotsky explica la necesidad de un proletariado consciente, dirigido por su vanguardia, a la cabeza de todos los oprimidos en la lucha por el poder y la urgencia de la posterior extensión internacional de la revolución, mas aun en países atrasados económicamente. Trotsky extiende su teoría a partir de la experiencia rusa y la derrota de la revolución china de 1926-1927.

Por una Revolución Política Obrera
El gran problema para el gobierno pasa por unificar las monedas, nivelar el peso cubano al convertible, devolver el poder adquisitivo a la población, eliminar la apropiación ilícita, el trabajo privado ilegal, incrementar la industrialización, modernizar la agricultura, incrementar los precios y la calidad de los productos al momento que incrementa los salarios. Lo cual en las condiciones actuales es imposible. Hay mucho que se puede hacer en términos de industria, por ej. en el turismo, implementar guías en diversos lugares, promoviendo empleos, mejorar aun más el transporte incorporando a los privados, preparar más campos para el cultivo y dejar de importar lo que hasta hace muy poco producían. Pero hay algo que frena todo esto: la burocracia! El enmarañado es grande. Mayor control, sin mejoras salariales, es muy difícil. Una revolución política, la toma del poder por los trabajadores conscientes pondría estas y mejores opciones en la agenda sin búsqueda de privilegios personales, sin temor a perder un puesto. Basados en críticas constructivas, los cubanos que conocen mejor que nadie la industria donde se desenvuelven, pueden proponer soluciones que liberen la maquina productiva e incremente la calidad y cantidad de productos y servicios para bienestar de todos los cubanos.

Pero esto tiene otro gran freno, la falta de conciencia política en la población, debido a la distracción en la búsqueda de bienestar día a día. Y se va cerrando el círculo. El cubano, en especial aquellos nacidos después del triunfo de la revolución, no tiene una gran conciencia socialista. Quienes han estudiado el marxismo, lo han hecho con método memorístico, sin asimilar las bases históricas y clasistas del mismo. El Estado por su cuenta explota a sus héroes revolucionarios y la personalidad de Fidel, al mismo tiempo que idolatra a José Martí, un ideólogo de los tiempos de las guerras de independencia contra España, quien también es del gusto de los cubanos en Miami. Martí invocaba una Cuba independiente y otros pensamientos progresistas, pero tomaba como ejemplo las democracias europeas del momento, defendiendo la propiedad privada.

Como en China, en Cuba se presentan dos opciones para cuando la burocracia en el poder ya no pueda mantener la sartén por el mango, más aun con la inminente ausencia de Fidel. Por un lado está el retorno al capitalismo, solo miremos a los países de Europa del Este o Rusia misma para ver lo que esto significaría en el suelo cubano. La otra es la de la toma del poder por el proletariado a la cabeza de los demás grupos sociales y así dar inicio a la construcción del verdadero socialismo mediante una Dictadura del Proletariado sin burocracias, haciendo a cada cubano parte de la nueva “burocracia” con miras al internacionalismo revolucionario, a la Revolución Mundial, no solo aquel de exportar médicos o profesores, sino comprendiendo el socialismo científico, comprendiendo que Cuba necesita el desarrollo de su economía para afinar la puntería hacia el verdadero socialismo.

Cuba, con todas sus limitaciones y contradicciones, con su bloqueo económico y su burocracia parasitaria es, para cualquier revolucionario, en especial latinoamericano, la mayor conquista alcanzada hasta el momento y debemos tomar nuestro puesto de combate. Se debe defender a Cuba contra la restauración capitalista y en especial contra el imperialismo estadounidense, su derrota sería la derrota de todos. La Revolución Cubana es una parte integral de la lucha contra la explotación capitalista, contra la dictadura de la burguesía y por la dictadura del proletariado con miras a la construcción del socialismo como base para el comunismo. ¡Por nuevas revoluciones de Octubre!

Valser X.


No hay comentarios: