tag:blogger.com,1999:blog-30878960442445555882024-03-07T20:23:06.538-08:00TRIBUNA CLASISTATribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.comBlogger23125tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-32538506101399419452010-05-26T03:57:00.000-07:002010-05-26T04:02:35.897-07:00INDEPENDENCIA POLÍTICA CLASISTA Y NO ELECTORALISMO PRO-BURGUÉS<span style="font-weight:bold;">PARA DERROTAR AL RÉGIMEN APRA-PPC-FUJIMORISMO<br />INDEPENDENCIA POLÍTICA CLASISTA Y NO ELECTORALISMO PRO-BURGUÉS</span><br /><br />La masacre de mineros artesanales en Chala, el 4 de abril de este año, representó un nuevo episodio sangriento de la lucha entre las masas trabajadoras y el gobierno basado en la alianza parlamentaria de los partidos que lideran Alan García, Lourdes Flores y Keiko Fujimori. La matanza de Bagua en junio de 2009 señaló el punto más crítico de este enfrentamiento, aunque cada uno de estos años ha sido un recuento de presos, heridos y muertos en las filas del movimiento obrero y popular. <br /><br />Luego de Bagua, la indignación y las movilizaciones de las distintas vertientes del movimiento popular (Regiones, Mineros, Campesinos, Maestros, Transportistas…) nuevamente abrieron la posibilidad de convocar una Huelga General Indefinida, pero esa no fue, una vez más, la política de la dirección de la CGTP, que volvió a desgastar a las bases en inofensivas y repetitivas marchas sin cuestionar la permanencia del gobierno antipopular. Es decir lo mismo que ha sucedido durante diez años de democracia y en general a lo largo de cuarenta años desde la reconstitución de la CGTP. Por eso en los doce meses transcurridos, y con nuevos apaleamientos, detenidos, baleados y asesinados, el movimiento de masas ha tenido que soportar más frustraciones y la supervivencia del aborrecido gobierno reaccionario.<br /><br />Desde el 2006, la burocracia sindical no ha dejado de ponerse a la cola del aparato nacionalista burgués del partido de Ollanta Humala, desapareciendo todo margen para una política proletaria independiente que defienda consecuentemente los intereses de los explotados. Primero creando la Coordinadora Político Social en función de los planes electorales de Humala, ampliándola luego al Frenvidas, tratando de introducir dirigencias indígenas en esos planes. Ningún rastro de política clasista que pueda fortalecer la alianza obrero-campesina contra el régimen, ninguna intención de generar un poder de los trabajadores a partir de las masas movilizadas. En el camino, abortaron incluso un proyecto burocrático y manipulado de Asamblea de los Pueblos, a causa del eterno sectarismo de la “Izquierda” y principalmente de las disputas entre el PC y Patria Roja-MNI, que también carcomen la CGTP.<br /><br /><br /><span style="font-weight:bold;">TODO POR LOS CARGOS EN EL ESTADO</span><br />La clase dominante está poniendo a punto sus candidaturas para alcaldes, concejales, autoridades regionales, congresistas y presidentes. Sus candidatos municipales ya están campaña. En cambio, el movimiento obrero y popular no tiene la posibilidad de utilizar esa tribuna para defender sus verdaderas reivindicaciones y sus objetivos estratégicos, porque sus dirigentes han decidido portarse servilmente ante las candidaturas de la burguesía. En todas las ciudades y regiones los dirigentes de la CGTP y los partidos “socialistas” reformistas apoyan a candidatos ajenos a las organizaciones trabajadoras y buscan desesperadamente formar parte de esas listas.<br /><br />En Lima apoyan a Susana Villarán, ex – ministra de Paniagua, gobierno privatista de Acción Popular, UPP, Somos Perú… En el resto del país corren a cobijarse en las candidaturas burguesas nacionalistas y otras semejantes que nunca beneficiarán a los trabajadores, porque su compromiso es con los grandes capitales y la conservación del Estado de los opresores. Al igual que al militar Humala, adulan al sacerdote Arana, aventurero candidato pequeño burgués. <br /><br />Los trabajadores de la ciudad y del campo somos la fuerza productora de la sociedad y no necesitamos coaligarnos con representantes de sectores burgueses. La experiencia histórica demuestra que más temprano que tarde los sectores nacionalistas de la burguesía arremeten contra las masas populares que los encumbraron. Pero sucede que la burocracia sindical traidora y los líderes políticos oportunistas han hecho del arbitraje mercenario entre patrones y trabajadores, una forma de vida. Y para defender estos privilegios necesitan ampliar su poder, persiguiendo cargos con gruesas retribuciones económicas mientras negocian su respaldo a candidatos reaccionarios, como en el pasado hicieron con Fujimori (1990) y Toledo (2000). Este es el sentido de la política de Mario Huamán y de los partidos de la “Izquierda”.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">POLÍTICA REVOLUCIONARIA</span><br />Otra debería ser la táctica electoral de las organizaciones de masas en este momento. Candidaturas obreras y populares, elegidas en asambleas representativas de bases y que defiendan un programa de grandes reivindicaciones contra los capitalistas y sus políticos, ayudarían a separar el voto proletario del voto por la burguesía. Esto sería una obligación de la dirección de la CGTP, si de verdad quisiera defender al pueblo. Sería además una lección de política clasista para las nuevas generaciones de trabajadores que no han conocido forma alguna de articulación colectiva. Permitiría además proponer y discutir en las bases el programa revolucionario de acción que necesitamos para liberarnos de la explotación y de la represión. <br /><br />No obstante, ninguna elección traerá la construcción del poder de los trabajadores y un nuevo Estado de los Trabajadores en reemplazo del Estado Capitalista. Esto sólo se consigue con organización y lucha de masas, con organismos que hay que crear y desarrollar como las asambleas populares, con un programa para la expropiación de la clase dominante, y con un partido obrero revolucionario que conduzca esas luchas a la victoria, a la toma del poder. La táctica electoral no es más que un instante, una circunstancia que puede ayudar a propagandizar la lucha revolucionaria, pero que nunca debe servir para reforzar el Estado de los opresores, para apoyar a sus caudillos ni para beneficiar a líderes sindicales oportunistas.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">COLECTIVO REVOLUCIÓN PERMANENTE EN EL PERÚ</span><br />revolucionpermanente.rp@gmail.com<br />http://luchamarxista.blogspot.com<br />http://www.revolution-socialiste.info/LM.htm<br /><br /><span style="font-weight:bold;">COLECTIVO REVOLUCIÓN PERMANENTE</span><br />http://www.revolution-socialiste.info/CoReP.htm<br />http://revolucionpermanente1917.hi5.comTribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-39275617528535623812010-02-18T02:34:00.000-08:002010-02-18T02:35:31.509-08:00EDITORIAL - Tribuna Clasista nº 5Contra todos los engaños y las represiones del régimen del APRA / Fujimorismo / PPC - UN / UPP / y otros; contra todas las mecidas y corrupciones de los gobiernos regionales y municipales; contra las negociaciones serviles y los pactos entre la burocracia sindical, los capitalistas y el gobierno, nuevamente se alzó en los últimos meses el movimiento auténtico y radical de los explotados: la huelga indefinida en Canchis (Sicuani), Andahuaylas, Yauli (La Oroya) y más que ningún otro el levantamiento amazónico con centro en Bagua, que volvieron a plantear una vez más, en el inevitable terreno de la lucha de clases, quién debe decidir, qué clase avanza y qué clase retrocede, cómo deben defenderse los derechos e intereses de los trabajadores.<br /><br />Ya había sucedido durante el 2008 en Moquegua y Canchis, con la masiva movilización combativa de pueblos que toman el control de sus centros urbanos, llegando a neutralizar a las fuerzas represivas del Estado de la burguesía. Con tales ejemplos de lucha y firmeza, se repiten estos movimientos en distintos puntos del territorio, siempre reprimidos sangrientamente por la Policía y eventualmente por el mismo Ejército.<br /><br />Presionados por la inmensa mayoría del pueblo solidario con las luchas, la dirección del movimiento obrero y popular, es decir la alta burocracia de la CGTP y la CUT, llegó a anunciar un Paro Nacional para los días 7, 8 y 9 de julio. Esta medida, limitada y por tanto inocua en último sentido, hubiera sido inédita por su envergadura ya que nunca se ha llevado a cabo en el país; sin embargo, mostrando su verdadera faz y naturaleza contraria al combate anticapitalista, la burocracia sindical desconvocó la paralización y la reemplazó por llamamientos a unas enésimas infructuosas marchas.<br /><br />Como sustitución del combate y señuelo hacia las masas, estas dirigencias conformaron en aquellos días el Frente Nacional por la Vida y la Soberanía, una ampliación (con Aidesep y otras asociaciones) de la alianza que la burocracia y los partidos oportunistas de raíz proletaria mantienen con el Partido Nacionalista burgués en la Coordinadora Político Social (CPS). De esta manera, la lucha de los oprimidos es reemplazada por una extensión del contubernio que tales cúpulas claudicantes mantienen con una pequeña fracción nacionalista de la burguesía peruana, alianza cuyo único objetivo es engendrar gobiernos municipales, regionales, y un gobierno central que administren este Estado como siempre a favor de la burguesía en el poder.<br /><br />Desde esta tribuna de prensa que brega por los genuinos intereses del campo de los trabajadores, llamamos a las bases de todas las organizaciones obreras y populares que se encuentran en el FNVS, a romper - y obligar a sus propios líderes a romper - todo vínculo con el aparato del nacionalismo humalista y con cualquier otra expresión política burguesa, para poder encaminarnos hacia la construcción de organismos de poder obrero y popular como las asambleas populares y una Asamblea Popular Nacional. Sólo así, con una lucha que sea independiente de la clase dominante y de sus instituciones, podemos abrirnos una perspectiva de victoria.<br /><br />Esta política proletaria de construcción de organismos de poder de las masas, está reñida con las pretensiones de reemplazar a este gobierno por otro de su misma naturaleza de clase, como actualmente es el caso de la demanda de una Asamblea Constituyente. Una Asamblea Constituyente hoy en día sólo serviría para continuar frenando el potencial combativo de los pueblos y desviar el combate clasista hacia el callejón sin salida de la demagogia y el democratismo de algunos sectores burgueses y pequeño-burgueses, enemigos de que las masas organizadas y movilizadas levanten su propio poder hacia el establecimiento de un Estado de los trabajadores.<br /><br />En la orilla de enfrente de una política clasista y revolucionaria, está desgraciadamente la política oportunista electorera de los líderes de las organizaciones obreras y de los partidos seudo-socialistas. Teniendo la posibilidad de dirigir el caudal popular a la conquista de sus altos objetivos, prefieren siempre marchar detrás de uno u otro caudillo ajeno a las organizaciones proletarias, como Ollanta Humala (o el cura Arana de la reaccionaria Iglesia Católica…). El caso de Humala es especialmente grave, pues ha sido Capitán contrasubversivo sindicado como masacrador.<br /><br />Frente al presente régimen que continúa rematando el país a las trasnacionales del gas, del petróleo, de la minería, la energía, las telecomunicaciones, los transportes…, la dirigencia de la principal organización proletaria, la CGTP, tiene el deber de recoger la masiva voluntad de lucha existente y convocar una Huelga General Indefinida que pueda abrir el cauce para un Gobierno obrero, campesino y popular. Mario Huamán (PC), Olmedo Auris (Patria Roja), todos aquellos que pasan años en los medios de prensa y foros en componendas con la clase dominante, socavando la unidad y extensión de nuestras luchas, están obligados a responder por sus claudicaciones y a desocupar los puestos desde los que manipulan permanentemente las causas populares.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">"Tribuna Clasista" Nº 5 - Octubre 2009 </span>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-46966729443116399192010-02-18T02:30:00.000-08:002010-02-18T02:33:31.462-08:00CRP - Pronunciamiento 1 de mayo<span style="font-weight:bold;">Ante la crisis mundial del capitalismo<br />¡Proletarios de todos los países, uníos!<br />¡Revolución Socialista! ¡Poder de los trabajadores!</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">Del “fin de la historia” al hundimiento del capitalismo mundial </span><br />Hace 20 años, los partidos reaccionarios y los ideólogos burgueses triunfaban. Anunciaban la quiebra definitiva del comunismo e incluso el fin de la historia, basándose en las derrotas inflingidas al proletariado mundial: fracaso de la huelga de los mineros británicos, privatizaciones de las empresas públicas, despidos en masa en los países pobres, reunificación burguesa de Alemania, implosión de la URSS, inicios de la adopción del capitalismo por China...<br /><br />Por entonces, la ola revolucionaria mundial de finales de los 60 y de los años 70 - que amenazó a las burguesías de los países imperialistas, a las de los países capitalistas dominados y a las burocracias de los países en que se expropió al capital – había retrocedido, desviada por la social-democracia, el estalinismo y el nacionalismo pequeño-burgués. Pero la elevación de la tasa de explotación en los centros imperialistas, la reintroducción de Europa del Este, Rusia, China y Vietnam en la economía capitalista mundial tras la restauración del capitalismo por las burocracias estalinistas, y la abundancia de liquidez proporcionada por los Bancos Centrales, sólo proporcionó una prórroga al sistema en declive. Su fragilidad se ha revelado en las incesantes crisis monetarias, bancarias y económicas. Las contradicciones estallaron en junio del 2008, en forma de una crisis bancaria en el centro de la economía mundial, los Estados Unidos, para desembocar en una crisis sin precedentes desde la de 1929.<br /><br />Las necesidades elementales de la humanidad no se satisfacen, sin embargo en el marco del modo de producción capitalista hay repentinamente demasiadas mercancías, demasiados medios de producción, demasiados productores... De aquí al 2010, el número de desocupados podría ser de 25 millones, sin contar el de "mingongs" de China (20 millones de obreros sin derechos retornan a sus pueblos de origen sin ser tomados en cuenta en las estadísticas del Estado chino). Según el Presidente del Banco Mundial, "200.000 a 400.000 lactantes podrían morir cada año". El índice máximo de 1000 millones de personas subalimentadas sería superado ampliamente el 2009.<br /><br /><br /><span style="font-weight:bold;">De la crisis capitalista no se salva ningún país</span><br />El comercio mundial cae a ritmos más acelerados que en 1929-1930: disminuiría un 13,2% en 2009. El 22 de abril el Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró que la producción mundial descendería un 1,3% el 2009, y evalúa el costo de la crisis económica mundial en la suma increíble de 4.054 millones de dólares.<br /><br />Los países dominados, en particular los más pobres, sufren duramente la depresión por la reducción combinada de sus exportaciones, de las transferencias de rentas de los emigrantes y de la caída de las inversiones extranjeras. Los "países emergentes" y los estados de Europa Central que se han integrado a la Unión Europea, están especialmente afectados y acuden al FMI. La reducción del precio del petróleo y del gas perjudica particularmente a Rusia. Dimitri Medvedev anunció un plan de 44 mil millones de rublos (mil millones de euros) para estimular la economía rusa, poniendo en marcha proyectos de infraestructura, mientras los despidos se multiplican a un ritmo exasperante. En China, el desempleo, típico mal del capitalismo, toma proporciones aún más considerables. Hu Jintao también recurrió a las recetas del economista burgués Keynes, es decir a las reducciones de tipos de interés del Banco Central de China y a un "plan de reactivación" de 1600 millones de euros (que implica un déficit presupuestario). Estas medidas tienen por objeto preservar un crecimiento del 6%, la cifra más baja desde 1992.<br /><br />Según la OCDE que los agrupa, los países avanzados están "en medio de la recesión más profunda y más extensa en más de cincuenta años". La OCDE prevé una caída del 4,3 % del PIB en los 30 países más ricos para el 2009, comenzando por los Estados Unidos que caería alrededor de un 4% este año; en el primer trimestre del 2009 los beneficios cayeron el 37 %, la peor caída desde los años 30. El imperialismo alemán está también fuertemente tocado, con una previsión de -5,3 %. Las previsiones para Gran Bretaña, Francia e Italia son apenas mejores (respectivamente -3,7 %, -3,3 %, -4,3 %). La economía japonesa retrocedería por su parte un 6,6 %...<br /><br /><br /><span style="font-weight:bold;">El G20: ¡cada quien para sí mismo!</span><br />Los Estados capitalistas, por naturaleza, son incapaces de entenderse entre sí. Son la encarnación de burguesías nacionales que están en competencia unas con otras para explotar al proletariado mundial. Ante la crisis, cada Estado intenta favorecer a su burguesía en detrimento de las otras, al mismo tiempo que la economía capitalista se internacionaliza más que nunca, que cada economía depende de las demás mediante las importaciones y exportaciones, que todas las grandes empresas (e incluso gran parte de las medianas) se han convertido en "multinacionales". Muchos Estados recurren a medidas proteccionistas que finalmente profundizan la depresión. Adoptan "planes de reactivación" nacionales: 34 mil millones de euros en Francia, 100 mil millones en Alemania, 590 mil millones en Japón, 627 mil millones en Estados Unidos, 465 mil millones y 1.162 millones en China...<br /><br />En la última reunión del G20 en Londres a principios de abril, Obama admitía: "no vamos a ponernos de acuerdo sobre todos los puntos". Eso refleja el debilitamiento del principal imperialismo, ya que Estados Unidos, conservando al mismo tiempo una supremacía militar que utilizan al máximo, perdió la hegemonía económica que ostentaba inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se reveló capaz de reconstruir las economías capitalistas de Japón y Europa del Oeste, instaurando al mismo tiempo un sistema monetario internacional, relativamente estable, basado en el dólar.<br /><br />China, que oculta mal su vocación de convertirse en potencia imperialista, declaró que era necesario poner fin al rol del dólar norteamericano en el intercambio mundial. Los imperialismos alemán y francés, representados por Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy, se opusieron de manera diplomática al imperialismo norteamericano alzado en hombros por el imperialismo británico. Mientras que Obama, fielmente apoyado por Brown, desea un esfuerzo superior de reactivación de Alemania - primer exportador del mundo-, Sarkozy y Merkel abogan por una "mejor regulación de las finanzas" en detrimento de las plazas financieras de Nueva York y Londres; lo que en ambos casos equivale a pretender establecer las mejores condiciones para la acumulación de capital.<br /><br />Militarismo, opresión nacional, clericalismo… <br />Esa reunión inter-imperialista movilizó a 2.500 policías, costó incluso la vida a un transeúnte y se detuvo a miles de personas durante horas sin ninguna acusación. Es que la burguesía es una clase retrógrada desde hace mucho tiempo en la historia: por todas partes las fuerzas de represión e intervención son pertrechadas para el período de crisis, se coartan las libertades democráticas, las clases explotadoras recurren cada vez más al nacionalismo y al clericalismo, en contra de los derechos de las mujeres, de los jóvenes, de las minorías nacionales, de los inmigrantes, de los homosexuales y de las minorías religiosas.<br /><br />La violencia capitalista no ha cesado con la crisis, al contrario. Obama ha previsto reclutar 100.000 policías, mantener el embargo contra Cuba y aumentar las tropas de ocupación en Afganistán, reclamando ayuda a sus aliados de la OTAN; ayuda que todos prometen y que ninguno parece dispuesto a conceder en la práctica. El islamismo, impulsado antes por Estados Unidos contra la revolución y contra la URSS, y del que Al Qaeda es un producto, se vuelve contra ellos también en Pakistán, un Estado basado desde su origen en la religión y amenazado por una nueva desmembración. El Gobierno de Rusia impulsa el cristianismo como religión de Estado, mantiene su garra sobre Chechenia y presiona a muchos de los Estados vecinos. El poder en China tolera una fantástica regresión de la condición de las mujeres, mantiene una opresión policial salvaje y pisotea los derechos de las minorías nacionales. El Gobierno de Sri Lanka consigue actualmente la reunificación de la isla mediante la violencia militar, lacerando a la minoría tamil. A principios del año, Israel, no contento con proseguir la colonización de Cisjordania y Jerusalén, bombardeó y luego invadió la Franja de Gaza, con la complicidad de las potencias imperialistas, de Egipto e incluso de la propia Autoridad Palestina. Al mismo tiempo, una fracción ultraderechista y racista caucásica de la burguesía boliviana, amenaza con la secesión del país.<br /><br />Por la revolución permanente, por una Internacional obrera revolucionaria <br />Los trabajadores de las ciudades y del campo resisten contra los terratenientes y contra una burguesía capitalista que pasa a ser, acogotada por la crisis económica, cada vez más agresiva. Pero en muchos países, los sindicatos independientes del Estado burgués están prohibidos y los trabajadores no disponemos de partido que nos represente. Allí donde existen, las organizaciones de la clase obrera, partidos y sindicatos, están demasiado a menudo vinculadas a la burguesía para servirnos eficazmente. Además, al defender a la burguesía del país - enfrentada a su vez a otras burguesías - los aparatos reformistas dividen las filas del proletariado, dividiendo también a los trabajadores según las fronteras de los países, y según sean inmigrantes o de minorías nacionales. <br /><br />La lucha consecuente contra los resultados desastrosos de la crisis capitalista mundial (y contra las amenazas crecientes de restauración capitalista en Cuba) imponen el frente único de los trabajadores contra la colaboración de clases impuesta por las direcciones oportunistas y claudicantes; la creación de organismos democráticos de poder obreros y populares (soviets, consejos, asambleas populares, shoras...); la construcción de una Internacional obrera revolucionaria de funcionamiento democrático, que se exprese en cada país en un partido obrero revolucionario basado en las enseñanzas de Marx, Engels, Luxemburgo, Lenin y Trotsky. Sin tales partidos, capaces de movilizar toda la fuerza de la clase obrera y de sus aliados (campesinos pobres, estudiantes, desocupados, etnias oprimidas...), los trabajadores sólo obtendrán victorias parciales y temporales o sufrirán derrotas, debido a la previsible traición de las direcciones nacionalistas pequeñoburguesas y reformistas, ayudadas por los centristas.<br /><br />Únicamente tal partido, comunista e internacionalista, será capaz de armar a las masas para tomar el poder. Sólo un Gobierno Obrero (o un Gobierno Obrero y Campesino) está en condiciones de adoptar las medidas políticas y económicas necesarias para responder a las necesidades de las masas administrando los recursos proporcionados por la naturaleza, de expropiar a los expropiadores, de conducir la transición hacia el socialismo que sólo será definitiva con la victoria de la revolución en los países más adelantados. <br /><br /><br /><span style="font-weight:bold;">¡Cierre de todas las bases militares imperialistas, <br />empezando por la de Guantánamo! <br />¡Evacuación inmediata de todas las tropas imperialistas <br />de Irak, Afganistán, Líbano, Chad, Kosovo...! <br />¡Derogación de todas las leyes contra las huelgas, los sindicatos, <br />los inmigrantes, los partidos de trabajadores! <br />¡Autoorganización de las trabajadoras y los trabajadores!<br />¡Huelga General contra las burguesías y sus Estados!<br /> ¡Expropiación de los latifundios, de los bancos, <br />de los grandes grupos capitalistas nacionales y extranjeros!<br />¡Gobierno Obrero y Campesino! <br />¡República Mundial de los Consejos Obreros!</span><br /><br /><br /><br />1 de mayo de 2009<br /><br /><span style="font-weight:bold;">Colectivo Revolución Permanente<span style="font-style:italic;"></span></span><br />(Francia, Perú, Austria)<br /><br /><span style="font-weight:bold;">c_revolucionpermanente@yahoo.es<span style="font-style:italic;"></span></span><br /><a href="http://www.revolution-socialiste.info/CoReP.htm"></a>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-46355999263499681892010-02-18T02:23:00.000-08:002010-02-18T02:30:08.557-08:00POLÍTICA MARXISTA: POLÍTICA REVOLUCIONARIALeemos en el Manifiesto Comunista de Marx y Engels (1848) que <span style="font-weight:bold;">“<span style="font-style:italic;">el movimiento proletario es el movimiento independiente de la inmensa mayoría en favor de la inmensa mayoría”</span></span>. Sin embargo, aunque el movimiento de las masas explotadas de cualquier punto del planeta se ha elevado tantas veces en la historia a la altura de la lucha frontal y definitoria contra su enemigo burgués, casi nunca ha logrado constituirse en poder estatal y engendrar una sociedad en camino a la desaparición de las clases. ¿Dónde hallar la explicación a la envergadura de esas derrotas? Ciertamente en el abandono de aquella premisa fundamental del movimiento de los trabajadores: la independencia política de clase.<br /><br />En 1871, el proletariado se atrevió por primera vez a adueñase del poder en la ciudad de París, en lo que fue conocido como “la Comuna”. Dos meses después, pagó con miles de asesinados su derrota frente al enemigo. Pues si hay algo que la clase dominante no puede perdonar, a riesgo de su existencia misma, es que los oprimidos creen sus propias organizaciones, las conviertan en escuelas de aprendizaje político, las doten de capacidad de autodefensa y ofensiva, las transformen en organismos que se construyen como un poder alternativo al poder de todas las instituciones burguesas.<br /><br />Así lo entendieron los marxistas rusos que en 1917 supieron derrocar a la nobleza terrateniente, a los capitalistas y también derrotar a sus sirvientes pequeño-burgueses, cobijados bajo el rótulo de “socialistas”. Para esto crearon un partido proletario que se trazó la meta de encabezar una revolución únicamente sobre la base de la alianza obrero-campesina, sin conciliaciones ni concesiones a cualquier sector dominante y ni a sus mayordomos de la burocracia reformista sindical y política. Para esto construyeron los “soviets” o consejos de trabajadores que se transformaron en el nuevo poder estatal proletario. Desde entonces, toda lucha de las organizaciones sindicales y populares, toda lucha partidaria o de los organismos embrionarios de poder de masas, no puede tener en definitiva otro destino que la respuesta violenta contra la violencia estructural ejercida por cualquier fracción de la burguesía.<br /><br />Desafortunadamente, el siglo XX no nos fue fértil en revoluciones que engendraran un genuino poder de los trabajadores, creándose estados “socialistas” de dictadura burocrática que impulsaban la “coexistencia pacífica” con el imperialismo. Al mismo tiempo, las dirigencias de las organizaciones de masas optaron siempre por una política de seguidismo a los proyectos de tal o cual ala burguesa, por la alianza con y tras sectores autotitulados “demócratas”, “progresistas”, “populares”, “antiimperalistas”, que buscan mantener el Estado capitalista; optaron por las capitulaciones a intereses ajenos y no por el combate independiente del pueblo trabajador, por el electoralismo que los beneficia y no por la forja de nuestros organismos de poder. Así sucedió en los casos emblemáticos y trágicos de la Europa de los años '30 y '40, del Chile de Allende, de los “frentes de izquierda” en todo el mundo, y hoy sucede con los gobiernos pro-imperialistas de Lula (PT), Bachelet (PS), Tabaré Vásquez (PS), que van de la mano con el nacionalismo burgués de Chávez y Morales. <br /><br />En el Perú, el programa y el caudillismo de Humala y el PNP se han convertido en el paradigma de todas las organizaciones que viven persiguiendo un liderazgo nacionalista burgués tras el cual existir, sin ningún interés por la defensa de una política independiente, clasista y revolucionaria, para el movimiento obrero y popular. Esta política pasa hoy por el impulso a la convocatoria de asambleas populares que se vayan convirtiendo en órganos de poder de los explotados, organismos capaces de movilizar a las más grandes masas, no para instalar dirigentes oportunistas en las Alcaldías, el Congreso y los Ministerios, sino para desafiar al poder de la burguesía y derrocarla; asambleas concentradas en una Asamblea Popular Nacional que unifique en una sola Huelga General las huelgas indefinidas que los pueblos realizan rebasando a sus dirigencias que los traicionan. Como en los siglos XIX y XX, sólo la lucha por el poder da verdadero sentido a todas y cada una de nuestras luchas.<br /><span style="font-weight:bold;"><br />“Últimamente, las palabras “dictadura del proletariado” han vuelto a sumir en santo horror al filisteo socialdemócrata. Pues bien, caballeros, ¿quieren saber qué faz presenta esta dictadura? Miren a la Comuna de París: ¡he ahí la dictadura del proletariado!”<span style="font-style:italic;"></span></span><br /><br />Friedrich Engels, 1891<br /><br />Sergio Bravo M.<br /><br />EMAIL: lucha_marxista@yahoo.es<br /><br />03.08.09Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-47896203089089589222010-02-18T02:16:00.000-08:002010-02-18T02:18:03.570-08:00Sobre la Independencia Política del Proletariado (II):<span style="font-style:italic;">“En las condiciones de la época imperialista, la revolución nacional-democrática sólo puede ser conducida hasta la victoria en el caso de que las relaciones sociales y políticas del país de que se trate hayan madurado en el sentido de elevar al proletariado al Poder como director de las masas populares. ¿Y si no es así? Entonces, la lucha por la emancipación nacional dará resultados muy exiguos, dirigidos enteramente contra las masas trabajadoras...”</span><br />(“La Revolución Permanente” 1930 – L. Trotsky)<br /><br /><span style="font-weight:bold;">El carácter de clase del nacionalismo<span style="font-style:italic;"></span></span><br />La “sagrada” unidad nacional, entendida como la unión de todas clases bajo el mando de la burguesía, es hoy en día uno de los mayores obstáculos para la Revolución Proletaria debido a que constituye una grave infección ideológica fuertemente arraigada en un número considerable de trabajadores, entorpeciendo su maduración política y atrayéndolos a diferentes formas de colaboración de clases. <br /><br />Los discursos nacionalistas en múltiples oportunidades han conseguido cautivar a un sector importante de las masas, de hecho en Latinoamérica contamos con varios ejemplos entre los cuales el General Juan Domingo Perón (Argentina) destaca como uno de los más eficientes caudillos burgueses por su capacidad para erigir un bloque policlasista muy bien ensamblado que congregó a sectores de la media y pequeña burguesía, obreros organizados, trabajadores rurales e incluso algunos militares, sin duda todo un modelo a seguir para otros milicos populistas como el General Líber Seregni (Uruguay) fundador y primer presidente del “Frente Amplio” (1971) o el General Juan José Torres González (Bolivia) quien en 1970 ascendiera al poder gracias a un levantamiento popular conformado por organizaciones obreras y campesinas, el movimiento estudiantil y un sector de la milicia, curiosamente el popular "J J" bautizó a esta alianza como “los cuatro pilares de la revolución”, sin embargo su breve gobierno sólo sirvió de antesala al régimen ultrareaccionario del General Hugo Banzer (1971). Y como dejar de mencionar al General Juan Velasco Alvarado (1968) supuesto artífice de la gran reforma agraria peruana, que en realidad sólo benefició a los colonos de las grandes haciendas y a comunidades organizadas que años antes ya habían tomado las tierras, mientras que la mayor parte del campesinado continuó sumido en la miseria, pero el mito Velasquista persiste hasta nuestros días e incluso electoralmente todavía resulta redituable. <br /><br />A pesar de que la historia ha demostrado que el nacionalismo burgués es incompatible con los intereses de los trabajadores, no es nada raro que este tipo de propuestas aun gocen de aceptación entre las masas si tenemos en cuenta que gran parte del trabajo ideológico ya está hecho por el sistema educativo vigente, mismo que inocula en nuestros niños y jóvenes la ilusión de que es posible hermanar a explotadores y explotados; por lo tanto todo revolucionario consecuente debe combatir enérgicamente el lastre ideológico nacionalista, dejando bien claro ante las masas que la distinción entre los hombres deviene de la posición de clase que ocupan dentro de las relaciones sociales de producción y que la única alternativa de progreso para la humanidad es enarbolar un estandarte que agrupe a todos los trabajadores del mundo en su marcha triunfante hacia la construcción de una nueva sociedad.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">Combatir el frentepopulismo:</span><br />La experiencia del siglo XX ha demostrado que las alianzas con sectores “progresistas” burgueses en nada contribuyen a la emancipación de los trabajadores, por el contrario corrompen sus organizaciones y obstaculizan el proceso de polarización política de clases. Esto se explica porque los llamados frentes populares no son otra cosa que una forma de dominio burgués cuya principal característica es que una capa de la burocracia sindical y los partidos reformistas colaboran con ciertos sectores de la burguesía y son admitidos dentro su maquinaria estatal, los traidores justifican su proceder con argumentos bien conocidos como: “Conquistar espacios de poder”, “desgastar el dominio de la burguesía”, “ganar tiempo para organizar a la clase obrera”, etc. etc. <br /><br />Es bien sabido que el capitalismo siendo un sistema anárquico constantemente se ve remecido por sobresaltos económicos, sociales y políticos que en ocasiones colocan a la burguesía en serios aprietos; es que cuando las masas movilizadas consiguen amenazar su hegemonía los capitalistas pueden ser incapaces de colocar en el poder a uno de sus agentes directos, más aun el fraude electoral (práctica muy frecuente) podría resultar contraproducente ya que imponer un gobierno impopular serviría como catalizador de la insurgencia. <br /><br />Es en escenarios como éste que la burguesía astutamente decide valerse de organizaciones y representantes de los trabajadores con quienes establece alianzas que desorientan y adormecen al movimiento obrero y popular. Ante esta situación y consecuentemente con los principios más elementales del marxismo, los comunistas debemos ejercer una implacable oposición a la traición de reformistas y burócratas que pintándose la cara de rojo confabulan contra sus bases desplegando políticas totalmente reaccionarias. <br /><br /><span style="font-weight:bold;">PERÚ: electoralismo reformista</span><br />En el Perú han proliferado los aparatos traidores que por desgracia poseen cierta influencia en el movimiento popular: tenemos a la “Coordinadora Político Social” en la que convergen el nacionalismo humalista, la burocracia sindical y el putrefacto despojo de la vieja izquierda estalinista; así también en noviembre de 2008 surgió la voceada “Asamblea Nacional de los Pueblos” que sirvió de palestra propagandística al candidato Ollanta Humala y no contribuyó en nada con la creación de organismos de poder proletario y campesino. Es en esa misma línea política que el recientemente creado “Frente Nacional por la Vida y la Soberanía”, donde se inscriben organizaciones como la CPS (PNP, CGTP, CUT PERÚ, CNA, UFREP, CONAFREP, FEP…) AIDESEP, CAOI UNCA, CONQA y con todos ellos los falsos socialistas, hizo un llamado “a las fuerzas democráticas, progresistas y sociales a participar en la jornada de lucha en defensa de la vida y la soberanía” (refiriéndose a la movilización del 11 de junio); levantando como sus más “radicales” demandas la “vacancia presidencial” y la “convocatoria a una Asamblea Constituyente”, ambas clásicas medidas reformistas destinadas a sostener al Estado burgués cuando este comienza a sufrir los embates de las masas radicalizadas. Los levantamientos populares en Moquegua, Canchis (2008) y Bagua (2009) son muestras de la creciente disposición insurgente entre los explotados, por lo que tales demandas engarzan perfectamente con la actitud pacifista y traidora de la burocracia oportunista que coaligada con el nacionalismo sólo tiene en la mira los próximos procesos electorales (2010 - 2011) y de ser posible adelantar la elección presidencial. <br /><br /><span style="font-weight:bold;">Promover la alianza entre el Proletariado y los Explotados en contra de toda la burguesía </span><br />La lucha por crear el poder de los trabajadores no pasa por la alianza con sectores burgueses nacionalistas debido a que su posición en apariencia antiimperialista deriva de motivaciones incompatibles con los intereses del proletariado; la clase obrera tiene entre sus verdaderos aliados al campesinado empobrecido y a todas las etnias sumidas en la más profunda miseria y exclusión. Hoy que los explotados comienzan a asumir intuitivamente una posición hostil a la burguesía es el momento de dotarlos de un programa político que les permita construir progresivamente su poder, promoviendo la organización de verdaderas Asambleas Populares (en cada departamento, provincia, distrito y comunidad) centralizadas en una Asamblea Popular Nacional. <br /><br />Compañeros, en los últimos meses las masas han demostrado solo una pequeña parte de toda su capacidad combativa, es obligación de la vanguardia brindarle una dirección consciente pero antes debe vencer su dispersión para estar en condiciones de extirpar a los viejos revisionistas y sepultarlos definitivamente. <br /><br />Agosto 2009Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-69973150039021115752009-10-18T03:50:00.000-07:002009-10-18T03:57:16.830-07:00EDITORIALContra todos los engaños y las represiones del régimen del APRA / Fujimorismo / PPC - UN / UPP / y otros; contra todas las mecidas y corrupciones de los gobiernos regionales y municipales; contra las negociaciones serviles y los pactos entre la burocracia sindical, los capitalistas y el gobierno, nuevamente se alzó en los últimos meses el movimiento auténtico y radical de los explotados: la huelga indefinida en Canchis (Sicuani), Andahuaylas, Yauli (La Oroya) y más que ningún otro el levantamiento amazónico con centro en Bagua, que volvieron a plantear una vez más, en el inevitable terreno de la lucha de clases, quién debe decidir, qué clase avanza y qué clase retrocede, cómo deben defenderse los derechos e intereses de los trabajadores.<br /><br />Ya había sucedido durante el 2008 en Moquegua y Canchis, con la masiva movilización combativa de pueblos que toman el control de sus centros urbanos, llegando a neutralizar a las fuerzas represivas del Estado de la burguesía. Con tales ejemplos de lucha y firmeza, se repiten estos movimientos en distintos puntos del territorio, siempre reprimidos sangrientamente por la Policía y eventualmente por el mismo Ejército.<br /><br />Presionados por la inmensa mayoría del pueblo solidario con las luchas, la dirección del movimiento obrero y popular, es decir la alta burocracia de la CGTP y la CUT, llegó a anunciar un Paro Nacional para los días 7, 8 y 9 de julio. Esta medida, limitada y por tanto inocua en último sentido, hubiera sido inédita por su envergadura ya que nunca se ha llevado a cabo en el país; sin embargo, mostrando su verdadera faz y naturaleza contraria al combate anticapitalista, la burocracia sindical desconvocó la paralización y la reemplazó por llamamientos a unas enésimas infructuosas marchas.<br /><br />Como sustitución del combate y señuelo hacia las masas, estas dirigencias conformaron en aquellos días el Frente Nacional por la Vida y la Soberanía, una ampliación (con Aidesep y otras asociaciones) de la alianza que la burocracia y los partidos oportunistas de raíz proletaria mantienen con el Partido Nacionalista burgués en la Coordinadora Político Social (CPS). De esta manera, la lucha de los oprimidos es reemplazada por una extensión del contubernio que tales cúpulas claudicantes mantienen con una pequeña fracción nacionalista de la burguesía peruana, alianza cuyo único objetivo es engendrar gobiernos municipales, regionales, y un gobierno central que administren este Estado como siempre a favor de la burguesía en el poder.<br /><br />Desde esta tribuna de prensa que brega por los genuinos intereses del campo de los trabajadores, llamamos a las bases de todas las organizaciones obreras y populares que se encuentran en el FNVS, a romper - y obligar a sus propios líderes a romper - todo vínculo con el aparato del nacionalismo humalista y con cualquier otra expresión política burguesa, para poder encaminarnos hacia la construcción de organismos de poder obrero y popular como las asambleas populares y una Asamblea Popular Nacional. Sólo así, con una lucha que sea independiente de la clase dominante y de sus instituciones, podemos abrirnos una perspectiva de victoria.<br /><br />Esta política proletaria de construcción de organismos de poder de las masas, está reñida con las pretensiones de reemplazar a este gobierno por otro de su misma naturaleza de clase, como actualmente es el caso de la demanda de una Asamblea Constituyente. Una Asamblea Constituyente hoy en día sólo serviría para continuar frenando el potencial combativo de los pueblos y desviar el combate clasista hacia el callejón sin salida de la demagogia y el democratismo de algunos sectores burgueses y pequeño-burgueses, enemigos de que las masas organizadas y movilizadas levanten su propio poder hacia el establecimiento de un Estado de los trabajadores.<br /><br />En la orilla de enfrente de una política clasista y revolucionaria, está desgraciadamente la política oportunista electorera de los líderes de las organizaciones obreras y de los partidos seudo-socialistas. Teniendo la posibilidad de dirigir el caudal popular a la conquista de sus altos objetivos, prefieren siempre marchar detrás de uno u otro caudillo ajeno a las organizaciones proletarias, como Ollanta Humala (o el cura Arana de la reaccionaria Iglesia Católica…). El caso de Humala es especialmente grave, pues ha sido Capitán contrasubversivo sindicado como masacrador. <br /><br />Frente al presente régimen que continúa rematando el país a las trasnacionales del gas, del petróleo, de la minería, la energía, las telecomunicaciones, los transportes…, la dirigencia de la principal organización proletaria, la CGTP, tiene el deber de recoger la masiva voluntad de lucha existente y convocar una Huelga General Indefinida que pueda abrir el cauce para un Gobierno obrero, campesino y popular. Mario Huamán (PC), Olmedo Auris (Patria Roja), todos aquellos que pasan años en los medios de prensa y foros en componendas con la clase dominante, socavando la unidad y extensión de nuestras luchas, están obligados a responder por sus claudicaciones y a desocupar los puestos desde los que manipulan permanentemente las causas populares.<br /><br />"Tribuna Clasista" Nº 5 - Octubre 2009Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-31724730548014274902009-03-02T02:17:00.000-08:002009-03-06T20:41:04.892-08:00EDITORIAL<div style="TEXT-ALIGN: justify"><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(204,0,0)">(Tribuna Clasista Nº 4 - feb 2009)</span><br /><br />Parece haber transcurrido mucho más de 4 o 5 meses desde que sectores obreros y populares mantuviesen en zozobra al gobierno en todas partes. La huelga médica, las luchas sindicales de Nestlé o Papelera Atlas, de los gremios de docentes y estudiantes universitarios, los paros regionales, los levantamientos en la Amazonía y en Canchis - Cusco, las movilizaciones campesinas, todo con el telón de fondo de la crisis de corrupción ministerial y del máximo desprestigio del gobierno aprista sostenido por el fujimorismo, Unidad Nacional y UPP.<br /><br />La sensación de lejanía obedece a que esa situación, de características pre-revolucionarias, se esfumó raudamente en los meses siguientes, cuando la dirigencia de las organizaciones más importantes de las masas priorizó como siempre la conciliación y la tregua al gobierno, en este caso a su nuevo mascarón de proa Yehude Simon. Es lo que ha venido sucediendo desde los tiempos de Toledo, a quien año tras año se le perdonó la vida en lugar de derribarlo, pues las cúpulas de la CGTP y la izquierda declaraban “no querer que el gobierno fracase”, mientras esperaban poder sacar partido particular de las elecciones del 2006.<br /><br />Esta tradicional política de colaboración práctica con los partidos burgueses y su régimen, necesita imperiosamente de dos tipos de medidas que la burocracia sindical y política está acostumbrada a implementar. Unas son las medidas de 1 día, como el Paro Nacional del 9 de julio o la “jornada de lucha” del 7 de octubre, con las que se busca aparecer como una dirigencia combativa, pese a que el carácter testimonial y castrante de estas medidas les quita auténtico valor para la acumulación política de las masas. Otras son las operaciones electoralistas entre jerarquías, como la Coordinadora Político Social y la Asamblea Nacional de los Pueblos.<br /><br />La CPS ha pretendido ser una nueva Izquierda Unida de contubernio reformista – nacionalista burgués, promovida por el PC, Patria Roja y sus satélites. Sin embargo, y pese a ser aclamado por el reformismo como su nuevo líder, el represor Ollanta Humala no ha dudado en desinflar las ilusiones de esa izquierda procapitalista, señalando que a lo más cederá algunos cupos parlamentarios en la lista del PNP.<br /><br />La Asamblea Nacional de los Pueblos, proyecto publicitado como un organismo que represente a todo el movimiento obrero y popular, viene siendo desde ya una nueva operación burocrática sin participación de las bases en lucha, sin ninguna pretensión de enfrentar a la clase dominante para derrotarla, y además pensada explícitamente para integrar a “pequeños y medianos empresarios” y a “ONGs”, “sin renunciar a la democracia representativa” capitalista. En realidad, esta ANP está pensada como un nuevo armazón electoralista 2010 - 2011, indispensable para los aparatos oportunistas tradicionales, hoy débiles.<br /><br />La clase obrera y el pueblo necesitamos nuestra <span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(153,0,0)">Asamblea Popular</span>, pero como <span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(153,0,0)">organismo de poder</span>. Sólo construyendo ese poder unitario de los explotados, desarrollándolo en todo el país y planteándonos derribar el dominio de la burguesía, todas las luchas sectoriales de las ciudades y del campo pueden encontrar sentido, y todo sacrificio tener una perspectiva de victoria. Impulsando la formación de <span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(153,0,0)">asambleas populares con democracia proletaria</span>, de sus destacamentos de <span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(153,0,0)">autodefensa </span>contra la represión policial y militar, exigiendo la huelga general indefinida, levantando un <span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(153,0,0)">programa revolucionario</span> en torno al cual crear una <span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(153,0,0)">organización política revolucionaria de los trabajadores</span>, que hoy no existe. Pero no malgastando y desviando las luchas hacia el callejón sin salida de la conciliación con el gobierno y del seguidismo electorero al nacionalismo burgués, bajo consignas como la Asamblea Constituyente o la Revocatoria Presidencial.<br /><br />Tribuna Clasista invita a los grupos, compañeros y compañeras combativos, que consideren tener coincidencias básicas con nosotros, a que se expresen en esta revista. En este número publicamos el documento de los compañeros del <span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(153,0,0)">“Movimiento por un Partido de la clase trabajadora de la ciudad y el campo”</span>, que levantan una plataforma con demandas importantes.<br /><br />Sin embargo, el documento tiene una orientación general hacia <span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(153,0,0)">“la nación”</span>, que no podemos compartir. No son “la nación” - que incluye a la clase dominante – los explotados que un partido de los trabajadores debe representar; son las masas oprimidas por el imperialismo y la burguesía lacaya. Es el frente único proletario el que debe ponerse en práctica para encarar al enemigo, y no algún frente único con eventuales sectores burgueses que puedan esgrimir una demagogia “antiimperialista”. La estrategia de la revolución proletaria impone la más <strong><span style="color:#990000;">e</span><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(153,0,0)">stricta política de independencia de clase</span></strong>, si los trabajadores queremos unidad, fuerza y victorias. Es con la política revolucionaria que se marcha a la organización de un partido, sin contemplar únicamente reivindicaciones de carácter democrático o económico limitado, ni organizar políticamente a los trabajadores alrededor de una u otra fracción minoritaria de las burocracias sindicales.<br /><br /><div style="TEXT-ALIGN: right"><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(204,0,0)">Febrero 2009</span> </div></div>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-47063448141006149052009-03-02T02:01:00.000-08:002009-03-02T21:39:19.741-08:00PROGRAMA REVOLUCIONARIO DE ACCIÓN<div style="TEXT-ALIGN: center"><span style="font-size:100%;"><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)"><br /><br />CONTRA EL IMPERIALISMO, CONTRA TODAS LAS ORGANIZACIONES DE LA CLASE DOMINANTE, CONTRA LAS BUROCRACIAS SINDICALES Y CONTRA EL IZQUIERDISMO REFORMISTA PROCAPITALISTA</span><br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">¡CONSTRUIR EL PODER DE TODOS LOS TRABAJADORES </span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">PARA DERRIBAR AL GOBIERNO, AL CONGRESO </span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">Y AL PODER JUDICIAL!</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">¡POR UNA ASAMBLEA POPULAR NACIONAL </span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">Y UN GOBIERNO OBRERO, CAMPESINO Y POPULAR!</span></span><br /></div><br /><div style="TEXT-ALIGN: justify"><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">1. </span>Para que el imperialismo no siga sangrando permanentemente a nuestro pueblo con miles de millones de dólares que pagan los explotados con su trabajo cotidiano: Desconocimiento de la deuda externa.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">2. </span>Para quebrar la sumisión ante imperialismo y ante sus lacayos burgueses: Ruptura con la OEA, el FMI, el Banco Mundial, el BID, la OMC y el APEC. Ni Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, China y otros países, ni bloques económicos de las burguesías sudamericanas (CAN, MERCOSUR, ALBA).<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">3. </span>Para impedir que el imperialismo continúe saqueando el país y expoliando a los trabajadores: Expropiación de las empresas imperialistas.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">4. </span>Para detener el aumento del desempleo y el encarecimiento de los servicios públicos: Alto a las privatizaciones y concesiones. Re-estatizacion sin pago y bajo control de los trabajadores, de las empresas privatizadas.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">5. </span>Para establecer la base de una economía en beneficio de la clase obrera y el pueblo: Estatización sin pago, y bajo control de los trabajadores, de la banca y la gran empresa. Control obrero sobre la producción de todas las empresas.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">6. </span>Para que la clase dominante no amase gigantescas fortunas traficando internacionalmente con lo producido por las masas trabajadoras: Estatización del comercio exterior.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">7. </span>Para acabar con el empobrecimiento generalizado y la miseria: Salario mínimo que cubra la canasta familiar: S/. 2000. Aumento general y proporcional de sueldos y pensiones menores de S/. 2.500. Homologación de todos los servidores públicos para terminar con los privilegios y las planillas doradas.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">8. </span>Para terminar con la demagogia politiquera sobre la supuesta creación de puestos de trabajo: Plan general de obras publicas para un pleno empleo de calidad.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">9. </span>Para conquistar y reconquistar derechos fundamentales de los trabajadores: Completa estabilidad laboral. Negociación colectiva. Nombramiento de los contratados y reposición de los despedidos. Eliminación de los services. Jubilación a los 55 años. Vigencia de todos los derechos sindicales.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">10. </span>Para mejorar las condiciones de salud y educación para el pueblo: Seguro Social completo y universal. Eliminación de las AFP. Salud y Educación completamente públicas, gratuitas y de calidad, bajo control de las organizaciones populares. Un 12% del PBI para Salud y un 12% para Educación. Gobierno triestamental con mayoria estudiantil en las universidades.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">11. </span>Para empezar a solucionar el dramático problema de vivienda: Plan masivo de construcción y acceso automático a la vivienda, amortizada según las reales posibilidades del pueblo.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">12. </span>Para garantizar un acceso masivo a la movilidad: Petróleo y combustibles a precios populares. Transporte urbano estatal con tarifas mínimas y medio pasaje juvenil hasta los 25 años.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">13. </span>Para mejorar en general nuestras condiciones de vida: Tarifas mínimas en electricidad, agua, teléfono y todos los servicios públicos, bajo control obrero y popular.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">14. </span>Para soldar la alianza de la clase obrera con el campesinado en el movimiento popular: Defensa irrestricta de los cultivos de hoja de coca. Tierra, financiamiento sin usura y asistencia técnica gratuita para el campesino. Colectivización de la gran propiedad rural.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">15. </span>Para que el Estado burgués no sobrelleve su crisis a costa del nivel de vida de las masas: Ningún nuevo impuesto contra el pueblo. Exoneración de impuestos y condonación de deudas para los trabajadores, el microcomercio y la microproducción.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">16. </span>Para restituir sus derechos a los pueblos de las Regiones: Descentralización real, con canon y soberanía económica de acuerdo a las necesidades de la población, todo bajo la conducción de las organizaciones populares.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">17. </span>Para terminar con el parasitismo antidemocrático de la oficialidad militar burguesa: Eliminación del presupuesto de las FFAA y Fuerzas Policiales represivas. Fin de los millonarios despilfarros en armamento.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">18. </span>Para terminar con el parasitismo antidemocrático del clero: Eliminación de los privilegios económicos de la Iglesia Católica y de su jerarquía. Expropiación de sus propiedades para usufructo popular.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">19. </span>Para acabar con la burocracia sindical conciliadora y traidora, y contar con dirigentes que luchen consecuentemente por los grandes objetivos de todos los trabajadores: Desburocratizar la CGTP. No a la participación en el Acuerdo Nacional de la burguesía. Levantar una nueva dirección sindical clasista revolucionaria. Organizar una única Central sindical de masas sobre la base de la CGTP y la CUT.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">20. </span>Para unir a los explotados en organismos verdaderamente representativos que se vayan convirtiendo en el nuevo poder proletario: Impulsar Asambleas Populares, con delegados elegidos y revocables en cualquier momento por las bases. Centralizar las Asambleas en una Asamblea Popular Nacional para construir y asumir el poder, derribar la seudodemocracia burguesa e imponer el Estado y la democracia de los trabajadores.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">21.</span> Para defender las movilizaciones combativas de los oprimidos de la represión del Estado burgués: Organizar los destacamentos de Autodefensa de Masas, que luego se conviertan en Milicias Obreras y Campesinas. Exigir la libertad incondicional para todos los detenidos y presos políticos. Por la eliminación del Ejército y la Policía burgueses mediante la toma del poder.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">22. </span>Para que el pueblo se administre justicia a sí mismo, e impida la impunidad que persiste en la represión y en todos los delitos y crímenes de la burguesía: Crear Tribunales Populares realmente representativos, con miembros elegidos y revocables en las Asambleas Populares.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">23. </span>Para establecer un gobierno que nos represente verdaderamente a los trabajadores, que expropie a los imperialismos, a las burguesías extranjeras y a la burguesía peruana, encabezando un Estado de los Trabajadores: Fuera el Gobierno, el Congreso y el Poder Judicial. Huelga General Indefinida. Luchar por un Gobierno Obrero, Campesino y Popular.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">24. </span>Para generar una nueva dirección política de los trabajadores; para deslindar con el oportunismo de las organizaciones reformistas, que atan a las masas a los intereses de cualquier sector de la burguesía mediante su política de conciliación de clases en “frentes populares, progresistas y de izquierda"; y para asegurar el triunfo histórico de los trabajadores sobre la clase dominante, en éste y en todos los países: Construir un partido obrero revolucionario, leninista - trotskista, que sea sección de una Internacional obrera revolucionaria - partido mundial de la revolución socialista.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">25. </span>Fuera tropas imperialistas de Irak, de Afganistán, de Medio Oriente, de Bosnia, Kosovo, Chad, Costa de Marfil, Haití, Georgia y de todos los países semicoloniales. Cierre de todas las bases imperialistas, empezando por la de Guantánamo. Combatir a la ONU, cónclave de los amos imperialistas. Derecho de autodeterminación nacional para los pueblos oprimidos y colonizados. Destrucción del Estado Sionista de Israel y creación de una Palestina laica, multiétnica y socialista. Por una Federación Socialista de América Latina. Por la Revolución Socialista Mundial.<br /><br /><div style="TEXT-ALIGN: right"><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(0,0,0)">Enero 2009</span></div><div style="TEXT-ALIGN: right"><strong></strong></div><div style="TEXT-ALIGN: right"></div><div style="TEXT-ALIGN: right"><strong></strong></div><div style="TEXT-ALIGN: right"></div><div style="TEXT-ALIGN: right"><strong><span style="font-size:130%;">Colectivo Revolución Permanente en el Perú</span></strong><br /></div><br /><div style="TEXT-ALIGN: center"><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)"><span style="COLOR: rgb(0,0,0)">¡</span>Por el camino de Lenin y Trotsky</span><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(0,0,0)">!</span><br /></div><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold"><span style="COLOR: rgb(255,0,0)">NUESTRA TAREA:</span> DERRIBAR EL CAPITALISMO</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold"><span style="COLOR: rgb(255,0,0)">NUESTRO OBJETIVO:</span> EL SOCIALISMO</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold"><span style="COLOR: rgb(255,0,0)">NUESTRA ESTRATEGIA:</span> LA REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL </span></div>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-17425979611346433302009-03-02T01:53:00.000-08:002009-03-02T02:24:12.829-08:00Declaración sobre el genocidio en Gaza (COREP Enero 2009)<div style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);"><br /><br />¡Victoria de la resistencia palestina!</span><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">¡Cese inmediato de la ofensiva de Israel en Gaza! </span><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">¡Abajo el sionismo y el Estado colonial! </span><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">¡Palestina socialista!</span><br /></div><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);">Nuevos actos de barbarie contra los palestinos</span><br />Los tanques y las tropas sionistas acaban de invadir la Franja de Gaza, después de 8 días de bombardeos intensos en un pequeño territorio muy denso donde están encerradas más de un millón de personas. Pretextando algunos tiros de cohetes artesanales, un ejército sobreequipado interviene fuera de su territorio después de haber destruido una gran parte de las infraestructuras: todos los locales administrativos y también una Universidad, escuelas, carreteras, una clínica... Habría matado ya a 500 palestinos y habría herido a más de 2000. Los hospitales no pueden darse abasto. Para impedir los testimonios sobre su crueldad, el Ejército israelí prohibió a los periodistas y a los diplomáticos entrar en Gaza.<br /><br />El Gobierno de Olmert, un personaje convicto de corrupción, opera con el apoyo explícito de la administración Bush y el implícito de Obama, según una entrevista concedida por su consejero mientras el futuro Presidente jugaba al golf en Hawai:<br /><br />Eh.. bien, es cierto que el Presidente elegido es consciente de que existe una relación particular entre Israel y los Estados Unidos. Es un vínculo importante, una relación importante. Y piensa respetarla... Está claro que esta situación es aún más complicada estos dos últimos días, o incluso estas últimas semanas. Como Hamas reanudó los lanzamientos de cohetes, Israel respondió. (David Axelrod, CBS, 28 de diciembre de 2008)<br /><br />Para preparar su nueva masacre, Israel había acentuado el bloqueo con la complicidad del Gobierno Moubarak de Egipto, que cerró su frontera en Rafah. Debido al bloqueo israelí, el desempleo estaría afectando a un 50% de la clase obrera y la Franja de Gaza depende de la ayuda internacional (en la medida que Israel lo tolera). La población sufre cortes de electricidad de 10 horas al día y sólo tiene agua una vez por semana. Gaza carece totalmente de medicamentos y la desnutrición crece.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);">Israel está basado en la colonización y genera inevitablemente la guerra</span><br />Pretextando la exterminación de judíos europeos por el nazismo, los sionistas, que habían buscado acuerdos con Hitler, recurrieron después de la Segunda Guerra Mundial al terrorismo en Palestina y la colonizaron, con el apoyo de las grandes potencias como los Estados Unidos y la URSS, que no habían hecho nada contra el antisemitismo criminal del Estado alemán y de sus comparsas como el Estado francés.<br /><br />El Estado fundado en 1948 transformó a una pequeña parte de los judíos del mundo en opresores. Transformó a los antiguos habitantes de Palestina y a sus descendientes en ciudadanos israelíes discriminados y en habitantes de dos grandes guetos separados por Israel (la Franja de Gaza y Cisjordania) que están bajo su amenaza militar permanente; en refugiados oprimidos en campos mal tolerados por los Estados burgueses árabes vecinos, donde fueron destrozados desde todas partes por la reacción árabe en un momento u otro (Líbano, Jordania, Siria).<br /><br />Israel es una sociedad capitalista con una economía de transfusión y fuertes desigualdades, con características militaristas, clericales y racistas. Israel, que posee "armas de destrucción masiva", construye en los "Territorios de la Autoridad Palestina" un muro que confisca aún más tierras y obstruye la economía de esos territorios. La colonización continúa en Jerusalén y Cisjordania. Cada año, el ejército de ocupación mata a cientos de palestinos, algunos miles son arrestados, algunos cientos de miles son humillados.<br /><br />Toda la experiencia prueba que la coexistencia de dos Estados supuestamente iguales (Resolución 1397 de la ONU) es una superchería, puesto que en la práctica, uno de ellos (Israel) bloquea la economía del otro (los Territorios de la Autoridad Palestina), mordisquea su territorio, desplaza y secuestra a sus nacionales, le impone guerras periódicas no declaradas: en el 2001, 2002, 2006 y 2009. Israel también invadió el Líbano de 1996 a 2000 y luego de nuevo en el 2006.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);">El callejón sin salida del nacionalismo árabe y del islamismo</span><br />Los palestinos han sido hasta el presente llevados al error por organizaciones controladas por la burguesía palestina, sujetas a los Estados vecinos (Egipto, Irán, Irak, Siria...). Debido a las traiciones de la burocracia de la URSS, y a la subordinación a la burguesía local de los partidos "comunistas" de Palestina y del resto de los partidos estalinistas de Medio Oriente, los Palestinos nunca han poseído un partido obrero revolucionario e internacionalista capaz de dirigir la lucha nacional, basándose en la clase obrera y el campesinado pobre de toda la región.<br /><br />Cuando Palestina devino una llama revolucionaria al final de los años sesenta, todos los componentes de la OLP (Fatah, FPLP, FDLP...) se engañaron con el terrorismo pequeño-burgués (secuestro aéreo, asesinato de deportistas...), negándose al mismo tiempo a luchar por la caída revolucionaria de los regímenes árabes vecinos, todos partidarios del capitalismo y enemigos de la clase obrera. El resultado fue que las tropas de la monarquía de Jordania, las bandas fascistas del Líbano y la soldadesca del régimen del Baaz, por turno, aplastaron a los combatientes palestinos y destrozaron a los refugiados de los campos. Cuando las masas palestinas, incluyendo a las mujeres y a los jóvenes, se alzaron espontáneamente en diciembre de 1987 (Intifada), la OLP se comprometió con el reconocimiento de Israel, bajo la presión de la URSS que multiplicaba entonces las concesiones a los Estados Unidos:<br /><br />Durante una reunión en el Kremlin con Yasser Arafat, el Presidente de la Organización para la Liberación de Palestina, el Sr. Gorbachov mencionó los derechos de Israel en sucesivas ocasiones en los términos siguientes, según la Agencia Tass: <span style="font-style: italic; font-weight: bold;">"el pueblo palestino tiene el derecho a la autodeterminación en la misma medida que el pueblo de Israel"</span>. (The Nueva York Times, 11 de abril de 1988)<br /><br />Basados en las sucesivas derrotas de los palestinos, en la restauración del capitalismo en Rusia y China, los Estados Unidos, las otras potencias imperialistas y el régimen egipcio de Moubarak exigieron en nombre de la ONU el reconocimiento de Israel. En 1993, a cambio de un seudo-Estado, Arafat y Fatah capitularon ante el imperialismo para luego derogar la "Carta Palestina" en 1996. El FPLP y el FDLP siguieron siendo miembros de la OLP junto con el Fatah después de esta traición histórica.<br /><br />De allí proviene el desarrollo de Hamas (ex - Hermanos Musulmanes), un partido clerical y racista que rechaza toda presencia de judíos en Palestina (aunque allí siempre ha existido) y que se ha mostrado más eficaz reprimiendo a las mujeres, a los trabajadores y a los jóvenes en la Franja de Gaza, que contra el ejército sionista. En realidad, el partido clerical acepta también la colonización de la mayor parte de Palestina, a condición de que se limite a las fronteras de 1967.<br /><br /><span style="font-weight: bold; font-style: italic;">"Aceptamos un Estado palestino en las fronteras del 4 de junio de 1967..."</span>, afirmó Mechaal en Damasco. Respondía así a las propuestas de Jimmy Carter. El ex - Presidente norteamericano emprendió la semana pasada una gira a Oriente Próximo destinada a convencer a Hamas de que apoye las negociaciones de paz israelíes - palestinas. (Le Figaro, 24 de abril de 2008)<br /><br />En los países imperialistas, ya corrompidas las direcciones sindicales, los partidos resultantes del estalinismo y los partidos socialdemócratas apoyaron a la ONU. Sus guardaflancos seudotrotskistas capitularon ante el islamismo (morenistas, cliffistas, pablistas, lambertistas....) o ratificaron la colonización sionista (grantistas, hardystas, pablistas, altamiristas, robertsonistas...).<br /><br />Tanto el Fatah de Abbas como el Hamas de Mechaal son incapaces de convocar a los trabajadores judíos así como a los trabajadores árabes, persas, turcos y kurdos de la región, ya que son ambos partidarios de la propiedad privada de los capitalistas y grandes propietarios de bienes inmuebles.<br /><br />Los Hermanos Musulmanes durante años fueron alentados por Israel contra la OLP. Hamas, su resultante, es financiado por el régimen capitalista y reaccionario de Arabia Saudí, aliado de los Estados Unidos, opresor de las mujeres, explotador innoble de los trabajadores inmigrantes (entre ellos los palestinos), y por el régimen capitalista y clerical de Irán que apoyó la intervención imperialista en Irak, que oprime a sus minorías nacionales (incluidos los kurdos), que reprime las huelgas obreras y propaga el antisemitismo.<br /><br />Los cohetes lanzados por Hamas desde Gaza afectan a la población civil de Israel. Estos últimos años, las milicias del Hamas, Fatah, el FPLP y el FDLP también han recurrido a atentados suicidas contra la población civil judía, en vez de armar a la población palestina y movilizar a los trabajadores egipcios, libaneses, jordanos, sirios...contra el ejército sionista y contra los regímenes árabes cómplices.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);">Por el frente único obrero en defensa de los palestinos</span><br />No hay ninguna igualdad entre un Estado que coloniza, que bloquea, que bombardea y que invade, y un pueblo oprimido que se defiende mal que bien. Ninguna confianza puede ser concedida a la ONU que ha reconocido la colonización desde 1948, a Estados Unidos (que financia y arma a Israel), a la Unión Europea (en la que sus principales miembros arman a Israel), ni a Egipto, Katar, Turquía...<br /><br />Para defender a los palestinos, los trabajadores y las trabajadoras deben exigir la solidaridad urgente y efectiva de todas las organizaciones obreras de todos los países, para manifestarse en Israel mismo y ante las Embajadas de Israel del mundo entero, por el cese inmediato de la intervención militar, por impedir la entrega de armas a Israel, por proporcionar comida, medicamentos y equipos a la población, y ayudar por todos los medios a los combatientes palestinos:<br /><br /><div style="text-align: center; font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">¡Retirada inmediata de los tanques y tropas israelíes! ¡Cese inmediato de los bombardeos en Gaza! ¡Supresión del bloqueo de Gaza y Cisjordania!<br /><br />¡Destrucción del muro del apartheid! ¡Liberación de todos los presos palestinos!<br /><br />¡Ningún arma, ninguna ayuda militar a Israel! ¡Retirada de las tropas imperialistas de Líbano e Irak! ¡Cese de las amenazas imperialistas hacia Irán y Siria!<br /></div><br />La mejor ayuda a los palestinos es la lucha para derrocar al Gobierno belicista de Israel y a los Gobiernos que, en los Estados Unidos, Europa, Medio Oriente, sostienen al Estado sionista.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(153, 0, 0);">Por una Palestina unificada, laica, multiétnica; por la revolución socialista en Medio Oriente</span><br />El fin de la opresión nacional y del racismo antiárabe, el derecho a la vuelta de todos los refugiados, la igualdad de los derechos para todos los que quieren vivir en Palestina, judíos y árabes, hombres y mujeres, cristianos, israelíes, musulmanes y ateos, pasan por el derribamiento del Estado sionista y por la instauración de una Palestina laica y multiétnica en todo el territorio de Palestina. Esa Palestina sólo podría nacer bajo la forma por un Estado de obreros y campesinos, porque la única clase capaz de realizar esta obra histórica es el proletariado, porque el único método es la revolución socialista y la única perspectiva viable para tal Palestina es la creación de la Federación Socialista de Medio Oriente.<br /><br />Por eso es necesario que las trabajadoras, los trabajadores y los jóvenes árabes de la Palestina ocupada y de los "Territorios" rompan con Fatah y Hamas, que los traicionaron y los traicionarán más, para construir un partido obrero revolucionario que atraerá a las trabajadoras y a los trabajadores hebreos que rechazan el sionismo, que establecerá vínculos por una Internacional obrera revolucionaria, con las trabajadoras y los trabajadores de Egipto, Turquía, Irán, Irak...y también con los de Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, España...<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">¡Proletarios de todo el Medio Oriente, únanse!</span><br /></div><br />05 de enero de 2009<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Colectivo Revolución Permanente</span><br /><span style="font-weight: bold;">(Francia, Perú, Austria)</span><br /><br /><a href="http://www.revolution-socialiste.info/CoReP.htm">http://www.revolution-socialiste.info/CoReP.htm</a><br /><br /></div>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-88110229117285821662009-03-02T01:47:00.000-08:002009-03-02T02:24:36.172-08:00Sobre la Independencia Política del Proletariado (I)<span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);"></span><div style="text-align: right;"><span style="font-weight: bold; font-style: italic;"><br />“Reformistas hay en todos los países pues la burguesía trata por doquier de corromper de uno u otro modo a los obreros y hacer de ellos esclavos satisfechos que no piensen en destruir la esclavitud” </span><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">(Marxismo y reformismo 1913 – V. I. Lenin)</span><br /></div><br /><div style="text-align: justify;">Que el capitalismo ha llevado a la humanidad a una crisis generalizada es un hecho que nadie en su sano juicio sería capaz de cuestionar, que las crisis financieras no son accidentes del sistema sino manifestación de sus contradicciones internas sólo la burguesía parásita y sus voceros pueden negarlo como quien tapa el sol con un dedo. El capitalismo en descomposición y las crecientes penurias que significa para los trabajadores del mundo han creado las condiciones objetivas para que el Proletariado internacional sea cada vez menos tolerante frente al dominio burgués empujándolo a asumir progresivamente su papel como la clase más revolucionaria de la historia. Sin embargo, un obstáculo que se interpone y retrasa el proceso de concientización y organización revolucionaria de los trabajadores son sus dirigencias traidoras que permanentemente los conducen por caminos conciliadores y reformistas promoviendo “salidas” inscritas dentro de la “sacrosanta” legalidad burguesa que conllevan a la parálisis y retroceso del movimiento obrero.<br /><br />Si aceptamos que más un siglo de lucha proletaria ha permitido acumular numerosas e importantes lecciones políticas, entonces lo más lógico será evaluar la evidencia concreta y no comenzar de cero pretendiendo reinventar la pólvora.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">Ebullición social sin dirección revolucionaria:</span><br />En el Perú, Latinoamérica y el mundo los últimos años se han venido produciendo cada vez más frecuentes e intensas manifestaciones de lucha del Proletariado, como consecuencia de las condiciones objetivas que hace bastante tiempo han alcanzado el punto de maduración necesario para obligarlo a salir del desconcierto en que se sumió luego de los triunfos de la restauración capitalista.<br /><br />Enfoquémonos por un momento en el caso peruano, sobre el despertar del movimiento de masas podemos afirmar enfáticamente que todas las movilizaciones, huelgas, tomas de puentes y carreteras que los últimos años remecieron la escena nacional han carecido de la influencia efectiva y directa de una o más organizaciones verdaderamente socialistas o comunistas, encontrándose huérfanas de la ideología y la estrategia que hubiese permitido convertirlas en fermento de un incontenible ascenso revolucionario.<br /><br />Por desgracia hoy la gran mayoría de elementos que deberían estar al servicio de la Revolución proletaria si tomamos en serio su discurso, se encuentran hundidos en el sectarismo o sirven como braceros dentro de las maniobras oportunistas del reformismo en su afán desesperado por anexarse a un cuerpo político mayor y establecer cierta presencia crítica, es decir, su incapacidad para trazar una vía de real avance revolucionario los ha llevado a jugar el triste papel de “rebeldes” estériles o peones desechables.<br /><br />Por su parte los burócratas de la CGTP y la CUT vienen boicoteando la creciente disposición combativa de las bases, adoptando una política colaboracionista verificable en su participación dentro del reaccionario Acuerdo Nacional y luego en la Coordinadora Política Social, así como en su permanente negativa a llamar a la huelga general indefinida.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">La lección Bolchevique:</span><br />Una muestra de la incuestionable importancia que tiene la independencia política de clase para la marcha exitosa del Proletariado hacia su emancipación constituye la línea política Bolchevique, la cual a pesar de surgir en un contexto histórico donde era posible reconocer la presencia de sectores burgueses relativamente progresistas en relación al absolutismo Zarista, siempre tuvo como premisa fundamental una clara definición clasista a diferencia de los mencheviques. Lenin supo ver tempranamente que la coexistencia de estas dos fracciones al interior del POSDR era simplemente inaceptable, cualquier intento de conciliación entre ambas hubiese significado sacrificar el norte político revolucionario.<br /><br />Las aspiraciones Bolcheviques nunca estuvieron encadenadas a los intereses de la burguesía, tal como sucedía con los mencheviques quienes argumentaban que el atraso del país representaba un obstáculo para que el Proletariado condujese la Revolución Rusa; para ellos la única alternativa “real” era colocarse a la cola de la burguesía liberal. Totalmente opuesto a esta concepción se encontraba Lenin quien tenía puesta la mirada en el establecimiento de una dictadura democrática proletaria campesina, consiente que la burguesía rusa era incapaz <span style="font-style: italic; font-weight: bold;">“…por su situación de clase, de librar una lucha decisiva contra el zarismo…”</span> ya que tenía <span style="font-style: italic; font-weight: bold;">“…demasiada necesidad del zarismo, con sus fuerzas policiaco-burocráticas y militares, contra el Proletariado y los campesinos...”</span><span style="font-weight: bold;">.</span> (Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática - 1905)<br /><br />León Trotsky por su parte llevó más lejos su tendencia clasista, para él era incorrecto pensar que los campesinos desarrollarían un papel político dirigente dentro de la Revolución, señalando categóricamente que era el Proletariado quien tenía la obligación de realizar todas las tareas democráticas pendientes a través de su dictadura.<br /><br />El stalinismo por décadas diseminó el mito del presunto antagonismo entre Lenin y Trotsky. Al respecto este último absolvió cualquier duda legítima o maliciosa en numerosas oportunidades, citemos sólo una de ellas considerando que viene al tema que nos atañe ahora: <span style="font-style: italic; font-weight: bold;">“La fórmula de ‘gobierno obrero y campesino’ aparecida por primera vez en 1917 en la agitación de los bolcheviques fue definitivamente admitida después de la insurrección de Octubre. No representaba en este caso más que una denominación popular de la dictadura del Proletariado, ya establecida. La importancia de esta denominación consiste sobre todo en que ponía en primer plano la idea de la alianza del proletariado y de la clase campesina colocada en la base del poder soviético”</span>. (Programa de Transición - 1938). Más claro ni el agua.<br /><br />Sin bien ambos líderes, habían planteado dos proyecciones distintas respecto a la revolución venidera, ambas por su esencia estaban destinadas a unificarse y así sucedió; la posición indoblegable de Lenin sobre la necesidad de contar con un Partido sólido, disciplinado, con un discurso y una línea de acción intolerante con el oportunismo conciliador era perfectamente compatible con la clara definición hecha por Trotsky del carácter de clase de la Revolución: ¡No había antagonismo! Fueron estas contribuciones revestidas de sentido internacionalista las que colocaron al Proletariado ruso en condiciones de coronarse con la victoria y de aspirar a convertirse en artífice de la chispa que encendería la llama revolucionaria por toda Europa y el mundo.<br /><br />El 24 de abril de 1917 en medio del repudio popular a una guerra que había cobrado millones de vidas, se realizó la VII Conferencia Bolchevique más conocida como "La Conferencia de Abril", en la que se llamó a luchar contra el gobierno provisional levantando las históricas consignas: "paz, pan y tierra" y "entregar todo el poder a los Soviets”. Los hechos siguientes demostraron más allá de cualquier duda que la independencia ideológica, política y programática era la clave para construir el poder de los trabadores e iniciar las transformaciones hacia la sociedad comunista.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">Destruir el poder de la burguesía, sin pactos ni concesiones: </span><br />La historia demuestra que en los países coloniales y semicoloniales la tarea de liberación nacional únicamente puede ser realizada por el Proletariado y su vanguardia. Allí donde las revoluciones anticoloniales corrieron a cargo de sectores “progresistas” burgueses y no sirvieron para destruir el capitalismo la sumisión al imperialismo jamás fue quebrada del todo y las aspiraciones de las masas continuaron siendo postergadas.<br /><br />Luego de la Segunda Guerra Mundial se llevaron cabo diversos proyectos “hacia el socialismo” y de liberación nacional, mismos que colocaron el poder en manos de cúpulas burocráticas al mando de regímenes policiacos o de nacionalistas que finalmente recomponían el orden burgués cuando éste se había desarticulado por acción de las masas.<br /><br />Las derrotas del Proletariado internacional ubicables en una de estas dos catastróficas formas fueron consecuencia directa de la ausencia de una dirección políticamente independiente, hostil hacia cualquier forma de conciliación con la burguesía. Por ello nuestra consigna debe ser: combatir con toda energía a quienes autoproclamándose revolucionarios continúan brindando su confianza a supuestos sectores “progresistas” burgueses, a quienes colocan mil y un obstáculos a la Revolución, a quienes obnubilan a las masas con la idea de forjar un bloque antiimperialista policlasista, en definitiva a quienes velan de una u otra manera por la perpetuación del orden burgués. La política a desplegar no es otra que la del frente único proletario en contraposición al frente único antiimperialista planteado por los “socialistas” capituladores, quienes creen que coaligándose con ciertos sectores de la burguesía nacionalista están abonando el terreno donde en algún distante futuro germinará la semilla revolucionaria. En esa línea, todo comunista debe asumir la responsabilidad de repudiar cualquier forma de revisionismo sobre el papel del Proletariado como director de la Revolución. (Continuará en TC Nº 5 Mayo 2009)<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(0, 0, 102);">Autor: Carlos García / Email: carlos_snm@yahoo.es</span><br /></div>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-70539748737553629862008-12-10T20:25:00.000-08:002008-12-10T20:28:06.066-08:00El movimiento de los trabajadores debe mantenerse clasista, independiente y combativoSuperar la dispersión, quebrar la sujeción que las burocracias sindicales y los partidos reformistas ejercen sobre el movimiento de masas, combatir el oportunismo, abandonar el sectarismo y construir un verdadero partido marxista, son tareas que la emergente vanguardia proletaria necesita asumir.<br /><br />Sin embargo, son escasos los grupos u organizaciones que declarándose clasistas, socialistas y hasta comunistas, no bailan al son que toca la vieja burocracia coaligada con la fracción nacionalista de la burguesía. Sacrificando la línea de clase que debería constituir la piedra angular de su política, negando la necesidad de construir un Partido Revolucionario que conduzca al Proletariado hacia su emancipación definitiva.<br /><br />De los despojos del revisionismo stalinista nada podemos esperar, su dependencia de la burguesía y su Estado sólo puede ser combatida. Por lo que la voz de alerta va dirigida a hacia las jóvenes militancias, cuyo potencial se desperdicia gracias a las seniles dirigencias empeñadas en transitar una y otra vez por el rumbo colaboracionista.<br /><br />El discurso reformista apunta a mostrarse como contestatario y polarizador. De hecho, la polarización política es imprescindible y además inevitable, pero no entorno a modelos económicos dentro del marco capitalista, sino entre dos sistemas internacionales que se excluyen por definición: el capitalismo y el socialismo. El reformismo pretende desorientar a las masas y convencerlas de que la contienda se da entre un modelo neoliberal, salvaje y depredador, y otro verdaderamente “democrático” y “participativo”. Por el contrario, para todo revolucionario la polarización responde a los intereses de clase de la enorme masa trabajadora, en choque frontal con los intereses de los distintos sectores de la burguesía, parásita y minoritaria.<br /><br />Los “socialistas” capituladores postulan que es en un frente de conciliación de clases donde debemos confluir todos los opositores al Imperialismo y a su modelo neoliberal, conformando un movimiento para una suerte de “reingeniería” del Estado Burgués, que lo convierta en expresión sublime de una democracia participativa. Así supuestamente avanzaríamos en la lucha por nuestros objetivos de clase. Pero todo esto no es más que una ilusión que desorienta completamente al movimiento obrero y popular, obligándolo a asumir posiciones que lo conducen a la derrota.<br /><br />En lugar de combatir a la clase dominante con una política de frente único proletario, las direcciones de la CGTP, la CUT y los partidos reformistas, han creado la <strong>Coordinadora Político Social (CPS).</strong> Está claro que la CPS nace con el único propósito de que <strong>la burocracia le imponga a las masas una política de colaboración con la burguesía.</strong> Este organismo busca encumbrar como líder electorero al reaccionario Comandante Ollanta Humala, colocándolo sobre la cresta de las crecientes movilizaciones populares. El juego es sencillo: llamar a la “unidad” y contar para las contiendas del 2010 y 2011 con un bloque de “hermandad” antineoliberal. Por tanto, a la CPS debemos verla como es: un aparato pre - electoral que progresivamente irá extendiendo sus tentáculos hacia cualquier espacio opositor al gobierno, burgués o no, con el fin de anexarlo a sus propósitos, tal como ya sucedió con la primera reunión de la Asamblea Nacional de los Pueblos (ANP) donde la vedette de la fiesta fue sin duda el “líder” - candidato, quien abrió esa farsa conciliadora con su acostumbrada perorata.<br /><br />A pesar de esa <strong>unanimidad antineoliberal para la reforma y la supervivencia del Estado burgués</strong>, al interior de estos aparatos jamás encontraremos consensos coherentes, pues los intereses particulares de sus componentes se expresan en sectarismos incurables y rencillas desleales. Lo cual reviste mayor gravedad si consideramos que esto podría arrastrar a la joven generación que por el momento tiene como único referente político a los aparatos revisionistas, o a otros remanentes que ellos dejaron desperdigados por el camino.<br /><br />Como indicador de este riesgo tenemos la convocatoria a la movilización anti-APEC del 22 de noviembre, donde los grupos juveniles convocantes han sido abandonados por las direcciones sindicales que desmovilizan a las bases trabajadoras, pero sin embargo el concierto preparado para la ocasión ha terminado absorbido como parte del mitin de la CPS del viernes 21. En adición, quienes editamos la revista Tribuna Clasista - y otros grupos también - hemos sido incluidos en la propaganda de convocatoria a la movilización del sábado 22, <strong>no habiéndola suscrito</strong>, mientras algunas organizaciones de la CPS aparecen firmando por partida doble o triple. La persistencia de este tipo de métodos stalinistas es una pésima experiencia para los nuevos activistas del movimiento popular.<br /><br />No convocamos oportunistamente a ningún acto con el Partido Nacionalista burgués y su alianza con la traidora burocracia reformista (CPS). Nos ratificamos en la lucha por la formación <strong>de asambleas populares y órganos de autodefensa de masas, por la construcción de un partido revolucionario de todos los trabajadores, por un programa revolucionario para forjar el poder del proletariado y por la huelga general indefinida para materializar ese poder.<br /></strong><br /><br />21 de noviembre de 2008<br /><br />Revista Tribuna Clasista<br />tribuna_clasista@yahoo.esTribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-79639178328367653592008-10-08T04:44:00.000-07:002008-10-08T04:49:08.940-07:00En defensa de la Revolución Cubana<div style="text-align: justify;"><div style="text-align: right;"><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">“El capitalismo se ha sobrevivido a sí mismo como sistema mundial. Ha dejado de cumplir su misión esencial, el incremento del poder y el bienestar humano. La humanidad no puede permanecer en el nivel que ha alcanzado. Sólo un poderoso incremento en las fuerzas productivas y una organización de la producción y la distribución racional y planificada, esto es, socialista, puede asegurar a la humanidad -a toda la humanidad- un nivel de vida decente y al mismo tiempo darle el precioso sentimiento de libertad con respecto a su propia economía. Libertad en dos sentidos -primero que nada, el hombre no estará más obligado a dedicar la mayor parte de su vida al trabajo físico. Segundo, ya no será más dependiente de las leyes del mercado…”</span><br /><span style="color: rgb(255, 0, 0); font-weight: bold;">(León Trotsky, En defensa de la Revolución Rusa, 1932)</span><br /></div><br />La economía capitalista estableció dos clases sociales primordiales: la burguesía y el proletariado, con intereses profundamente distintos e irreconciliables. Ambas clases, la que posee los medios de producción y la que produce mientras vende su trabajo, tienen que crear un estado para gobernar y ver por sus intereses, se crean así la dictadura de la burocracia o la dictadura del proletariado, una ha conducido al imperialismo, la otra debería ser “un puente entre la sociedad burguesa y el socialismo. Su esencia misma le confiere un carácter temporal. El Estado que realiza la dictadura tiene como tarea derivada, pero absolutamente primordial, la de preparar su propia abolición. El grado de ejecución de esta tarea “derivada” verifica en cierto sentido el éxito con que se ha llevado a cabo la idea básica: la construcción de una sociedad sin clases y sin contradicciones materiales. El burocratismo y la armonía social están en proporción inversa el uno de la otra.” (León Trotsky, La revolución traicionada, 1936). Bajo el disfraz de “democracia”, la mayoría de países del mundo está bajo el yugo de la dictadura de la burguesía, pero aun un cuarto de la población mundial vive bajo la dictadura del proletariado, en China, Vietnam, Corea del Norte y Cuba.<br /><br />En Enero de 1959 una guerrilla dirigida por el Movimiento 26 de Julio liderado por Fidel Castro triunfó en Cuba. Este levantamiento popular depuso al gobierno del dictador Fulgencio Batista, títere de EEUU. Para 1962 la burguesía en su mayoría había sido expropiada y las inversiones extranjeras nacionalizadas. Ante la migración de la burguesía y con los elementos de oposición siendo reprimidos, los comandantes del Ejército Rebelde, intelectuales pequeño-burgueses, quedaban aislados en el poder. El carácter del estado había cambiado: se formaba un estado obrero burocráticamente deformado.<br /><br />Fidel Castro no tenía la intención de llegar tan lejos. Su programa político condensado en el “Manifiesto de la Sierra Maestra” de 1957 solo contenía reformas que no alterarían el orden capitalista. Pero las actitudes de Eisenhower y luego los ataques de la administración Kennedy, incluyendo la invasión de la Bahía de Cochinos -Playa Girón-, fueron empujando al nuevo gobierno a mayores nacionalizaciones que exterminarían a la burguesía como clase. Cuba se convertía en un estado obrero deformado, pero no solo por la victoria del M-26 de Julio, la existencia de la Unión Soviética proveía un aliado, una ayuda y un modelo. Al mismo tiempo, la inexistencia de un proletariado organizado que sea un candidato al poder, hizo las cosas factibles para el establecimiento de la burocracia castrista. El Partido Socialista Popular (PSP) había claudicado al capitalismo, renegando ante la intentona de Castro por tomar el Cuartel de Moncada en 1953 y llamando a “elecciones democráticas” en 1958. Entonces, no se puede ver los resultados de la Revolución Cubana como consecuencia de un programa marxista llevado a cabo por Castro y su guerrilla, sino como efecto de un conjunto de circunstancias excepcionales en la historia.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">Cuba y la Unión Soviética</span><br />Durante la época del apoyo de la Unión Soviética el nivel de vida del cubano era mucho mejor al actual. Hasta se derrochaba y se formó, como afirman algunos, una conciencia de la abundancia, llegando al descuido absoluto. Ejemplo son los medios de transporte y la maquinaria industrial.<br />La URSS no solo compraba azúcar, café y tabaco por encima del precio en el mercado, también exportaba muchas cosas a la isla con precios subvencionados. En los 80s el intercambio con la URSS significaba el 36 por ciento del ingreso nacional cubano. El poder adquisitivo de la población era varias veces mayor al actual. El turismo era restringido para los extranjeros pues no había la necesidad de explotar esa industria, con ello también el gobierno prevenía “invasiones ideológicas”. Los cubanos podían ir a sus hoteles, comprar sin restricciones y había mayor apoyo estatal en los servicios básicos.<br />La Unión Soviética colapsa a inicios de los 90s después de una degeneración que venía desde 1924 con Stalin, el Estado obrero soviético se degeneró en una burocracia que dejó de promover revoluciones en países industrializados e hizo totalmente lo contrario, las traicionó. De manera similar que en Cuba, la URSS logró mucho después de desterrar la economía capitalista de su territorio, pudiendo incluso enviar al primer hombre al espacio, brindar educación, techo y sistemas de salud gratuitos a todo ciudadano y ser contraparte al desenfrenado avance imperialista de occidente. Pero sin una industrialización al nivel de los países desarrollados se le hace muy difícil competir en el mercado y termina sucumbiendo a las presiones externas e internas.<br /><br />El gobierno cubano declara el “Periodo Especial” en 1991 cuando la Unión Soviética deja de ayudar. A pesar de que la peor época fue la de inicios de los 90s, la economía cubana aun no se recupera. Las “reformas de mercado” causaron una dolarización de la economía que el estado intentó controlar creando una moneda paralela: el Peso Convertible (CUC), también conocido como “divisa”, esto ha degenerado en mayores diferencias sociales. El gobierno ha intentado disminuir la inversión privada por medio de pactos con China y Venezuela, pero aun así, el común de los cubanos tiene que recurrir muchas veces al mercado negro para procurarse de productos y para generarse ingresos extras.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">Los problemas económicos y la distracción popular</span><br />El Peso Convertible (CUC) es paralelo al Dólar. Así: 1 CUC = 24 pesos cubanos (CUP) = $US 1.20<br />Los cubanos ganan entre 240 y 600 Pesos Cubanos (10 a 25 CUC) al mes. Con este ingreso mensual, los cubanos no podrían ir a las tiendas o negocios que ofrecen servicios y/o productos en “divisa”. Entonces ¿cómo hay largas colas para las tiendas, para los restaurantes o para lugares donde venden postres o perfumes exclusivamente en CUC?<br /><br />El Estado provee una canasta muy básica mensualmente: 3 Kg. de arroz, 2 Kg. de azúcar blanca y prieta (rubia), 1 Kg. de pescado por persona, café, sal, aceite, frijoles, huevos y pan diario. “Para niños de 0 a 13, a embarazadas, y algunas dietas médicas (cáncer, por ejemplo), se distribuye mensualmente una libra de carne de res o de pollo per cápita, pero la distribución no es puntual. Para niños menores de 7 años, un litro de leche de vaca concentrada, un día si y otro no. En casos de los niños no tolerantes a esa leche, se les distribuye leche evaporada. Para diabéticos, embarazadas, y otros enfermos, se distribuye mensualmente un kilogramo de leche en polvo”, dice un informe opositor al régimen<br />(Proyecto Cuba Prensa Libre, http://www.cubafreepress.org/art/cubap971008kk.html, 1997). <br />Niños mayores de 7 reciben yogurt de soya. También existen refugios y lugares que ofrecen comida en forma gratuita, aunque su cantidad se ha visto reducida, dicen algunos por el problema económico, otros porque hay menos necesidad.<br /><br />Para vivir tranquilo el cubano va “inventando”. Según algunas estadísticas, el 35% de cubanos reciben dinero de familiares en el extranjero y 10% trabaja en la industria turística, de mayor crecimiento y salario más atractivo. Los demás se la van buscando. Existe gran porcentaje que depende de la ilegalidad y el mercado negro, como Carlo en Holguín que provee transporte particular a turistas por no menos de 10 CUC por viaje. Otro grupo llega a usurpar del estado para procurarse ese bienestar “por la izquierda”, vendiendo en paralelo lo substraído. Se puede decir que 8 de 10 cubanos "resuelven" de una forma o la otra.<br /><br />Carlo trabajaba para el gobierno y ganaba poco mas de 400 pesos cubanos (alrededor de 17 CUC) al mes. Martín en Santiago de Cuba, quien apoya al régimen, también se queja del sueldo y tiene que alquilar parte de su casa a turistas para generarse un dinero extra. Ambos tienen que tener cuidado con sus peripecias pues existe un llamado “plan maceta” por medio del cual si un cubano esta enriqueciéndose “demasiado” ilícitamente, el gobierno le puede decomisar todas sus pertenencias, sin oportunidad a apelación. ¿Qué tanto es demasiado? Eso depende de la máquina burocrática.<br /><br />Explica Trotsky sobre la URSS y se aplica a cualquier estado obrero deformado: <span style="font-style: italic;">“La autoridad burocrática tiene como base la pobreza de artículos de consumo y la lucha de todos contra todos que de allí resulta. Cuando hay bastantes mercancías en el almacén, los parroquianos pueden llegar en cualquier momento; cuando hay pocas mercancías, tienen que hacer cola en la puerta. Tan pronto como la cola es demasiado larga se impone la presencia de un agente de policía que mantenga el orden. Tal es el punto de partida de la burocracia soviética. ‘Sabe’ a quien hay que dar y quien debe esperar.”</span><span style="font-weight: bold;"> (La revolución traicionada, 1936).</span><br /><br />El Estado está consciente de lo que sucede y, es más, le es conveniente la contradicción. Por un lado imponerse implicaría una protesta masiva, y por otro, la misma burocracia tiene que permitir el mercado negro para no ver amenazada su privilegiada posición. Lo irónico es también que mientras los cubanos fieles a la revolución, aquellos que se aguantan las inclemencias de su economía, no pueden ir a un hotel (en caso tuvieran “divisa”), los “gusanos” que vienen desde Miami pueden hacer lo que quieran.<br /><br />Este “inventar”, este “resolver”, esta sobrevivencia “por la izquierda” distrae completamente la energía, el tiempo de la población, desvía los esfuerzos hacia la informalidad y la viveza en vez del progreso económico, el bienestar comunitario, el avance como sociedad. Al mismo tiempo, al notar que hay una burocracia privilegiada que se legitimiza a sí misma, existe poco interés y deseo por comprender mas allá el problema e intentar darle la solución necesaria.<br /><br />Ya sabemos que Cuba es un estado obrero burocráticamente deformado, donde el Estado subvenciona parte de la canasta familiar, parte del transporte, donde el sistema de salud y el sistema educativo son gratuitos y universales, pero el salario es bajo e insuficiente, paralelo a ello la industria pasa por problemas críticos, la infraestructura de la nación no se ha actualizado en muchos años y otras contradicciones mas que no podremos entender ni solucionar sin una mirada más a la teoría y a la experiencia histórica.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">Lucha de clases, internacionalismo y socialismo científico</span><br /><span style="font-style: italic;"><span style="font-weight: bold;">“La historia de la humanidad es la historia de lucha de clases"</span> </span>afirman Marx y Engels en el “Manifiesto Comunista”, en la lucha uno debe escoger que posición tomar. Las clases se definen por su relación a los medios de producción: los que poseen los medios de producción son la Burguesía, ellos necesitan el trabajo de los obreros, del Proletariado, que a su vez necesitan vender su fuerza productiva para sobrevivir. La revolución socialista debe ser empujada por aquella clase que tiene el interés y la posición en la economía por lograrla: el proletariado. La máquina burocrática que tiene Cuba no es una clase como tal, es una casta parasitaria que tiene las riendas del poder y logra sus privilegios a través de las limitaciones y la dependencia que impone en la mayoría de la población. <span style="font-style: italic;">“La Revolución Cubana verificó en una nueva forma la aseveración de Trotsky de que la burocracia estalinista -correa de transmisión de la presión del mundo burgués hacia el estado obrero- es una formación pequeña-burguesa contradictoria” </span>(Workers Vanguard No. 915, http://www.icl-fi.org/english/wv/915/cuba.html, 2008).<br /><br />En países no completamente desarrollados, donde se destrona a la burguesía del poder, como sucedió en Rusia, China o Cuba, se debe buscar el internacionalismo revolucionario, exportar la revolución, propiciar oportunidades revolucionarias en lugares con mayor industria para poder resolver las carencias que se puedan suscitar. “<span style="font-style: italic;">Marx esperaba… que los franceses comenzarían la revolución socialista, que los alemanes continuarían y que terminarían los ingleses. En cuanto a los rusos, quedaban en la lejana retaguardia. La realidad fue distinta. Tratar, por tanto, de aplicar mecánicamente al caso particular de la URSS en la fase actual de su evolución la concepción histórica universal de Marx, es caer bien pronto en inextricables contradicciones”.</span> <span style="font-weight: bold;">(León Trotsky. La Revolución Traicionada, 1936). </span>Lo mismo sucede con Cuba, como China misma, su desarrollo industrial dista de los países de capitalismo avanzado. El socialismo es compartir la abundancia, no las limitaciones. “<span style="font-style: italic;">el desarrollo de las fuerzas productivas es prácticamente la primera condición absolutamente necesaria (del comunismo) por esta razón: que sin él sí se socializaría la indigencia y ésta haría recomenzar la lucha por lo necesario, y recomenzaría, consecuentemente, todo el viejo caos...”</span>. <span style="font-weight: bold;">(Marx, La ideología alemana, 1846)</span>. La única manera de alcanzar el verdadero socialismo es entonces incrementando la producción, el socialismo debe de iniciarse donde lo mejor del capitalismo ha llegado. <span style="font-style: italic;">“El marxismo considera el desarrollo de la técnica como el resorte principal del progreso, y construye el programa comunista sobre la dinámica de las fuerzas de producción. Suponiendo que una catástrofe cósmica destruyera en un porvenir más o menos próximo a nuestro planeta, tendríamos que renunciar a la perspectiva del comunismo como a muchas otras cosas. Fuera de este peligro, problemático por el momento, no tenemos la menor razón científica para fijar de antemano cualquier límite a nuestras posibilidades técnicas, industriales y culturales. El marxismo está profundamente penetrado del optimismo del progreso y esto basta, digámoslo de pasada, para oponerlo irreductiblemente a la religión /…/ La base material del comunismo deberá consistir en un desarrollo tan alto del poder económico del hombre, que el trabajo productivo, al dejar de ser una carga y un castigo, no necesite de ningún aguijón, y que el reparto de los bienes, en constante abundancia, no exija —como actualmente en una familia acomodada o en una pensión ‘conveniente’— más control que el de la educación, el hábito y la opinión pública.” </span><span style="font-weight: bold;">(León Trotsky, La revolución traicionada, 1936).</span><br /><br />Para perpetuar su régimen burocrático, Stalin creó una teoría opuesta al marxismo: la de “Socialismo en un solo país”, traición de la revolución internacional. Cuba aislada, sin apoyo de las industrias de EEUU o de México, no podrá lograr jamás nivelar su economía y lograr emerger en una economía global cuyas reglas de juego las dictan los países industrializados. A lo más que puede aspirar el cubano sin el apoyo clasista de una potencia industrializada es al ya clásico resistir y en la ayuda que le puedan brindar países amigos como la Venezuela de Chávez o las buenas relaciones con una China que pasa por una etapa critica también. La teoría de la revolución permanente de Trotsky explica la necesidad de un proletariado consciente, dirigido por su vanguardia, a la cabeza de todos los oprimidos en la lucha por el poder y la urgencia de la posterior extensión internacional de la revolución, mas aun en países atrasados económicamente. Trotsky extiende su teoría a partir de la experiencia rusa y la derrota de la revolución china de 1926-1927.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">Por una Revolución Política Obrera</span><br />El gran problema para el gobierno pasa por unificar las monedas, nivelar el peso cubano al convertible, devolver el poder adquisitivo a la población, eliminar la apropiación ilícita, el trabajo privado ilegal, incrementar la industrialización, modernizar la agricultura, incrementar los precios y la calidad de los productos al momento que incrementa los salarios. Lo cual en las condiciones actuales es imposible. Hay mucho que se puede hacer en términos de industria, por ej. en el turismo, implementar guías en diversos lugares, promoviendo empleos, mejorar aun más el transporte incorporando a los privados, preparar más campos para el cultivo y dejar de importar lo que hasta hace muy poco producían. Pero hay algo que frena todo esto: la burocracia! El enmarañado es grande. Mayor control, sin mejoras salariales, es muy difícil. Una revolución política, la toma del poder por los trabajadores conscientes pondría estas y mejores opciones en la agenda sin búsqueda de privilegios personales, sin temor a perder un puesto. Basados en críticas constructivas, los cubanos que conocen mejor que nadie la industria donde se desenvuelven, pueden proponer soluciones que liberen la maquina productiva e incremente la calidad y cantidad de productos y servicios para bienestar de todos los cubanos.<br /><br />Pero esto tiene otro gran freno, la falta de conciencia política en la población, debido a la distracción en la búsqueda de bienestar día a día. Y se va cerrando el círculo. El cubano, en especial aquellos nacidos después del triunfo de la revolución, no tiene una gran conciencia socialista. Quienes han estudiado el marxismo, lo han hecho con método memorístico, sin asimilar las bases históricas y clasistas del mismo. El Estado por su cuenta explota a sus héroes revolucionarios y la personalidad de Fidel, al mismo tiempo que idolatra a José Martí, un ideólogo de los tiempos de las guerras de independencia contra España, quien también es del gusto de los cubanos en Miami. Martí invocaba una Cuba independiente y otros pensamientos progresistas, pero tomaba como ejemplo las democracias europeas del momento, defendiendo la propiedad privada.<br /><br />Como en China, en Cuba se presentan dos opciones para cuando la burocracia en el poder ya no pueda mantener la sartén por el mango, más aun con la inminente ausencia de Fidel. Por un lado está el retorno al capitalismo, solo miremos a los países de Europa del Este o Rusia misma para ver lo que esto significaría en el suelo cubano. La otra es la de la toma del poder por el proletariado a la cabeza de los demás grupos sociales y así dar inicio a la construcción del verdadero socialismo mediante una Dictadura del Proletariado sin burocracias, haciendo a cada cubano parte de la nueva “burocracia” con miras al internacionalismo revolucionario, a la Revolución Mundial, no solo aquel de exportar médicos o profesores, sino comprendiendo el socialismo científico, comprendiendo que Cuba necesita el desarrollo de su economía para afinar la puntería hacia el verdadero socialismo.<br /><br />Cuba, con todas sus limitaciones y contradicciones, con su bloqueo económico y su burocracia parasitaria es, para cualquier revolucionario, en especial latinoamericano, la mayor conquista alcanzada hasta el momento y debemos tomar nuestro puesto de combate. Se debe defender a Cuba contra la restauración capitalista y en especial contra el imperialismo estadounidense, su derrota sería la derrota de todos. La Revolución Cubana es una parte integral de la lucha contra la explotación capitalista, contra la dictadura de la burguesía y por la dictadura del proletariado con miras a la construcción del socialismo como base para el comunismo. <span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">¡Por nuevas revoluciones de Octubre!</span><br /><br /><div style="text-align: right;"><span style="font-size:130%;"><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">Valser X.</span></span><br /></div><br /><br /></div>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-69931268530110818892008-10-08T04:40:00.000-07:002008-10-08T04:43:17.387-07:00Sobre la Lucha Antiimperialista (II)<div style="text-align: justify;"><span style="color: rgb(255, 0, 0); font-weight: bold;">EL RELOJ DICTADOR</span><br />En las últimas décadas ha entrado en juego en el desarrollo de la conciencia revolucionaria del proletariado, un elemento de juicio antes relegado al ámbito de la premisa teórica. Al respecto Karl Marx escribía hace más de 160 años: <span style="font-style: italic;">“La universalidad del hombre se manifiesta prácticamente en la universalidad por la que toda la naturaleza inorgánica es hecha su cuerpo inorgánico, en tanto que es su alimento inmediato y en cuanto que es la materia, el objeto y el instrumento de la actividad vital del hombre (...) Que el hombre vive de la naturaleza significa que la naturaleza es su cuerpo.”</span> <span style="font-weight: bold;">Manuscritos de 1844</span>. Y es que el hombre con el desarrollo de sus fuerzas productivas ha conseguido anexarse la mayor parte de la naturaleza, por lo que el curso de la sociedad inevitablemente arrastra consigo al resto del planeta.<br /><br />El breve fragmento tomado de los “manuscritos…” no sólo sirve para describir el dominio del hombre sobre el medio ambiente; sino que resume muy bien un hecho evidente para cualquier persona medianamente sensata: El planeta está sufriendo un grave deterioro, en algunos casos irreversible, como consecuencia del uso irracional los recursos disponibles.<br /><br />La grave situación que debemos enfrentar, pone en relieve la urgencia de avanzar con paso firme hacia la construcción de una sociedad nueva que supere la vorágine destructiva derivada del capitalismo. La propia naturaleza parece propinar un merecido bofetón a quienes persisten en defender políticas reformistas de comprobada ineficacia. El tiempo apremia, y no hay lugar para ensayar funestas fórmulas colaboracionistas, ni argumento válido que sostenga la posibilidad de domesticar el capitalismo, humanizarlo, hacerlo participativo o como quieran llamarlo. Repetir los errores del pasado es un lujo que hoy no tenemos si acaso alguna vez el reloj de la historia nos lo permitió.<br /><br />De igual manera, pierde cualquier asidero teoricista el sectarismo en todos sus grados y formas. Es inadmisible la parálisis de quienes consideran que la mayor “virtud” de un revolucionario es saber esperar paciente y sin mayor sobresalto que las condiciones objetivas y subjetivas, por sí solas, alcancen el punto justo de maduración para recién trabajar por la Revolución.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">CRISIS SIN PRECEDENTES</span><br />El problema del deterioro ecológico ha rebasado los círculos especializados donde solía ser tratado, debido a que el desequilibro climático, el deshielo glaciar, la contaminación de importantes fuentes de agua y muchos otros trastornos han surgido como anuncios de una posible catástrofe ambiental. Para nadie es un secreto que la humanidad enfrenta un problema sin precedentes.<br /><br />El efecto invernadero, causante del creciente calentamiento global, ha surgido como consecuencia directa de la incesante emisión de dióxido carbono desde inicios de la era industrial. Y contrariamente a lo que se suele pensar, no es un fenómeno del que tengamos conocimiento reciente, ya en 1896 las investigaciones del físico químico sueco Svante August Arrhenius revelaron que los combustibles fósiles eran capaces de acelerar el calentamiento natural de la tierra, vale decir que hace bastante tiempo estos combustibles debieron haber sido sustituidos por fuentes de energía más limpias; sin embargo, hasta la fecha el petróleo es una de las bases de la economía capitalista; gobiernos se sostienen completamente y otros se derrumban a causa del “oro negro”, cobrando cada año millones de vidas inocentes.<br /><br />El capitalismo monopólico, el imperialismo en expansión creciente, con voracidad insaciable convierte en mercancías cualquier fruto del hombre y la naturaleza. La voceada “ley de la selva” promovida por el inefable Alán García, es una muestra cercana de cómo el gran capital, carente de toda visión a largo plazo, pretende poner sus garras sobre cualquier recurso natural con el único propósito de prolongar su existencia.<br /><br />Resultaría muy extenso desarrollar todas las formas por las que el capitalismo desgasta el complejo sistema terrestre; relaves mineros, deforestación, uso de armas químicas y radioactivas, producción transgénica, etc. La humanidad jamás ha vivido un escenario tan desfavorable, y esto ha llamado la atención de muchos sectores de la sociedad que vienen planteando diversas alternativas para detener el grave daño que sufre el planeta; pero la mayor limitación de la mayoría de propuestas ecologistas bienintencionadas es que no rebasan los límites del capitalismo, siendo incapaces de implementar soluciones exitosas a gran escala.<br /><br />Los mercados son insuficientes, la tasa de ganancia del capital se desploma, desesperadamente la burguesía debe echar mano de todo cuanto les permita sostener la economía, no sólo la fuerza de trabajo obrera sino la naturaleza misma. ¿Podemos detener esta dinámica desde el propio capitalismo?: simplemente imposible.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">REFORMA O PERPETUIDAD CAPITALISTA</span><br />Es evidente que las variadas y a menudo exóticas fórmulas que pretenden perpetuar el capitalismo se oponen completamente a la superación de sus contradicciones. En esa línea encontramos a diversos sectores de la burguesía nacional que con nuevos bríos pugnan por colocarse a la cabeza del movimiento popular, promoviendo la creación de un capitalismo humanizado, “antagónico” dicen al imperialismo depredador y sanguinario. Esta ofensiva reaccionaria pretende venderle a las masas la idea que el capitalismo posee una capacidad inagotable de “relanzamiento”, es decir, para superar las crisis que periódicamente y con mayor fuerza lo remecen desde sus cimientos.<br /><br />Aunque los mal llamados “progresistas” se empeñen en ocultarlo, existen aspectos que los emparentan con los teóricos más reaccionarios, propagandistas a sueldo del imperio. Y es que ambos, a su forma, defienden la posibilidad de superar la crisis del sistema sin necesidad de transformar la base estructural de la sociedad. Los Keynesianos, por ejemplo, consideran que el problema de fondo es la caída en el consumo del mercado, que termina perjudicando las ganancias de las empresas y por consiguiente la inversión y el empleo; llegando así a la conclusión, que la intervención estatal a través del gasto público y los subsidios, es la mejor manera de superar los reveces “temporales” de la economía.<br /><br />Análogamente, los reformistas sin importar el ropaje con que se cubran, básicamente aspiran a conformar una burocracia capaz de intervenir en la economía de mercado, resolviendo así cualquier contratiempo que pudiera presentarse; actuando además, como “árbitro” entre las clases sociales con el propósito de “atenuar” sus antagonismos. Sobre esta base, los “progres” han ensayado una serie de fórmulas de reforma del Estado Burgués, las cuales siempre terminaron en serios reveses para la clase trabajadora.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">El origen de las crisis</span><br />Las crisis periódicas surgen cuando la tasa de ganancia de los capitalistas se desploma. Esta caída tiene un origen contradictorio pues es consecuencia del propio impulso del capital para incrementarse a través del aumento de la productividad de la fuerza de trabajo.<br /><br />Ahora bien, los capitalistas elevan la productividad principalmente a través de la automatización tecnológica, lo que implica una mayor proporción de capital constante, maquinarias e insumos, en relación a la cantidad destinada a comprar fuerza de trabajo. Entonces, si consideramos que la explotación del trabajo asalariado es la fuente de acumulación del capital, se revela porqué esta mayor cantidad de mercancías no genera los beneficios que el capitalista desearía, ocasionando que la inversión se detenga y el consiguiente aumento del desempleo.<br /><br />Jamás debemos olvidar que bajo el capitalismo la economía arrastra a los sujetos que intervienen en ella, incapaces de alzarse sobre sus leyes, para quienes el proceso antes descrito aparece simplemente como un desequilibrio entre la oferta y la demanda, consecuencia del supuesto descenso en la capacidad de consumo de las masas, tal como profesan los discípulos de Keynes.<br /><br />La confrontación de estos postulados económicos, nos sirven para diferenciar dos posiciones, de las que se derivan líneas políticas claramente incompatibles. Distinguimos a quienes creen que la reforma del Estado burgués permitirá incidir efectivamente sobre el curso de la economía, y a quienes reconocen a la anarquía de producción y cambio inherente al capitalismo, como el origen de la tendencia a la sobreproducción de mercancías y todos sus efectos negativos.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">REFORMISTAS “PROGRES” Y NEOLIBERALES ¿ANTAGÓNICOS?</span><br />Como es su costumbre los “progres” reformistas, supuestos abanderados de la “unidad” antiimperialista y paladines de la lucha en contra del voraz neoliberalismo, enmascaran con encendidos discursos su real intensión: extender lo que más se pueda, ojalá para siempre, el orden de explotación burgués. Lo que explica porqué la “nueva izquierda” Latinoamericana no tiene la menor intención de expulsar a las transaccionales, sino por el contrario busca asociarse con ellas.<br /><br />En Venezuela, Hugo Chávez ya se quitó la careta completamente, hoy lo vemos enfrentado a las organizaciones obreras independientes; el discurso antiimperialista, o mejor dicho antinorteamericano, “unificador” y “reivindicativo”, ya no le sirve para ocultar el carácter burgués de su régimen. Quedando demostrado que el “socialismo del XXI” sólo era un rótulo ostentoso para seducir a las masas ansiosas de cambios sociales profundos.<br /><br />En Bolivia por su parte, el gobierno ha sido incapaz de concretar una política de expropiación en contra de los latifundistas, así como la nacionalización completa, sin indemnizaciones, de las transnacionales. La laxitud de su proceder, típica de quienes no cuestionan la estructura misma de la sociedad, ha convertido al régimen de Evo Morales en presa fácil de los sectores más reaccionarios de la burguesía. En el país altiplánico jamás se aplicó una política revolucionaria orientada a elevar el de nivel conciencia y organización de los trabajadores, por el contrario, desde un principio se optó por el camino de la conciliación de clases, que finalmente condujo a Morales y cía. a una posición en la que deberá elegir entre someterse completamente a la oligarquía pro imperialista o esperar su derrocamiento.<br /><br />Estos dos ejemplos nos muestran que si bien el reformismo en un determinado momento puede contar el respaldo del movimiento de masas, tarde o temprano, termina perdiéndolo como consecuencia directa de su intrascendente y zigzagueante política.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">LA “NUEVA” IZQUIERDA Y LA TÁCTICA ELECTORAL:</span><br />Durante su trayectoria, la denominada izquierda “oficial” no ha sido capaz de resistirse a la seducción electorera, sintiéndose más que satisfecha cumpliendo la función de “relleno” en aquellos espacios dejados por los peones del imperialismo, primeros interesados en que la farsa electoral burguesa se realice sin sobresaltos.<br /><br />Los “caviares”, siempre se han caracterizado por ser prolíficos creadores de novedosas categorías políticas y tácticas electorales. Para desarrollar esta capacidad creativa les ha sido de mucha utilidad la caracterización política bipolar: izquierda – derecha. Misma que les permite justificar numerosas alianzas políticas; cualquier tipo de maniobra sería válida para deteriorar “en algo” a la extrema derecha, a los lacayos del Imperio.<br /><br />Cierto es que en principio la táctica electoral no puede descartarse de plano de la práctica revolucionaria, entendiendo que ella debe surgir del “análisis concreto de situaciones concretas”, tal como lo demostraron los bolcheviques durante todo el proceso que desembocó en la toma del poder, donde pudo apreciarse <span style="font-style: italic;">“La sucesión de los métodos de lucha parlamentarios y no parlamentarios, de la táctica de boicot del parlamento y de participación en el mismo, de las formas legales e ilegales de lucha, así como sus relaciones recíprocas y los vínculos existentes entre ellos (…)”</span> (Refiriéndose al periodo comprendido entre 1905 – 1907) <span style="font-weight: bold;">La enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo Lenin - 1920</span><br /><br />Los revolucionarios no pueden desperdiciar las grietas que pudiera presentar el sistema político burgués, procurando sacar provecho a todas las posibilidades legales que se presenten, tal como sucede con el supuesto “derecho” a la libertad de pensamiento, reunión o de huelga. Sin embargo, la participación en una contienda electoral tiene implicancias que no deben ser tomadas a la ligera. Supongamos que en las condiciones actuales un elemento o grupo, seguramente reducido, de revolucionarios consiguieran ocupar algún puesto dentro del Estado burgués, sin duda al cabo de poco tiempo serían desprestigiados y expectorados; logrando sobrevivir sólo de forma marginal sin prestar servicio alguno a la Revolución y lo que es peor, alimentando la farsa de un régimen burgués participativo y democrático.<br /><br />La táctica electoral estaría plenamente justificada en caso el Proletariado organizado se encontrase en condiciones de propinar duros golpes a la burguesía y sus instituciones, convirtiéndose así en un medio válido para acelerar su descomposición. Por el contrario, quienes consideran la participación electoral como un recurso efectivo e inmediato para “desgastar” el poder de la burguesía, ignoran que esta táctica si no se encuentra supeditada a una estrategia mayor, los convierte en simples oportunistas que harían cualquier cosa por mantener la “posición ganada” en el seno político del enemigo.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">BIPOLARIDAD: LA IZQUIERDA Y LA DERECHA:</span><br />¿Izquierda, Derecha?, esta caracterización forzada e insuficiente, si pretendemos aplicarla más allá de circunstancias específicas, ha llevado a que muchos consideren a la ideología política y su programática como un abanico de posibilidades en un mismo plano, negando así la piedra angular del marxismo: La lucha de clases.<br /><br />Esta bipolaridad alimenta la errada creencia que entre la izquierda y la derecha, es posible la coexistencia de abundantes matices, como escalas de grises entre el blanco y el negro, los cuales dependiendo de su cercanía o parentesco podrían establecer diversos grados de entendimiento y colaboración.<br /><br />El enorme peligro que entraña entender la política bajo esta óptica radica en dejar de lado las diferencias de forma y fondo entre la política burguesa reaccionaria y la Proletaria Revolucionaria. Ya que no sólo persiguen objetivos distintos, antagónicos e incompatibles, sino que su marcha difiere diametralmente. Las motivaciones, la psicología, la propia concepción del mundo, distan muchísimo entre un elemento revolucionario y otro al servicio de la reacción, por lo que resulta un despropósito colocarlos en el mismo plano.<br /><br />La caracterización bipolar además del alto grado de subjetividad, cuenta entre sus mayores defectos, el no permitir apreciar que las variantes políticas son en realidad tendencias que se gestan tanto al interior de la política proletaria como burguesa y que en ambos casos deberá imponerse por necesidad el programa que mejor traduzca los intereses de la clase a la que pertenezca.<br /><br />La bipolaridad política sirve para justificar una concepción errónea de la lucha antiimperialista; donde todas las posiciones “enemigas” del Imperio, están llamadas a colaborar y marchar bajo un mismo programa, debido a la supuesta proximidad de sus aspiraciones. Si preguntamos: ¿bajo que programa debemos marchar los revolucionarios?, ¡bajo el programa antiimperialista! responden los conciliadores oportunistas hinchando el pecho lo más que pueden. Si continuamos interrogando ¿Cuál es el carácter de clase de dicho programa?, ¡Divisionistas! denuncian furibundos. Y es que para ellos, es el momento de vivir al margen de la lucha de clases.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">ANTIIMPERIALISMO: LA VANGUARDIA Y EL MOVIMIENTO DE MASAS</span><br />Como hemos visto, durante el imperialismo el modo de producción capitalista ve agradabas sus contradicciones como nunca antes en su historia; el capital se concentra en las manos de un puñado de corporaciones transnacionales que terminan por definir el curso de la política y economía mundial, apoyándose en aparatos que rebasan todas las fronteras nacionales. Por lo tanto, a la globalización burguesa los revolucionarios debemos responder con Internacionalismo Proletario. Las organizaciones de vanguardia deben buscar convertirse en corrientes internacionales o vincularse a las ya existentes, propiciando la confrontación teórica y programática con el fin forjar la futura Internacional Comunista.<br /><br />Así mismo, es urgente que en cada país, los revolucionarios venzan la dispersión en la que se encuentran, tengamos presente que esta situación, consecuencia del duro golpe propinado por la reacción burguesa, no puede convertirse en un auto aislamiento sectario. Especialmente en el Perú enfrentamos una dispersión extrema, siendo imperiosa la necesidad de propiciar el acercamiento y debate constructivo con miras a fraguar un Partido Revolucionario Obrero. Ya que sin él, los levantamientos populares e incluso situaciones pre revolucionarias que surgirán con mayor frecuencia e intensidad, inevitablemente serán puestas al servicio del reformismo burgués y su seguidilla de traidores oportunistas.<br /><br />La lucha antiimperialista y hay que repetirlo cuantas veces sea necesario, no se distingue del choque frontal contra toda la burguesía, ¡no existe componente progresista en las burguesías oriundas!, esa idea hay que arrancarla de raíz. Las políticas conciliadoras, sólo juegan a favor de la permanencia del dominio burgués, interfieren seriamente con el desarrollo de la conciencia del Proletariado y menguan su capacidad de organización y acción política.<br /><br />Los hechos hablan por sí solos, las mejoras inmediatas que eventualmente pueden ser otorgadas a los trabajadores bajo parámetros conciliadores, únicamente se logran a cambio de penosas concesiones y graves retrocesos. ¡Basta de embustes al proletariado y a todos los oprimidos!<br /><br />Los elementos revolucionarios dispersos deben nutrirse de las lecciones que les brinda la historia y trabajar arduamente para convertirse en una vanguardia organizada y sólida, capaz de colocarse a la cabeza del proletariado y todos los oprimidos por el orden burgués, conduciéndolos sin dubitación por el cauce de la construcción de una nueva sociedad.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Carlos García</span><br /></div>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-50790367572823437922008-10-08T04:35:00.000-07:002008-10-08T20:10:55.581-07:00COREP - 1º MAYO 2008<div style="COLOR: rgb(255,0,0); TEXT-ALIGN: center"><span style="font-size:180%;"><span style="FONT-WEIGHT: bold">Por la revolución socialista mundial</span><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">Por una Internacional obrera revolucionaria</span></span><br /></div><br /><br /><div style="TEXT-ALIGN: justify"><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">El capitalismo en decadencia conduce a la humanidad a la barbarie </span><br />Motines del hambre acaban de estallar en Egipto, Camerún, Costa de Marfil, Senegal, Burkina Faso, Etiopía, Indonesia, Madagascar y Haití. Mientras la inflación se generaliza, el crecimiento económico se frena en los Estados Unidos, lo que implicará probablemente una recesión mundial. Los bancos centrales (FED, BCE, BoE...) corren en ayuda de los bancos privados que sangraron a los proletarios norteamericanos o británicos y que se han estafado mutuamente. Una fase de expansión económica, que se apoyaba sobre bajos tipos de interés, sobre los gigantescos gastos militares norteamericanos (600 mil millones de dólares este año) y sobre la explotación de centenares de millones de trabajadoras y trabajadores chinos por las grandes empresas capitalistas del mundo entero, se acaba.<br /><br />El modo de producción capitalista ha cumplido hace tiempo a su rol histórico: desaparecer las relaciones sociales arcaicas, impulsar la ciencia y la técnica, superar los particularismos locales gracias a los Estados nacionales, desarrollar la industria, los transportes, y crear un mercado mundial... Luego el capital se concentró y se internacionalizó de manera irreversible. El capitalismo entró así en su fase de decadencia, el imperialismo. Los grupos capitalistas surgidos de este proceso no cesaron por tanto de competir y su lógica es más que nunca "financiera": personifican por excelencia el capital que no tiene otra lógica que aumentar en su provecho la plusvalía social en forma de ganancias.<br /><br />Con la delegación de la dirección efectiva de las grandes empresas a directores asalariados, los poseedores de acciones se convierten más y más en parásitos sociales. El carácter parasitario del capitalismo en declive es acentuado por la hipertrofia de las finanzas, por la multiplicación de actividades socialmente superfluas (la publicidad...) o incluso destructivas (los armamentos...). A pesar del grado elevado de la ciencia y la técnica, una proporción importante de los productores no dispone de una vivienda decente, tiene un acceso reducido a la salud, a la instrucción, a la cultura; millones de seres humanos no tienen agua potable ni alimentos suficientes. La investigación está al servicio de la guerra y de la especulación, en tanto que el oscurantismo florece. La informática sirve para espiar a los individuos, para controlar a los productores y para intensificar el trabajo. Las empresas se convierten en multinacionales, mientras que los políticos burgueses mantienen el nacionalismo y la xenofobia. Los capitales y las mercancías circulan libremente, mientras que los desplazamientos de seres humanos están limitados y a veces prohibidos. La acumulación del capital y la búsqueda del beneficio ponen en riesgo el hábitat mismo de la especie humana.<br /><br />La estrechez de las fronteras y la propiedad privada de los medios de producción, obstaculizan el desarrollo de las fuerzas productivas de la humanidad. La supervivencia del capitalismo genera una sucesión ininterrumpida de guerras y crisis económicas. En menos de veinte años: bombardeo e invasión de Irak por la ONU en 1991, guerra civil en Georgia en 1991, guerra de reparto de los Balcanes de 1991 a 1999, guerra civil en Afganistán en 1992, guerra civil en Argelia en 1992, crisis monetaria en Europa en 1993, genocidio en Ruanda en 1994, crisis económica en México en 1994, guerra civil en Congo-Zaire en 1996, crisis económica en el sudeste asiático en 1997, crisis económica en Rusia en 1998, segunda guerra de Chechenia dirigida por Rusia en 1998, guerra entre 9 Estados de África de 1998 a 2002, bombardeos de Serbia por la OTAN en 1999, crisis bursátil mundial en el 2000, invasión de Afganistán por la OTAN en 2001, crisis económica en Argentina en 2001, crisis económica en Turquía en 2002, guerra civil en Costa de Marfil en 2002, bombardeo e invasión de Irak en 2003, guerra civil en Sudán en 2003, invasión de Líbano por Israel en 2006, crisis bancaria en 2007, guerra civil en Kenia en 2008...<br /><br />Las crisis económicas, en las que los trabajadores asalariados son las primeras víctimas, son inevitablemente engendradas por las contradicciones del capitalismo. Sirven de solución temporal a la sobre-acumulación de capital, mediante la destrucción de una parte de éste. Las guerras desempeñan el mismo papel. Por otro lado, los arsenales de armamentos pueden solucionar temporalmente los problemas de excedente. De hecho, el militarismo es inseparable del imperialismo. La posición del capitalismo norteamericano se ha debilitado considerablemente desde la posguerra. El poder estadounidense, sea demócrata o republicano, intenta siempre utilizar su supremacía militar para ejercer el control de las materias primas, consolidar su soberanía sobre los países dominados, trabar a sus competidores imperialistas (Japón, Alemania, Francia…), e impedir que los países capitalistas “emergentes" (China, Rusia, Brasil...) se conviertan en rivales, en potencias imperialistas.<br /><br />El resultado es siniestro. La prensa norteamericana acaba de revelar que la administración Bush, que pretende personificar la democracia y extenderla en el mundo, organizó la tortura hasta en detalle en la primavera de 2002. La infraestructura de Irak quedó destruida, el país se hundió en la guerra civil religiosa. Afganistán vive de la cultura de la amapola y a las mujeres se las somete más que nunca. Su protegido en Medio Oriente, Israel, estrangula Gaza, lanza incursiones letales en los "territorios" y prosigue la colonización de Cisjordania y Jerusalén.<br /><br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">¿Cómo se llegó aquí, a pesar de la ola revolucionaria de los años 60?</span><br />Con todo, hace cuarenta años, la rebelión de la juventud, de los pueblos oprimidos y de los trabajadores del mundo entero habría podido desembocar en el derrivamiento del capitalismo. El capitalismo en decadencia estaba amenazado tanto en los centros imperialistas (movimiento antiguerra y luchas negras en los Estados Unidos, resurgimiento de la lucha irlandesa, rebelión de la juventud en Alemania en 1967, lucha de la juventud en Japón en 1968, rebelión de la juventud y huelga general en Francia en 1968, huelgas en Italia en 1969, huelgas en Gran Bretaña en 1973, revolución en Portugal en 1974...) como en los países capitalistas dominados (rebelión de la juventud en México en 1968, guerra revolucionaria en Vietnam, huelga general en Argentina en 1969, resistencia palestina, guerra de independencia en las colonias portuguesas, efervescencia en Turquía en 1970, Asamblea Popular en Bolivia en 1971, crisis revolucionaria en Chile en 1973, revuelta de la juventud en Grecia en 1973, huelgas en Brasil en 1978, revolución en Irán en 1978, revolución en Nicaragua en 1979…).<br /><br />Esta ola revolucionaria internacional cuestionaba al otro pilar del orden mundial, las burocracias privilegiadas que usurpaban el poder de los trabajadores en los países donde el capitalismo había sido expropiado (levantamiento de la juventud en China y comuna de los trabajadores de Shanghai en 1966, luchas estudiantiles en Polonia en 1968, crisis política en Checoslovaquia en 1968, levantamiento obrero en Polonia en 1970...).<br /><br />Las luchas de los explotados y oprimidos fueron contenidas por la represión policial y militar, pero sobre todo fueron descarriladas por sus propios dirigentes, los partidos nacionalistas burgueses y pequeño-burgueses, las organizaciones reformistas y estalinistas. Todos esgrimieron contra la revolución proletaria el mito de "la nación" y de una "etapa democrática", la trampa del "frente único antiimperialista" con la burguesía nacional o del "Frente Popular" con la burguesía democrática que protegía la propiedad privada y el Estado burgués. Por ejemplo en Francia, el PCF, que en 1944-1945 había desarmado la resistencia y había proporcionado Ministros a De Gaulle, en principio denunció en 1968 el levantamiento de la juventud, luego negoció como dirigencia de la CGT con el Gobierno cuando los trabajadores impusieron la huelga general, y finalmente llamaron a la reanudación del trabajo y a las elecciones organizadas por De Gaulle.<br /><br />De Gaulle se benefició también en 1968 del apoyo de Brezhnev, Mao, Ho, Tito y Castro, de todos los representantes de las capas privilegiadas y conservadoras que pretendían haber realizado el socialismo en su país, mientras reinaban de manera policial sobre países económicamente atrasados. Su origen común era la degeneración del Estado obrero en el único país donde el proletariado había tomado el poder, la Rusia resultante de la Revolución de Octubre. A falta de partidos equivalentes al Partido Bolchevique, las derrotas de la revolución en Europa y China habían aislado a la URSS y habían permitido en los años 20 a la burocracia estatal emanciparse del control de la clase obrera, destruir el partido revolucionario e instaurar un verdadero totalitarismo. La Internacional Comunista, creada para la revolución, pasó a ser durante los años 30, en manos de nomenklatura, un instrumento para las maniobras con la burguesía mundial y de contrarrevolución, que permitió la victoria de Hitler y de Franco, antes de disolverse como un obsequio a Roosevelt y Churchill. Los partidos "comunistas" se lanzaron al patriotismo, se dedicaron al culto a Stalin y a su jefe nacional, calumniaron a los revolucionarios y a sus propios disidentes, e instauraron la violencia en el movimiento obrero. La social-democracia había hecho asesinar a Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht y Leo Jogiches; el estalinismo asesinó a Grigori Zinoviev, Nicolai Bujarin, Andrés Nin, León Trotsky y Tha-Thu-Tau.<br /><br />Ante la ola revolucionaria de los años 60 que amenazaba sus privilegios y su propia existencia, la burocracia del Kremlin y de sus satélites de Europa Central llevaron una campaña antisemita en Polonia en 1967-1968, reprimieron a la juventud polaca en 1968, reprimieron a la clase obrera y a la juventud en Checoslovaquia en 1968 (con la aprobación de Castro y Mao), ametrallaron a la clase obrera de Polonia en 1970 y la reprimieron en 1980 (multiplicando al mismo tiempo sus empréstitos con los bancos imperialistas). La burocracia de La Habana brindó en 1973 su apoyo al gobierno de frente popular en Chile (que incluía al general Pinochet) y condenó en 1979 toda tentativa de imitar a la revolución cubana en Nicaragua. La burocracia china, después de haber restaurado el orden entre 1967 y 1969 gracias a la policía política y al ejército, se irguió sobre su rival ruso en colusión con la burguesía norteamericana; Mao Zedong llegó a entrevistarse con Richard Nixon en pleno bombardeo norteamericano de Vietnam en 1972. Sus sucesores aplastaron de manera sangrienta el movimiento de los trabajadores y estudiantes de Pekín en 1989.<br /><br />La IV Internacional había sido proclamada por los leninistas bolcheviques de los años 30 para solucionar la crisis de dirección revolucionaria del proletariado, causada por la traición de la II Internacional en 1914 y agravada por la III Internacional en 1933. Había comenzado a adquirir una base obrera en Estados Unidos, luego en Francia, Indochina, Ceilán, Bolivia... Después de la masacre de muchos de sus cuadros por el fascismo y el estalinismo, su dirección inexperta se reveló incapaz de hacer frente a la estabilización del capitalismo y al aparente triunfo del estalinismo; luego se alineó con la burocracia del Kremlin en 1951 en vísperas de las primeras revoluciones obreras contra éste (RDA en 1953, Polonia y Hungría en 1956). El pablismo provoca el colapso de la IV Internacional en 1952-53. El Comité Internacional de la IV, la fracción constituida por las secciones (francesa, norteamericana y británica) que habían resistido a la liquidación, se revela incapaz de reconstruir la IV Internacional y de funcionar de manera centralizada. Todos los epígonos de la IV Internacional devienen sirvientes de la burocracia estaliniana, de la socialdemocracia o del nacionalismo burgués. El empuje revolucionario siguiente, en los años 1960 y 1970, se encontró pues sin dirección revolucionaria, paralizado por el reformismo de los partidos "comunistas" y "socialistas", por el nacionalismo burgués y el nacionalismo pequeño-burgués, por el guerrillerismo maoísta y castrista, por el anarquismo y el centrismo seudotrotskista.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">La clase obrera ha conocido un cuarto de siglo de retrocesos y derrotas</span><br />Gracias a las políticas nacionales de colaboración de clases y a las alianzas contrarrevolucionarias Washington-Pekín y Washington-Moscú, las clases dominantes retomaron la iniciativa bajo la dirección de la principal de entre ellas, la burguesía de los Estados Unidos: golpe de estado en Chile, invasión de Granada, Contras en Nicaragua, contrarrevolución de los ayatollahs en Irán, derrota de los mineros en Gran Bretaña, movimientos islamistas en Afganistán, carrera armamentista, etc.<br /><br />La tasa de ganancia había descendido a partir de los años 60. Presionada por la crisis capitalista mundial de 1973, la burguesía se propuso eliminar todos los obstáculos que expresaban la tendencia a la socialización de las fuerzas productivas. Los Estados burgueses imperialistas llegaron a desmontar, en ellos, la parte fundamental de las conquistas sociales, y se adueñaron, en la URSS, en China y en los países de Europa Central, de la propiedad colectiva de los medios de producción.<br /><br />Clausurando los antiguos bastiones obreros, reestructurando las empresas, desindexando los salarios, limitando el derecho de huelga, utilizando la presión del desempleo y la competencia de los trabajadores de los países dominados, abriendo mercados que se les habían cerrado y explotando a millones de trabajadores que se le escapaban debido a la propiedad estatal o cooperativa, y de la planificación y del monopolio del comercio exterior, el capitalismo mundial pudo corregir a partir de los años 1980 la tasa de ganancia. Las desigualdades aumentan, de Estados Unidos a China: un polo de la sociedad, el que vive del trabajo del otro, se enriquece y ostenta; otro, el que produce, se empobrece y sufre la precariedad.<br /><br />Para tal fin, la burguesía pudo basarse en las burocracias estatales de origen estalinista y en las direcciones tradicionales de la clase obrera de los países capitalistas.<br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">Las burocracias estatales y el reformismo se han sometido completamente al capital</span><br />Las burocracias usurpadoras, sujetas a la presión del imperialismo y enfrentadas al callejón sin salida del "socialismo en un sólo país", empeorado por su gestión autoritaria de la economía colectivizada, revelaron completamente su naturaleza de agentes de la burguesía mundial. La burocracia rusa negoció un acuerdo en Polonia con la Iglesia Católica en marzo de 1989, por medio del POUP y de la dirección del sindicato Solidaridad, y autorizó en noviembre de 1989 la absorción de la RDA por el Estado imperialista alemán. Luego la burocracia desmontó la URSS en 1991 y Yugoslavia en 1992, restauró el capitalismo a partir de 1991 en Rusia (con la “terapia de choque” de Boris Yeltsin) y a partir de 1992 en China (con el “socialismo de mercado” de Deng Xiaoping).<br /><br />En estos países, los miembros de la burocracia echaron mano de las empresas y formaron una verdadera clase capitalista con los jefes de las mafias; otros elementos, relegados del saqueo, se reconvirtieron en partidos políticos que van del fascismo a la socialdemocracia. Las trabajadoras y los trabajadores de estos países sufrieron en adelante la explotación y la precariedad. Además el proletariado recibió un golpe fundamental a escala mundial ya que los hechos parecieron darle la razón a los capitalistas y a sus agentes (sacerdotes, universitarios, periodistas, políticos burgueses y reformistas, burócratas sindicales...): no serviría de nada de tomar el poder, el socialismo estaría condenado al fracaso, el capitalismo sería el único sistema posible, sería necesario adaptarse confortándose con el patriotismo o la religión.<br /><br />Los partidos "comunistas" de los países capitalistas perdieron la base material y política que los diferenciaba de los partidos "socialistas". Su deterioro y su decadencia que son irreversibles, están destinados a desaparecer o a integrarse a la social-democracia, o incluso a partidos burgueses (como el PD en Italia). Las antiguas guerrillas evolucionaron hacia el bandolerismo o depusieron las armas convirtiéndose en pacifistas, en socialdemócratas o en políticos conservadores.<br /><br />Los aparatos corrompidos de los sindicatos sabotearon sistemáticamente los movimientos de los jóvenes y los proletarios, impidieron la huelga general y negociaron todas las medidas antiobreras con el Estado burgués y los patrones.<br /><br />Los antiguos partidos estalinistas y los partidos laboristas o socialdemócratas abandonaron generalmente toda referencia a la lucha de clases y al socialismo. Los que se atribuían erróneamente, en el período anterior, el mérito de las concesiones arrancadas a la burguesía, se hicieron cómplices de la reacción, de los ataques contra los trabajadores. Los partidos reformistas, cuando accedieron al Gobierno, procedieron a una política de la misma naturaleza que la de los partidos burgueses: privatizaciones, desmantelamiento de los regímenes de jubilaciones y asignaciones de desempleo, flexibilidad del empleo, del tiempo de trabajo y de los salarios, apoyo a la constitución de grandes grupos capitalistas nacionales, des-fiscalización de las rentas altas, etc.<br /><br />Su ala izquierda los acompañó en su degeneración. Si algunas sectas izquierdistas huyen de la participación en las luchas de las masas, abandonan los sindicatos, se abstienen en las elecciones, la mayoría de las corrientes centristas que sobreviven se hundieron en el oportunismo: llamamientos a la ONU y entusiasmo por el “altermundismo", por los Foros sociales y otros por ATTAC; ilusiones en el mejoramiento del capitalismo a través de la división de las rentas y del estatismo burgués; consigna sistemática de Asamblea Constituyente; apoyo político a representantes de la burguesía (Chávez, Aquino, Chirac, Obama, Bhutto, López Obrador, Nasrallah, Lugo...); concesiones al islamismo; participación en Gobiernos burgueses (en Nepal, en Brasil...). La mayoría aceptan la solución de dos Estados para Palestina, lo que equivale a ratificar la colonización israelí junto a un bantustán palestino bajo control económico y militar de Israel.<br /><br />Las organizaciones "de extrema izquierda" se integraron generalmente a los aparatos contrarrevolucionarios de los sindicatos reformistas y a veces crearon sindicatos vinculados por múltiples vínculos a la patronal y al Estado burgués (organizaciones de piqueteros en Argentina, sindicatos SUD en Francia...). En paralelo, los revisionistas del leninismo-trotskismo liquidan a menudo sus propias organizaciones: creación de partidos que rechazan los soviets, la insurrección y la dictadura del proletariado (PSOL en Brasil, Respeto en Gran Bretaña, SA en Australia, PAC y PT-POI en Francia, SSP en Escocia, BE en Portugal...); ilusiones en los partidos reformistas existentes (LP en Gran Bretaña, PT en Brasil, DL en Alemania, PRC en Italia, IU en España, PCL en el Líbano...); adhesión a partidos burgueses (Verdes en Alemania, PRD en México, MDC en Zimbabwe, PSUV a Venezuela, PPP en Pakistán...).<br /><br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0)">¡Proletarios de todos los países, unámonos, levantemos la bandera roja manchada por el estalinismo y abandonada por el reformismo!</span><br /><br />Ahora bien, la burguesía perdió su carácter progresista, incluso en los países que no conocieron una revolución democrática. En la época del imperialismo, ninguna fracción de la burguesía, ningún partido burgués podría orientar la economía hacia la satisfacción de las necesidades sociales, en vez de a la búsqueda del beneficio. Ninguna política de los Estados nacionales, que sea "liberal" o "keynesiana", podría impedir el deterioro del planeta, el aumento de desigualdades, el desempleo, las crisis económicas. Ninguna concertación entre Estados burgueses, ningún organismo internacional resultante de sus compromisos limitará las intervenciones de las potencias imperialistas en los países dominados, ni las rivalidades entre ellas.<br /><br />No obstante, la burguesía no desaparece por sí misma de la escena de la historia. Clase explotadora, ella conduce la vida económica: al comprar la fuerza de trabajo de los proletarios, controla el proceso de la producción y dispone del producto del trabajo social, lo que le permite apropiarse de la plusvalía, la diferencia entre el valor del producto y el valor de la fuerza de trabajo. Además es la clase social hegemónica: en tiempos ordinarios, gobierna y sus ideas son también las ideas dominantes. Una forma de este poder social, perfeccionada durante la fase imperialista, es la integración y la corrupción de las organizaciones de las que se dotan los oprimidos y explotados, en primer lugar los aparatos del movimiento obrero (partidos reformistas, burocracias sindicales).<br /><br />Corresponde al proletariado, la clase cuyos intereses son antagónicos a la burguesía, expulsarla, y, sobre la base de esta revolución mundial, sentar las bases de un modo de producción superior, el socialismo. Sólo la clase obrera, cuyas filas aumentaron considerablemente en América Latina y sobre todo en Asia, puede abrir una salida a la humanidad, poniéndose a la cabeza de todos los oprimidos y todos los explotados del campo y la ciudad, constituyendo sus órganos democráticos de lucha y centralizándolos, derribando al Estado burgués, tomando el poder, expropiando a los grandes grupos capitalistas, extendiendo la revolución, colaborando con los otros gobiernos obreros que aparecerán. Así se reunirán las condiciones para el socialismo: desarrollo de las fuerzas productivas, planificación por los productores asociados, supresión de las fronteras, desaparición de las clases sociales y del Estado.<br /><br />Las valientes resistencias de los obreros, de los empleados, de los campesinos, de los estudiantes, de las mujeres, de los pueblos oprimidos, no faltan en los países imperialistas, incluyendo a los Estados Unidos, así como en los países dominados, en particular en América Latina, y en los nuevos países capitalistas, incluida China. A pesar del régimen policial del PCCh, los nuevos batallones del proletariado mundial, las obreras y los obreros chinos que los apéndices reformistas de las burguesías imperialistas presentan como enemigos de los trabajadores occidentales y japoneses, multiplican las huelgas y las manifestaciones.<br /><br />Para vencer, las trabajadoras y los trabajadores deben no sólo luchar contra los patrones, los gobiernos a su servicio, los cuerpos represivos, sino también superar los obstáculos que siembran los agentes de la burguesía, que los supeditan a la burguesía, a sus propios explotadores. Necesitan su partido, un partido distinto del nacionalismo, el reformismo y del centrismo. Basados en la teoría de la revolución y la emancipación que es el marxismo, los elementos más conscientes de los trabajadores y de la juventud deben reunirse en tal partido.<br /></div><br /><div style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(255,0,0); TEXT-ALIGN: center">¡Evacuación inmediata de todas las tropas imperialistas de Irak, Afganistán, el Líbano, Haití, Costa de Marfil, Chad, Kosovo...! ¡Cierre de todas las bases militares norteamericanas, francesas, británicas...! ¡Fin de las amenazas contra Irán y del bloqueo contra Cuba y Corea del Norte!<br /><br />¡Respeto por las lenguas de las minorías nacionales, libertad de separación para las minorías nacionales! ¡Derecho al regreso de los refugiados al territorio de Palestina! ¡Destrucción del Estado colonial sionista para una Palestina laica, socialista, que garantice los mismos derechos a los judíos y a los árabes!<br /><br />¡Derechos iguales para mujeres y hombres! ¡Separación de las religiones y el Estado! ¡Libertad de circulación y establecimiento para todos los trabajadores del mundo! ¡Los mismos derechos para todos los trabajadores, sin distinción de género, nacionalidad u orientación sexual!<br /><br />¡Ajuste de salarios y pensiones según los precios! ¡Disminución del tiempo de trabajo para suprimir el desempleo! ¡Control de los trabajadores de las ciudades y del campo sobre la producción, la distribución y el crédito! ¡Expropiación de los grandes propietarios de tierras y de los grandes grupos capitalistas, nacionales y extranjeros!<br /><br />¡Derogación de todas las leyes contra los trabajadores inmigrantes, las huelgas, los sindicatos, los partidos obreros! ¡Autodefensa contra las bandas armadas del capital (policía, ejército, fascistas, vigilantes, islamistas...)! ¡Disolución de los cuerpos represivos!<br /><br />¡Ruptura de las organizaciones procedentes de la clase obrera, partidos y sindicatos, con los patrones, los gobiernos burgueses, el Estado! ¡Autoorganización de las trabajadoras y los trabajadores (comunas, soviets, consejos, shoras, cordones, asambleas populares...)! ¡Gobierno obrero y campesino, poder de los trabajadores! ¡República mundial de los consejos obreros!<br /></div><br /><div style="TEXT-ALIGN: right"><span style="FONT-WEIGHT: bold">1 de mayo 2008</span><br /></div><p><br /><span style="FONT-WEIGHT: bold">COLECTIVO REVOLUCION PERMANENTE</span> </p><p><a href="mailto:c_revolucionpermanente@yahoo.es">c_revolucionpermanente@yahoo.es</a></p><p><a href="http://www.revolution-socialiste.info/CoReP.htm">http://www.revolution-socialiste.info/CoReP.htm</a></p><p> </p>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-6986092548296437312008-09-19T20:59:00.000-07:002008-09-19T21:37:29.491-07:00Volviendo a lo básico (II)<strong>La Unión Soviética después de Lenin</strong><br /><br />Para 1924, con Stalin en el poder, se forma una burocratización sólida en el seno de la Unión Soviética. Esta burocracia se torna hostil a la lucha por más revoluciones socialistas en países capitalistas bajo el dogma ridículo de Stalin de que el socialismo se puede lograr en un solo país, mientras se prevengan ataques militares imperialistas. Es así que los partidos comunistas a nivel mundial se convertirían en herramientas diplomáticas del Kremlin con el fin de lograr la “coexistencia pacifica”. Bajo esta premisa se traicionarían oportunidades revolucionarias en China, España e Italia, entre otros países.<br /><br />No fue el marxismo lo que falló en la Unión Soviética sino su corrupción stalinista, como se mencionaría en 1936: “el socialismo ha demostrado su derecho a la victoria, no en las páginas de El Capital, sino en una arena económica que constituye la sexta parte de la superficie del globo; no en el lenguaje de la dialéctica, sino en el del hierro, el cemento y la electricidad. Aun en el caso de que la URSS, por culpa de sus dirigentes, sucumbiera a los golpes del exterior -cosa que esperamos firmemente no contemplar- quedaría, como prenda del porvenir, el hecho indestructible de que la revolución proletaria fue lo único que permitió a un país atrasado obtener en menos de veinte años resultados sin precedentes en la historia.” (Trotsky, “La Revolución Traicionada”)<br /><br />Trotsky y la Oposición de Izquierda, que luchaban por mantener el internacionalismo y en contra de la burocratización del Partido, son perseguidos y finalmente desaparecidos, asesinados o exiliados.<br /><br />La Segunda Guerra Mundial, como la Primera, fue una guerra provocada por el sistema capitalista; los estados burgueses, en necesidad de expandir mercados, provocaron también este conflicto que acabaría con más de 60 millones de vidas humanas. La excepción fue que Stalin, a diferencia de los bolcheviques, tomó parte enviando millones de soviéticos a una muerte segura en vez de incitar a los militantes de los estados en disputa a tomar el poder u organizar una vanguardia que cree situaciones revolucionarias a nivel internacional. Aun así, no fue otro que el Ejercito Rojo el que derrotó a los nazis y la amenaza fascista.<br /><br />Después de la Segunda Guerra Mundial, gracias a la base económica del estado obrero, los avances en la Unión Soviética fueron aun mas impactantes pudiendo incluso enviar al primer hombre al espacio. Entre los 60s y 80s se buscaba dar un techo a todo ciudadano soviético como derecho básico y se emprendieron gigantescas construcciones. Esto aparte de la educación y sistemas de salud gratuitos y el derecho universal a trabajar, el sufragio femenino, entre otros, fueron algunos de los logros a pesar de la corrupción burocrática en la que estaba enfrascada la tierra de los soviets.<br /><br />En estos días, Rusia capitalista, y otros países que formaban el bloque soviético, tienen un índice de Sida que va creciendo desmesuradamente y un índice de desempleo y pobreza que no tienen comparación respecto a su pasado post-zarista.<br /><br /><strong>China y otros estados obreros deformados</strong><br /><br />A pesar de la destrucción de la Unión Soviética, aun un cuarto de la población mundial vive sin la influencia directa del capitalismo. China, Vietnam, Corea del Norte y Cuba conservan su economía planeada y centralizada. Pero como la URSS en su momento, tienen el lastre de una burocracia parásita a la cabeza del estado obrero.<br /><br />China merece especial atención por ser el gran centro proletario del mundo, a pesar de las influencias de capitales externos e internos, la base de la economía china permanece colectivizada. La burocracia de Beijing hace veces de contratista para los imperialistas y tarde o temprano el pueblo chino deberá decidir entre una revolución política proletaria para abrir camino al socialismo o abrirse al capitalismo voraz y la explotación imperialista.<br /><br />Cuba, un animal diferente, siguió un proceso diverso, pero cuenta también con una burocracia similar que ha derivado en contradicciones análogas a las soviéticas y chinas. En aras de un futuro socialista es necesario también en Cuba, el deshacerse del burocratismo parásito haciendo a cada uno de los cubanos parte de esa burocracia, es decir, que el pueblo tome el poder en sus manos y empuje los alcances de la revolución a los países vecinos para influenciar proletariados como el mexicano que servirían de ayuda no solo al pueblo cubano, sino que podría ayudar a despertar la conciencia del proletariado estadounidense.<br /><br />Críticos en el pensamiento marxista, y desarrollados con amplitud por León Trotsky, son los conceptos de internacionalismo y la independencia del proletariado. El primero demostrado negativamente, como ya hemos visto, con la URSS y otros estados obreros que apenas subsisten ante la acecha imperialista. Cuba y China, por ej., se beneficiarían inmensamente poniendo a su lado a los proletariados de países vecinos, en especial México, EEUU o Japón, que no solo defenderían lo logrado, sino que buscarían revoluciones en el propio territorio con la esperanza de alcanzar un desarrollo social similar a la vez de contribuir a la consolidación de los estados obreros actualmente deformados. Por otro lado, la independencia del proletariado expone lo equivocado de aceptar una “colaboración de clases”. Dar concesiones y participar de organizaciones de corte burgués o derivado, desde partidos políticos a movimientos sociales, no da otro resultado que terminar capitulando ante los intereses de la burguesía. Un ejemplo claro sale a flote con los frentes populares, como el de España en 1936 o la Unidad Popular de Chile en los 70s. En la actualidad el Foro Social Mundial, auspiciado por capitales que van desde la FORD Corporation, pasando por gobiernos burgueses y la misma Rockefeller Foundation, es una muestra clara de este tipo de menjunjes que no observan el problema objetivamente. Así, militantes e interesados en un mejor porvenir pierden la brújula y el ansia de un cambio radical esperanzándose en pequeñas reformas que mejoren, en el mejor de los casos, indirectamente no más allá que su entorno.<br /><br /><strong>Por un futuro comunista</strong><br /><br />¿Que debemos hacer? Aparte de seguir inquiriendo, aparte de seguir nutriéndonos de verdades, aparte de seguir leyendo e investigando, aparte de seguir compartiendo, aparte de salir a discutir sobre EL SISTEMA en sí y no sólo sobre lo que de él se deriva... ¡Debemos organizarnos! La historia demuestra que las ocasiones para tomar el poder no son numerosas, pero aun así nunca avisan y debemos estar preparados. Tener un programa para poner en práctica en la eventualidad de una oportunidad revolucionaria es más que un deber.<br /><br />La burguesía no es solamente propietaria de los medios de producción sino que también tiene todo un aparato de represión llamado Estado: cárceles, policía, poder judicial, fuerzas armadas, y todo lo demás. Se necesita un contrapeso para vencerlo y eso es un Partido de Vanguardia. No un partido que luche por administrar el Estado burgués, pero que busque deshacerlo poniendo al proletariado a la cabeza de las demás clases oprimidas, desechando el sistema actual para ir, paso a paso, construyendo las bases para una mejor sociedad, sin clases, sin explotación, sin desigualdades y que permita al ser humano una verdadera evolución. Las condiciones materiales, tanto tecnológicas como económicas ¡ya existen!<br /><br />El proletariado, en el corazón del proceso productivo, es la única clase con la fuerza necesaria para lograr un cambio radical. Para esto es imprescindible su independencia y su entendimiento del sistema, con el marxismo como herramienta de análisis y guía de acción. Por ello la necesidad de una organización clasista que tome como ejemplo a los bolcheviques de 1917, un partido revolucionario de vanguardia.<br /><br />El verdadero y único sendero hacia una libertad de la explotación, opresión, racismo, delincuencia, violencia, miseria y otros derivados de este sistema, está en el cambio radical del sistema económico que se nos impone, fuente única de los desastres de nuestra sociedad. La lucha por el socialismo, implica una lucha independiente de un proletariado organizado y conciente de que solo tomando el poder es posible cambiar las condiciones económicas que van terminando con el mundo. Si lo que se busca es un mundo mejor de forma permanente, si lo que se busca es una liberación del yugo opresor que tiene a su merced a las grandes mayorías del mundo que habitamos, entonces no hay otra forma que una revolución, un cambio en el sistema económico impulsado por una clase que actualmente tiene en su poder la fuerza productiva. Esta lucha intensa no debe admitir claudicaciones, no puede ser timorata ni permitir concesiones, ni puede soñar con parches temporales ni aceptar caridades, no debe basarse en palabrerías ni centrarse solo en un país, o se estará condenados al fracaso.<br /><br />¿Entonces, se puede tomar el poder ahora? ¿Podemos hablar de un proceso revolucionario en algún país latinoamericano aparte de Cuba? la respuesta es AUN NO. Se necesita trabajar mas en despertar la conciencia, con la gente que cotidianamente interactuamos. Pero antes se debe empezar con uno mismo. No se puede hablar de revolucionario cuando uno apuesta a que Lula o Evo van a cambiar para bien o que Chávez, quien administra un estado capitalista, es un líder socialista. No se puede hablar de radicalismo cuando se espera que la policía o el gobierno nos solucionen los problemas. El Estado es la maquina que defiende a la burguesía, a quienes tienen el poder económico, a quienes dominan los medios de producción. Al mismo tiempo, el proletariado es el responsable de que estos medios funcionen, he allí el poder que se tiene pero que no se puede aprovechar aun por la pérdida de CONCIENCIA, falta de liderazgo y abundancia de oportunistas y traidores.<br /><br />Debemos organizarnos y prepararnos al mismo tiempo de ir intentando concientizar a quienes muestran un interés, quitar las mascaras de quienes no hacen mas que engañar, y llamar a las cosas por su nombre. Para cambiar radicalmente la situación es necesario un mayor nivel de conciencia social y estamos muy lejos de ello aun. Y con izquierdistas y una mayoría pseudo radical que no ven mas que una reforma como solución, las cosas no son muy auspiciosas. Leer, salir de la cápsula en la que nos enfrasca el sistema, hacer uso del marxismo, aprender de la historia, debatir y organizarnos, son cosas que están al alcance de cualquier ser humano conciente, de cualquier persona que perciba que, de seguir la tendencia actual, el mundo como lo conocemos tendrá un desenlace funesto muy pronto.<br /><br /><br />Valser X<br />Artículo publicado en Tribuna Clasista Nº 2 (Mayo - Julio 2008)Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-59563660361594561172008-06-29T06:00:00.000-07:002008-07-27T17:52:42.193-07:00Juicio político a los enfermeros del capitalismoCon legítimo interés político y social, recurro ante la sociedad para ACUSAR aquellos enfermeros del capitalismo, aquellos izquierdistas “revolucionarios” -cuando no son más que corderos disfrazados de lobos- en el Cusco y en todo el mundo. Acusación que lo sustento en las consideraciones que sigue:<br /><br /><strong><span style="color:#ff0000;">1º.</span></strong> Somos testigos de que detrás de estas luchas policlasistas (campesinos, trabajadores, estudiantes, funcionarios, etc.) por la defensa del patrimonio, patrimonio que fue “violentado” por las “nefastas leyes” 29164 y 29167, están ocultos los intereses de la pequeña burguesía local y regional. El objeto de las diferentes manifestaciones acaecidas no eran por mejorar los salarios o las condiciones de vida; sino por intereses que aparentemente están por encima de las luchas de clases. Este comportamiento político de las masas, sin duda un despropósito respecto de lo racional, solamente se enfoca en erradicar - en jerga aristotélica - la causa formal (derogatoria de las nefastas leyes) ignorando y consecuentemente soslayando la causa eficiente (valorización de capital).<br /><br /><strong><span style="color:#ff0000;">2º</span></strong>. Somos concientes que: <strong>1.-</strong> El régimen capitalista de producción se nos aparece como un inmenso arsenal de mercancías y la mercancía como su forma elemental (Mercado); <strong>2.-</strong> Que sus leyes de funcionamiento se imponen con férrea necesidad, estableciéndose objetivamente; es decir sin ser meditado previamente en el intelecto. Bajo esta lógica, es evidente que los bienes del patrimonio cultural en este modo de producción, constituyen la forma elemental del capitalismo, por tanto mercancía. Por que los monumentos, edificios y muchos elementos arqueológicos, son objetos exteriores que satisfacen necesidades humanas - en este caso de lujo, por que deleita el espíritu -; además en estos objetos que se acreditan como valores de uso aparecen el doble carácter del trabajo. Trabajo abstracto y trabajo útil, descripciones que se subsumen perfectamente en el tipo económico, en la categoría económica de mercancía. Machupicchu por ejemplo, si bien es cierto que fue construido al rededor del siglo XV en el que hubo despliegue de energía humana, este no lo hacia mercancía, pero con el advenimiento del capitalismo, a este trabajo humano ya inútil, se le dio esencia de si misma y la convirtió en mercancía, todo la fuerza de trabajo invertida por los arqueólogos, la publicidad, los operadores de turismo, restaurantes, transportes, etc crean en este un valor; pero se disponen proporcionalmente entre toda la burguesía que invirtió su capital. Todavía no es de uno solo debido al gran valor que acumulo. Es por eso que aun se requiere de la intervención del estado, su administrador.<br /><br /><strong><span style="color:#990000;">POR LO EXPUESTO:</span></strong><br />En razón de que no hay un análisis científico, racional, por parte de los adalides populares – quienes soliviantan los movimientos policlasistas la tarea de los revolucionarios debe ser:• No respaldar las recetas de los enfermeros del capitalismo, por que simplemente se limitan a luchar dentro de la pequeña política al querer derogar una Ley, cuando las leyes del valor rompen con cualquier regionalismo o barreras locales por la satisfacción de su necesidad.• Desarrollar la práctica revolucionaria – teórica y política – y de esa manera dar una explicación racional y verdadera, a los fenómenos de la superficie del sistema, basada en leyes económicas inmanentes al capitalismo. Para propagandizar y así desarrollar la conciencia de la clase asalariada como sujeto verdaderamente revolucionario.<br /><br /><strong><span style="color:#990000;">AGREGO QUE:</span></strong><br />• Toda formación económico social es histórico y por tanto tiene categorías especificas que se desarrollan en su seno como “mercancía”, “valor” y otros que tengan necesariamente a desaparecer en un nuevo modo de producción.<br /><br />• El capitalismo de NECESIDAD ha pasado a una POSIBILIDAD, un simple existente, despojado de esencia y por tanto contingente, por que ya no depende de si mismo, sino de lo que el proletariado este dispuesto a hacer con el, mantener sus cadenas o destruirlas y instaurar una nueva sociedad socialista.<br /><br />• Los movimientos policlasistas tienen por objeto adormecer al proletariado respecto de su función histórica, bajo consignas irreales como: ¡machupicchu el pueblo te defiende!, ¡machupicchu no es mercancía, es maravilla!, ¡abajo el gobierno vende patria!; y otras afloraciones del sentimentalismo regional, patriótico; que dejan intangible el modo de producción actual.<br /><div align="center"><br /><strong><em>"El reino de la libertad sólo comienza donde termina el trabajo determinado por la necesidad y las consideraciones mundanas" (Marx)</em></strong></div><br /><strong>VICTOR RAUL</strong><br /><strong>CENTRO DE INVESTIGACION MARXISTA - CUSCO</strong><br /><a href="mailto:cim_cusco@hotmail.com">cim_cusco@hotmail.com</a>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-11590333133294235902008-05-25T04:11:00.000-07:002008-07-27T18:00:50.696-07:00Cuáles son las Ideas Socialistas (II)<div align="right"><span style="font-family:georgia;"><em><strong></strong></em></span></div><div align="right"><span style="font-family:georgia;"><em><strong></strong></em></span></div><div align="right"><span style="font-family:georgia;"><em><strong>“El ‘marxismo’ vulgar se creó un esquema de la evolución histórica según el cuál toda sociedad burguesa conquista tarde o temprano un régimen democrático, a la sombra del cual el proletariado, aprovechándose de las condiciones creadas por la democracia, se organiza y educa poco a poco para el socialismo. (...) consideraban a la democracia y al socialismo, en todos los pueblos, como dos etapas de la evolución de la sociedad no sólo independientes, sino lejanas una de otra. (...) La teoría de la revolución permanente, resucitada en 1905, declaró la guerra a estas ideas, demostrando que los objetivos democráticos de las naciones burguesas atrasadas, conducían, en nuestra época, a la dictadura del proletariado, y que ésta ponía a la orden del día a las reivindicaciones socialistas. En esto consistía la idea central de la teoría.”<br />“El internacionalismo no es un principio abstracto, sino únicamente un reflejo teórico y político del carácter mundial de la economía, del desarrollo mundial de las fuerzas productivas y del alcance mundial de la lucha de clases. La revolución socialista empieza dentro de las fronteras nacionales; pero no puede contenerse en ellas. (...) La revolución internacional representa de suyo, pese a todos los reflujos temporales, un proceso permanente.”</strong></em><br /></span><span style="font-family:arial;"><strong>León Trotsky - La Revolución Permanente.</strong></span></div><br /><div align="justify"><strong><span style="font-size:130%;">En defensa del Marxismo<br /></span></strong>Los partidos reformistas, de origen obrero pero con una conducción burocrática pequeñoburguesa, son partidos “obrero-burgueses”, puesto que a pesar de su origen proletario defienden un programa político burgués. Son pues “socialistas” burgueses. Algunos de ellos son herederos de la II Internacional socialpatriótica, otros de la III Internacional stalinizada, y algunos más están relacionados con ese tipo de partidos y gobiernos. En suma, todas las organizaciones reformistas son enemigas de la revolución socialista y partidarias del Estado burgués capitalista. </div><div align="justify"><br />Frente a ellos se alza, al interior del movimiento obrero y popular, el programa marxista histórico, el programa de la Revolución Proletaria Socialista Mundial. Para que el inicio del camino socialista pueda ocurrir, para que el proletariado llegue a tome el poder, el programa de la Revolución Socialista debe fundirse con la movilización de las masas explotadas. Introducir ese programa en el movimiento de la clase obrera y el pueblo, esa es la tarea de los marxistas. </div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">El programa marxista es el resultado dialéctico de la experiencia histórica del proletariado en el terreno de la lucha de clases mundial, desde la época del capitalismo librecambista hasta el avanzado estadio del capitalismo imperialista en que nos encontramos. No existiría marxismo hoy sin la incorporación de las lecciones revolucionarias que nos proporciona la historia, y esto es precisamente algo que el reformismo, como factor histórico contrarrevolucionario, está interesado en impedir: mutilar, tergiversar, falsificar el marxismo, ese es el rol histórico del reformismo. Defender los principios y el programa, conquistados en 160 años de marxismo, es la misión de los revolucionarios comunistas.</div><div align="justify"><br />Si alguna gigantesca lección nos dejó el siglo XX, esa ha sido que la concepción de la revolución proletaria de Marx, como una revolución social permanente, era científicamente correcta. La única verdadera revolución proletaria victoriosa de la historia, la Revolución Rusa, inicia la sucesión de esas demostraciones históricas. Lenin y Trotsky, liderando al Partido Bolchevique, llevan a cabo lo que, en el desarrollo reallizado por Trotsky, es la teoría y el programa de la Revolución Permanente. El Partido Bolchevique, partido obrero revolucionario construido bajo las concepciones leninistas, dirigió una ofensiva internacionalista de clase para la revolución mundial.</div><div align="justify"><br />El poder obrero revolucionario en la URSS, fue sin embargo traicionado, saboteado. La República de los Consejos Obreros y Campesinos, o Soviets, es socavada por la burocracia soviética, nueva casta privilegiada que expropia el poder a los trabajadores y vive usufructuando el producto del trabajo de las masas. Los soviets, órganos de poder proletario, fundamentos del Estado Obrero levantado sobre las ruinas del Estado Burgués, son desnaturalizados y corrompidos para servir de mascarada al terror con que la burocracia ejerce su dictadura, en sustitución de la democracia proletaria. El Estado Obrero Revolucionario deviene un Estado Obrero Degenerado. El Partido Bolchevique - dirección del Estado - es destruido como partido leninista, para ser suplantado por un aparato burocrático al servicio de una dictadura contrarrevolucionaria. La más alta expresión política de la burocracia soviética resulta siendo la camarilla de Stalin. La defensa del marxismo y de la revolución proletaria mundial encontraron entonces su valuarte en Trotsky y sus camaradas, y en miles de obreros combativos honestos, que en adelante serán masacrados por el terror estaliniano.</div><div align="justify"><br />La contrarrevolución burocrática fue el camino a la destrucción del Estado Obrero y a la restauración del Estado Capitalista. Al no producirse una revolución política antiburocrática en los estados obreros aparecidos durante el siglo XX, la restauración capitalista se produjo finalmente en la mayoría de esos estados a principios de los años 90. La política contrarrevolucionaria de la burocracia fue resueltamente enfrentada por los trotskistas en todos los terrenos de la lucha, condensándose en el terreno programático. Las teorías reformistas de <strong><em>“el socialismo en un sólo país”</em></strong> y de la <strong><em>“revolución por etapas” </em></strong>fueron combatidas con la Revolución Permanente. En medio de la lucha contra el fascismo, Trotsky y los revolucionarios llamaron a enfrentarlo con la Revolución Socialista, mientras el stalinismo capitulaba mediante los Frentes Populares con la burguesía y causaba la derrota del proletariado internacional. Una vez que el stalinismo termina de destrozar a la III Internacional como organización de combate de la clase obrera mundial, los herederos del bolchevismo, los trotskistas, fundan la IV Internacional en setiembre de 1938. </div><div align="justify"><br />En el Perú, como en otros muchos lugares, el partido obrero se gesta señalado con el estigma stalinista. Mariátegui, de formación marxista no muy sólida, de simpatías por el “sindicalismo revolucionario” francés y por ciertas ideas de intelectuales no marxistas como Nietzsche, Croce o Gobetti, le imprime una identidad centrista de izquierda al “Comité Organizador del Partido Socialista del Perú”, constituido en octubre de 1928. Al año siguiente, y pese a su gran admiración hacia Trotsky, Mariátegui no se enfrenta a la expulsión de éste de la URSS, ejecutada por Stalin. Sin embargo, aún con el crédito político que Mariátegui le otorgaba al aparato centrista burocrático stalinista, también se mostraba receloso respecto a su conducción de la Comintern y a la circunstancia de tener que acatar sus dictados. A inicios de 1930, enfermo y a punto de partir a residir en Buenos Aires, debe aceptar con desagrado la nueva política de sujeción al Kremlin impuesta por Eudocio Ravines. Pocas semanas después, <strong><em>Mariátegui</em></strong> muere y Ravines anuncia el nacimiento oficial del “Partido Comunista” estalinizado. </div><div align="justify"><br />La creación de aquél PC, aparato oportunista y apéndice de los intereses de la burocracia soviética, determina la inexistencia del partido revolucionario de la clase obrera en el Perú. Como en el resto del mundo, la tragedia del proletariado peruano puede resumirse en la inexistencia de su instrumento político marxista, de su partido obrero de programa comunista, el único capaz de conducirlo a la victoria contra la clase enemiga. Hoy como antes, la teoría y el programa revolucionarios sólo pueden encarnar en el partido revolucionario leninista, sin sustitutos posibles. No en el partido oportunista electorero ni en el aparato oportunista armado. Sólo en el partido leninista insurreccionalista, sección de una Internacional obrera revolucionaria, y no en los partidos stalinista, maoísta, guevarista, mariateguista o similares.</div><div align="justify"><br />Contra el oportunismo, por la Revolución Socialista Mundial Lenin se expresaba así del oportunismo revisionista: <em><strong>“Determinar el comportamiento de un caso para otro, adaptarse a los acontecimientos del día, a los virajes de las minucias políticas, olvidar los intereses cardinales del proletariado y los rasgos fundamentales de todo el régimen capitalista, de toda la evolución del capitalismo, sacrificar estos intereses cardinales en aras de las ventajas reales o supuestas del momento: esa es la política revisionista” “Los jefes de esta aristocracia obrera se pasaban constantemente al campo de la burguesía, que los mantenía de manera directa o indirecta. Marx se granjeó el odio, que le honra, de estos canallas, por haberles tildado públicamente de traidores. (...) La victoria del proletariado revolucionario es imposible sin luchar contra este mal, sin desenmascarar, poner en la picota y expulsar a los jefes oportunistas socialtraidores; esa es la política que ha aplicado, precisamente, la III Internacional.”</strong></em></div><div align="justify"><br />Al comenzar este nuevo siglo, el oportunismo antileninista continúa dominando las organizaciones obreras y populares de masas, como de costumbre a través de la negación de la democracia proletaria en ellas. Su estrategia de sostenimiento del Estado Capitalista en todo el mundo, mantiene atados a los trabajadores a los intereses de las burguesías nacionales y de los distintos imperialismos. En los últimos años, por ejemplo, el reformismo organizó sus propósitos en torno a una <strong>nueva red internacional sindical – social del stalinismo y la izquierda burguesa: el Forum Social Mundial.</strong> El <strong>FSM </strong>ha vinculado al movimiento obrero, al movimiento campesino, a las <strong>ONGs </strong>y a las <strong>iglesias</strong>, es decir constituyó una <strong>alianza frentepopulista </strong>de las direcciones stalinistas y socialdemócratas junto a sectores de las burguesías semicoloniales e incluso ligadas al imperialismo (como la ATTAC francesa). </div><div align="justify"><br />El papel del FSM y sus representaciones continentales y nacionales fue impedir la revolución proletaria mundial, fortaleciendo a las fracciones burguesas semicoloniales debilitadas por el imperialismo, y por esta vía fortalecer a las fracciones imperialistas europeas, principalmente vinculadas a la socialdemocracia, y a las fracciones burguesas norteamericanas ligadas al Partido Demócrata de los EEUU. En América Latina, las estrellas del FSM han sido: Castro, entregando la economía cubana a capitalistas europeos y yanquis, aliado a políticos demócratas y republicanos; Lula, sirviendo al FMI y atacando a los obreros y campesinos brasileños en su seguridad social, sus jubilaciones y protegiendo a los hacendados; Kirchner, Chávez, Lagos, Gutiérrez, Evo Morales, Tabaré Vásquez, Ortega, Handal, Marín, las FARC, y sus demás congéneres “antineoliberales”, todos finalmente serviles al FMI y al imperialismo, todos paladines de la democracia<strong><em> “participativa”</em></strong>, <strong><em>“social” </em></strong>y <strong><em>“popular” </em></strong>capitalista.</div><div align="justify"><br />Sin embargo, como parte de su lucha nacional e internacional antiburguesa, el proletariado debe practicar el Frente Único de clase, y los revolucionarios deben golpear al enemigo conjuntamente con las corrientes burocráticas traidoras, cuando éstas se vean obligadas a hacerlo, pero marchando separadamente de ellas. En ese proceso la lucha consecuente de los revolucionarios los debe llevar a conquistar la dirección del movimiento de masas. Por eso también los revolucionarios defendemos a los estados obreros degenerados contra el enemigo imperialista, al mismo tiempo que enfrentamos a esas burocracias restauracionistas y luchamos por soviets obreros y campesinos que las derroquen. En todos los países luchamos en los organismos de frente único como los sindicatos, para eliminar su burocracia, defender su independencia del Estado, conquistar la democracia obrera, e impulsar embriones de poder como las asambleas populares, los comités de fábrica, piquetes de huelga, comités zonales y toda forma de organización antiburocrática que eleve el nivel de combatividad de la clase.</div><div align="justify"><br />Nuestra época de crisis, guerras y revoluciones, mantiene en vigencia el programa internacional de los revolucionarios. En el plano del combate antiimperialista mundial los revolucionarios nos colocamos siempre en la trinchera militar de la nación oprimida atacada por el imperialismo. Pero en el curso de este enfrentamiento, luchamos por una dirección proletaria de la guerra antiimperialista, que la transforme en el inicio de la revolución socialista, tanto en los países agredidos como en los agresores. Para lo cuál la clase obrera de los países imperialistas debe romper con sus burguesías y aliarse al proletariado de los países semicoloniales. En ese combate recurrimos a la unidad de acción antiimperialista con fuerzas de otras clases, pero oponiéndonos a todo frente político con cualquier corriente burguesa, pues en última instancia todas las burguesías semicoloniales son proimperialistas. El nacionalismo burgués y pequeñoburgués claudica siempre en la lucha antiimperialista; la única clase capaz de derrotar al imperialismo en el mundo es la clase obrera, dirigiendo a los oprimidos y estableciendo sus gobiernos obreros y populares. </div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"> </div><div align="justify">La prueba de esas traiciones nos la brinda la inconsecuencia de las burguesías árabes, iraní, kurda y palestina, que se arrodillan ante el imperialismo, ante la ONU y ante el sionismo. Sólo la destrucción del Estado de Israel puede abrir el camino a la paz en Medio Oriente y hacer posible una Palestina democrática y revolucionaria y socialista, dentro de una Federación de Repúblicas Socialistas de Medio Oriente. En América Latina, nuestro movimiento obrero, campesino y popular debe asumir la tarea de forjar la unidad con el movimiento obrero norteamericano. En esta unidad está la clave de la revolución socialista continental y del rumbo hacia una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina y de todo el continente. En los países imperialistas, el proletariado se encuentra frente a la urgencia histórica de derrocar a las burguesías y establecer su dictadura, marchando en los países europeos hacia los Estados Unidos Socialistas de Europa. Por medio de la defensa de su independencia política frente a las burguesías imperialistas y lacayas del imperialismo, el proletariado podrá avanzar hacia la revolución socialista, defendiendo también en ese camino los derechos y libertades de todo el proletariado inmigrante, el derecho de autodeterminación nacional de los pueblos oprimidos, la independencia de todas las colonias y protectorados existentes y la libertad de todos los presos antiimperialistas del mundo.<br /></div><div align="justify">Contra la estrategia reformista de la capitulación permanente, se yergue la estrategia marxista de la Revolución Permanente. La estrategia del leninismo-trotskismo, del marxismo de hoy. “La crisis histórica de la humanidad se reduce a la crisis histórica de la dirección revolucionaria”, proclamaba el Programa de Transición de la IV Internacional. En la lucha por resolver esa crisis de dirección internacional, en el proceso de construcción de esa nueva dirección revolucionaria comunista, los trotskistas elaboramos el programa de acción internacionalista difundido en este escrito.<br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"> </div><div align="justify">Para la revolución proletaria y el establecimiento de un Estado Obrero en éste y en cualquier país, hay que desarrollar, centralizar y armar a los organismos de autoorganización de las masas, los consejos obreros y populares, en función de la democracia obrera, del poder obrero y de la insurrección. Ni el pacifismo ni el aventurerismo militar, concepciones pequeñoburguesas ambas, conducirán jamás a la dictadura del proletariado. Los embriones de poder proletario como las Asambleas Populares, deberán contar con sus estructuras de Autodefensa de Masas. En el proceso de la lucha, a medida que los nuevos órganos de poder toman cuerpo, el desarrollo de la autodefensa genera unas Milicias obreras y populares, como extensión armada de los organismos de democracia proletaria. Estas asumen la gran tarea de ejecutar la insurrección, dividir y destruir a la Policía y a las Fuerzas Armadas de la burguesía, y tomar todo el poder para las masas trabajadoras. </div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"> </div><div align="justify">Así cumplen los trabajadores con su misión histórica de alcanzar el poder bajo la dirección de su partido obrero revolucionario, sección de una Internacional obrera revolucionaria, el gran Partido Mundial de la Revolución Socialista. En la lucha por la construcción de una Internacional leninista-trotskista, los revolucionarios de todos los países debemos rescatar - por encima de los más de cincuenta años de revisionismo y subordinación del centrismo seudotrotskista al reformismo – el extraordinario ejemplo de la Izquierda de Zimmerwald leninista, que rompiendo con la aplastante mayoría socialtraidora del “socialismo” oficial, supo marchar con decisión y valor, junto a las masas revolucionarias, por el camino consecuente de la revolución proletaria mundial. </div><div align="justify"><br /></div><div align="center"><span style="font-size:130%;color:#ff0000;"><strong>¡Forjar el partido obrero revolucionario de la Internacional obrera revolucionaria, para la Revolución Socialista Mundial!</strong></span></div><div align="center"><span style="font-size:130%;color:#ff0000;"><strong><br /></div></strong></span><div align="left"></div><div align="left">Artículo publicado por Tribuna Clasista Nº 2 (Mayo - Julio 2008)<br />Escrito por Sergio Bravo</div><div align="justify"><strong>Colectivo Revolución Permanente en el Perú</strong></div><div align="justify"><a href="mailto:lucha_marxista@yahoo.es">lucha_marxista@yahoo.es</a></div><div align="justify"><a href="http://luchamarxista.blogspot.com/">http://luchamarxista.blogspot.com/</a> </div>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-10249946092967555082008-05-25T04:00:00.000-07:002008-12-20T02:03:57.004-08:00Sobre la Lucha Antiimperialista (I)<div align="justify">Siendo la fase imperialista del capitalismo el escenario donde se librará el choque definitivo entre explotadores y explotados, la forma como debe encararse se ubica en el epicentro del debate político al interior del Proletariado. Y no es que el desarrollo de la lucha de clases no haya permitido aquilatar experiencia suficiente para contar con una estrategia que exprese coherentemente los intereses históricos de clase obrera, sino que permanentemente elementos ajenos a ella pretenden desviarla de su cause revolucionario. Por ello, la confrontación de posiciones antagónicas y el esclareciendo de su real carácter de clase, hoy más que nunca, adquiere especial importancia.<br /><br />En la actualidad, la lucha antiimperialista vuelve a ser tomada como estandarte por diversos grupos reformistas, los cuales, autoproclamándose “antisistemas” y hasta “revolucionarios”, con histriónico protagonismo han conseguido ganar la adhesión de un sector importante de las masas, sacando a flote viejos proyectos conciliadores que constituyen el fiel reflejo de los intereses de aquella burguesía nacional convencida que bajo su dirección es posible hallar alguna “solución” a la creciente crisis que amenaza colapsar el orden de explotación burgués.<br /><br />La historia se escribe con letras de sangre y toca a quienes la observan comprender su dinámica para no tropezar con las mismas piedras del pasado. El peso de la evidencia demuestra que los frentes policlasistas de “liberación” nacional, una y otra vez, han traído nefastas consecuencias a la clase trabajadora, causando el desmoronamiento o degeneración de sus organizaciones y la encarnizada persecución de los auténticos cuadros revolucionarios. Por lo que jamás debemos olvidar la que constituye una de las lecciones más importantes que ha recibido el Proletariado; la necesidad de mantener su independencia política; que aplicada a la lucha antiimperialista no la distingue del choque frontal contra toda la burguesía sin importar su procedencia, vale decir, del orden capitalista mundial.<br /><br />Por desgracia, luego de la Revolución Rusa de 1917, la línea política Bolchevique progresivamente fue abandonada y víctima de fatales tergiversaciones. Una de estas desviaciones es el stalinismo, que hasta nuestros días hace sentir su nefasta influencia en distintos grados y formas. Ya que no combatiendo decididamente al capitalismo, encontró terreno propicio para echar raíces en diversos espacios de la política burguesa.<br /><br /><span style="color: rgb(255, 0, 0); font-weight: bold;">LA HERENCIA STALINISTA</span><br />El pernicioso ideario político de J. Stalin constituye una de las más gruesas aberraciones que ha sufrido la teoría del Proletariado. Que desconociendo por completo sus logros más notables y básicos, produjo las tesis reaccionarias del “socialismo en un solo país” y la “revolución por etapas”. Las cuales hubiesen escandalizado, por decir lo menos, al mismísimo Marx.<br /><br />Por si fuera poco, el stalinismo es uno de los principales responsables de la crisis de dirección revolucionaria que nos aqueja; y que la vanguardia proletaria internacional está llamada a encarar y corregir, barriendo con todo vestigio de lastre ideológico que obstaculice el desarrollo de la Revolución.<br /><br />Durante mucho tiempo el stalinismo ha influenciado de forma determinante la marcha de millones de obreros alrededor del mundo, imponiéndoles programas que los conducían a verdaderos callejones sin salida, frustrando una y otra vez, sus expectativas revolucionarias. A la luz de la historia, este nefasto ideario no debería constituir materia de debate, lamentablemente su sombra aun persiste, manteniendo copadas muchas organizaciones obreras.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">Socialismo en un solo país:</span><br />Stalin y su camarilla adoptaron esta línea política en el XIV Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, en diciembre de 1925. Según la cual, en un país atrasado como la URSS lo más adecuado era desarrollar el socialismo al interior de sus fronteras, postergando en forma indeterminada la confrontación del orden económico mundial. Una clara negación al incontestable carácter internacionalista de la Revolución Proletaria.<br /><br />Según Stalin, primero debían ser resueltas las contradicciones dentro del gran cuerpo soviético, para luego, no se sabía cuando, exportar la Revolución. Como era lógico, tal previsión jamás se cumplió; por el contrario, ésta política trajo como consecuencia la degeneración del Estado Soviético, su desmembramiento y finalmente la restauración del capitalismo.<br /><br />Podría decirse, que por encima de la destrucción de la enorme posibilidad revolucionaria internacional abierta por el Octubre Bolchevique, lo más catastrófico fue que el aparato de control y propaganda del régimen stalinista dejó numerosos embriones diseminados, los cuales condujeron al despeñadero a los partidos comunistas alrededor del mundo. Además, contribuyó directamente en el surgimiento de Estados burocratizados, como los regímenes de Europa del Este, China, Corea, Vietnam, Cuba, entre otros. Reconocidos por algunos como Estados Obreros “deformados”, a razón que en ellos nunca existieron órganos sanos, reales y efectivos de poder obrero; sin embargo, es un error caracterizarlos como Estados Obreros (así sean deformados) debido a que no surgieron fruto de la acción revolucionaria del Proletariado, sino como engendros del stalinismo, el nacionalismo pequeño burgués y los ejércitos campesinos.<br /><br />La política stalinista allí donde se aplicó ha traído consigo el aislamiento económico y el consiguiente empobrecimiento del pueblo. Mientras el brutal autoritarismo típico en estas formas de gobierno, además de los privilegios con que se reviste la casta burocrática y la ausencia de órganos de poder en manos de los trabajadores, condicionan el repudio de las masas. Si a esto sumamos la crisis de dirección revolucionaria, consecuencia de la propia acción represiva y degenerativa del stalinismo al interior de las organizaciones proletarias, tendremos como resultado que tarde o temprano se iniciará un proceso de restauración capitalista, cuya velocidad variará según las condiciones peculiares en cada país. Y mientras tanto, la burocracia no dudará en establecer las más diversas y repudiables alianzas para procurar preservar su posición.<br /><br />Aquí tenemos otra lección histórica, que los Latinoamericanos constatan con la adhesión de la camarilla Castrista al proyecto reformista burgués de Hugo Chávez. Incluso el destino de la “Isla” parece ser intuido dentro de las propias filas reformistas: "Todos nosotros en América del Sur precisamos contribuir para que Cuba no vuelva a ser un casino…” Ha dicho Lula da Silva en febrero pasado. Finalmente, el futuro de la “Isla” después de Castro, dependerá de la capacidad que tenga la clase obrera cubana para llevar a cabo una genuina Revolución Socialista. Aunque muchos pronostican que sólo podemos esperar la aceleración de un inevitable proceso de restauración capitalista.<br /><br />Demás está decir que Lenin, indiscutible internacionalista, jamás hubiese comulgado con la teoría reaccionaria del “socialismo en un solo país”. El líder bolchevique, había dejado sentado que la Revolución Rusa solo era el primer paso hacia la Revolución Mundial. De lo contrario, la primera no tenía oportunidad de sobrevivir al aislamiento económico. Precisamente esto sucedió con aquellas economías manejadas por regímenes burocráticos seudosocialistas, que inevitablemente terminaron siendo estranguladas por capital mundial.<br /><br />“…Por ahora tropezamos con los obstáculos, los prejuicios y la ignorancia, que con cada hora que pasa van siendo relegados al pasado; pero cuanto más tiempo pasa, más nos vamos convirtiendo en los representantes y los defensores efectivos de ese 70% de la población del globo, de esa masa de trabajadores y explotados. Podemos decir con orgullo que en el I Congreso éramos, en el fondo, tan sólo unos propagandistas, que nos limitábamos a lanzar al Proletariado de todo el mundo unas ideas fundamentales, un llamamiento a la lucha, y preguntábamos: ¿dónde están los hombres capaces de seguir ese camino? Ahora tenemos en todas partes un Proletariado de vanguardia. En todas partes hay un ejército proletario, aunque en ocasiones esté mal organizado y exija una reorganización, y si nuestros camaradas internacionales nos ayudan ahora a organizar un ejército único, no habrá fallas que nos impidan realizar nuestra obra. Esa obra es la revolución proletaria mundial, es la creación de la República Soviética universal…” <span style="font-weight: bold;">Informe sobre la situación internacional y las tareas fundamentales de la Internacional Comunista, 19 de julio de 1920.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">La Revolución por etapas:</span><br />Otra “perla” del stalinismo es la “revolución por etapas”, la cual sostiene que el Socialismo necesariamente debe estar precedido por una etapa democrática de lucha antiimperialista. El etapismo establece un “punto de quiebre” donde se distinguen dos grandes posiciones irreconciliables. Por un lado, están los que creen que es el momento de construir un bloque policlasista en contra del Imperio; y por otro, los que defendemos la necesaria e irrenunciable independencia política del Proletariado para combatir efectivamente el dominio burgués.<br /><br />Si bien la burguesía nacional tiene intereses encontrados con el Imperio, jamás será capaz de embestirlo con total energía, debido a que su existencia como clase se sostiene sobre la propiedad privada, así como la apropiación de la producción y el excedente fruto del trabajo obrero. Por lo tanto, para la burguesía nacional, la revolución social, más allá de lo que pueda expresar en discurso, resulta incluso más amenazante que el propio avance imperialista.<br /><br /><span style="color: rgb(255, 0, 0); font-weight: bold;">Falsificación Stalinista:</span><br />Las tesis etapistas siempre han pretendido colocarse como herederas del bolchevismo, y falsificando sistemáticamente sus postulados fundamentales, quieren pasar como adaptaciones fieles de la línea política leninista. Al respecto, es preciso aclarar que si bien es cierto, el camarada Lenin expresamente reconoció que la revolución que estaba por comenzar a principios del siglo XX en Rusia, tenía un carácter burgués; y de hecho el levantamiento de 1905 demostró que existían componentes progresistas dentro de la burguesía liberal; no podemos ignorar que en todo momento mantuvo una total desconfianza hacia la burguesía, por lo que colocaba como absolutamente necesaria la independencia política del Proletariado.<br /><br />“La burguesía en su inmensa mayoría se volverá inevitablemente del lado de la contrarrevolución, del lado de la autocracia contra la revolución, contra el pueblo, en cuanto sean satisfechos sus intereses estrechos y egoístas (…) sólo el Proletariado es capaz de ir seguro hasta el fin, pues va mucho más allá de la revolución democrática. (…)” <span style="font-weight: bold;">Dos tácticas de la social democracia en la revolución democrática – Lenin (1905)</span><br /><br />Fue esta independencia la que hizo posible la Revolución Bolchevique doce años después, en octubre de 1917. Cuando las condiciones para que el Proletariado tomase el poder se hicieron presentes. Condiciones como estas, si no se supera la crisis de dirección revolucionaria, pasarán como oportunidades históricas perdidas, tal como sucediera en 2003 con el levantamiento proletario, campesino e indígena boliviano, donde las dirigencias traidoras y oportunistas convirtieron ésta preciosa oportunidad revolucionaria en una operación rescatista del régimen burgués. En este episodio histórico, a pesar que el Estado se encontraba seriamente fracturado, las dirigencias burocratizadas no encontraron mejor salida que colocar a Carlos Mesa como pieza de recambio para llenar el “vacío” dejado en octubre por Sánchez de Lozada, quien fuera expectorado por la acción heroica de las masas insurrectas. Nuevamente en Junio de 2005 las enardecidas masas bolivianas golpearon al Estado burgués llevando a Mesa Gisbert al extremo de la dimisión, quien no entonces no encontró mejor salida que dejar la posta en manos del Congreso para luego salir huyendo. En esta oportunidad, las dirigencias traidoras vuelven a “poner el hombro” para echar por tierra la rebelión popular, abandonando a sus bases allanaron el camino de la recomposición del ordenamiento burgués. Es en este escenario que el Presidente del Tribunal Supremo, Eduardo Rodríguez, asumió la Presidencia de la República, convocando a las elecciones donde el dirigente campesino Evo Morales cosecharía el fruto de la popularidad ganada en pasadas jornadas de lucha, tomando la batuta de un “rencauchado” Estado burgués. Los hechos son clarísimos, el Proletariado carente de independencia política inevitablemente se verá traicionado y abandonado a la deriva.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">LA EXPERIENCIA CHINA, OTRA LECCIÓN HISTÓRICA.</span><br />Otra cara de la misma moneda constituye él planteamiento maoísta del “bloque de las cuatro clases”. El cual sostiene que en países con un capitalismo incipiente, el yugo imperialista debe ser combatido por un cuerpo policlasista, conformado por la burguesía nacional, el Proletariado, el campesinado y la pequeño burguesía urbana. Formando todas ellas un solo puño en contra del Imperio. Esta teoría hermana gemela del stalinismo, nuevamente vuelve sobre la conciliación de clases, atribuyéndole un supuesto impulso progresista a la burguesía nacional.<br /><br />El maoísmo básicamente sostiene que la “democracia” burguesa y el socialismo pueden coexistir bajo la forma de una “nueva democracia” de construcción nacional, cuyo propósito principal sería conseguir la industrialización del país en manos de la burguesía nacional progresista y la concientización de la clase trabajadora a cargo del Estado en manos del Partido Comunista.<br /><br />Mao afirma que necesariamente a la cabeza del “bloque antiimperialista” debía encontrarse el Proletariado, representado por el Partido Comunista, el cual conduciría por cauces revolucionarios el proceso de liberación nacional. Ignorando por completo que la burguesía nacional jamás estará dispuesta a renunciar a la propiedad privada de los medios de producción, nunca sacrificará sus intereses de clase, por ende es imposible llegar muy lejos manteniendo una relación simbiótica con ella, ya que su carácter reaccionario no tardará en manifestarse.<br /><br />En su discurso “Sobre la táctica de lucha contra el imperialismo japonés” pronunciado 27 de diciembre de 1935 Mao Tse-tung sostiene: “…Una de las principales características políticas y económicas de un país semicolonial es la debilidad de su burguesía nacional. Precisamente por esa causa, el imperialismo se atreve a abusar de ella, y esto determina uno de los rasgos de la burguesía nacional: no le gusta el imperialismo…" Quince años antes, Lenin había esclarecido la misma cuestión en sentido bastante distinto "...la burguesía de los países oprimidos, pese a prestar su apoyo a los movimientos nacionales, lucha al mismo tiempo de acuerdo con la burguesía imperialista, es decir, del lado de ella, contra todos los movimientos revolucionarios y las clases revolucionarias…” <span style="font-weight: bold;">Informe de la Comisión para los problemas nacional y colonial en el II Congreso de la Internacional Comunista, 26 de julio de 1920.</span><br /><br />Durante la Revolución China ocurrida entre 1925 y 1927 la vanguardia obrera jugó un papel importante, pero luego de ser masacrada por las huestes reaccionarias, su capacidad de conducción de masas se vio fatalmente menguada. Así, en la Revolución del 49’ el Proletariado no desempeñó un papel político significativo, siendo llevada a cabo por un numeroso ejército campesino, el cual era movilizado principalmente por la redistribución de tierras que Mao hacía en los territorios ocupados.<br /><br />El triunfo del ejército Maoísta no podía engendrar otra cosa que no fuese un régimen burocrático, carente de órganos políticos de poder en manos de los trabajadores. Con el correr del tiempo, como era de esperarse, al interior de la burocracia china se produjeron serias fracturas. En un lado, se encontraban aquellos cuyo estatus privilegiado dependía directamente de que se mantuviera un manejo económico planificado y centralizado (“la banda de los cuatro”, formada por la viuda de Mao, Jiang Qin y sus tres colaboradores: Zhang Chunqiao, Yao Wenyuan y Wang Hongwen). Y en el otro bando, con Deng Xiaoping a la cabeza, los que servían de instrumento a la reacción burguesa, que buscaba a toda costa restaurar el capitalismo en el más breve plazo. El resto es historia bien conocida, tras la muerte de Mao, el icono revolucionario dejó de ser un obstáculo, quedando el camino libre para la restauración capitalista.<br /><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(255, 0, 0);">CHÁVEZ Y CIA: LA “REVOLUCIÓN” DEL SIGLO XXI</span><br />En la fase final del capitalismo, tanto los países imperialistas como sus colonias y semicolonias, forman parte de un mismo orden económico mundial. Por lo que es absurdo pensar que la burguesía nacional será capaz de quebrar por completo el yugo imperialista y mucho menos crear las “condiciones” para la construcción del socialismo.<br /><br />Al respecto Lenin nos dice: “Las gigantescas proporciones del capital financiero, concentrado en unas pocas manos, que ha creado una red extraordinariamente vasta y densa de relaciones y enlaces, que ha sometido no sólo a la masa de los capitalistas y empresarios medianos y pequeños, sino a los más insignificantes, por una parte, y la exacerbación, por otra, de la lucha con otros grupos nacionales de financieros por el reparto del mundo y por el dominio sobre otros países: todo esto provoca el paso en bloque de todas las clases poseyentes al lado del imperialismo…” <span style="font-weight: bold;">El imperialismo, fase superior del capitalismo" V. I. (1916) </span><br /><br />Contrastando la teoría Leninista con hechos recientes en la región, resulta bastante claro que si bien las burguesías nacionales pretenden contener el avance del gran capital internacional, lo hacen con el único propósito de evitar ser desplazadas, para luego comenzar a construir su propia “esfera de influencia”, su propio imperio regional.<br /><br />Hoy vemos como el régimen chavista pugna por monopolizar el mercado energético en América del Sur, desplazando o absorbiendo a sus más cercanos competidores, como Bolivia en el caso del gas. Lo que Chávez denomina astutamente como el “anillo energético del sur” no es más que una expansión monopólica bajo clarísimos parámetros capitalistas. No se trata de ninguna manera, como el reformismo burgués pregona, de la lucha contra las transnacionales como parte del camino hacia el “socialismo del siglo XXI”.<br /><br />La historia ha demostrado que el orden de explotación no se rompe ni se deteriora con la subida de la burguesía nacional al poder. Lo único que varía es la configuración del Estado burgués, cuya cúpula ambiciona ilusamente establecer una economía planificada y racional, pero tarde o temprano, sólo debe contentarse con ocupar un lugar influyente en la mesa de directorio de las denominadas empresas “mixtas”.<br /><br />La crisis de dirección revolucionaria ha traído como consecuencia que un sector importante del Proletariado haya puesto su confianza en proyectos reformistas Sin embargo, ni todo el lodo de desprestigio que la reacción burguesa lanza sobre la teoría del Proletariado, ni sus políticas populistas asistencialistas cuando detentan el poder, sirven para nublar el instinto de los trabajadores, que claramente consiguen ver que sus condiciones de vida no han sido transformadas.<br /><br />En Bolivia por ejemplo, la reciente “nacionalización” de los hidrocarburos, vía indemnizaciones, llega en un momento crítico para el gobierno y de ninguna manera debe tomarse como un avance real hacia la construcción del Socialismo. La política conciliacionista de Evo Morales descubierta en toda su dimensión, alimenta la rebelión popular que no tardará en tomar nuevos bríos y ajustar cuentas con quien prometió la transformación estructural de la sociedad y sólo ha instaurado algunas medidas estatistas, en un esfuerzo desesperado por “viabilizar” el capitalismo, cuya creciente crisis mundial es el preludio de su total y definitiva caída.<br /><br />Similar situación experimenta la “revolución bolivariana” en Venezuela, donde los trabajadores en pie de lucha vienen siendo reprimidos con los viejos métodos y aparatos con que cuenta la burguesía. Tildándolos de “saboteadores, contrarevolucionarios y sirvientes del Imperio”, Chávez deja bien claro que los sindicatos independientes y las organizaciones obreras clasistas son incompatibles con su proyecto, más aun, el control obrero sobre la producción es inadmisible dentro del “socialismo” del siglo XXI.<br /><br />Por lo tanto camaradas, mientras el “amplio” cuerpo de las autodenominadas “izquierdas” se alinea con el reformismo, toca a los revolucionarios zanjar claramente las diferencias y purgar nuestras filas. Desenmascarando ante las masas los oscuros intereses del reformismo burgués, los cuales no deben pasar desapercibidos ante sus ruidosas y oportunistas consignas antiimperialistas. Así mismo, urge luchar por la construcción de un Partido Revolucionario en cada país y una nueva Internacional Comunista que centralice al movimiento obrero del mundo, brindándole las directrices para enfrentar a la burguesía y marchar sin retrocesos ni vacilaciones hacia la Revolución Proletaria Mundial.<br /><br />Carlos García<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Mayo 2008</span><br /><br /><strong><a href="mailto:carlos_snm@yahoo.es"></a></strong></div>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-70896275133047199702007-10-27T03:15:00.000-07:002008-07-27T17:58:11.078-07:00¡Abajo la nueva Ley Universitaria!<div align="justify"><br />En Setiembre del 2006, la Asamblea Nacional de Rectores(ANR) presentó ante el Congreso de la Republica el PROYECTO DE NUEVA LEY UNIVERSITARIA, bancadas del “oficialismo” y “oposición” lo acogieron como proyecto base a ser posteriormente discutido y aprobado por el Pleno, asegurando las condiciones para el cumplimiento del objetivo máximo de esta Nueva Ley Universitaria: LEGALIZAR LA PRIVATIZACIÓN de la Universidad Pública, a través de una imposición jurídica verticalista, acorde a los postulados de la Carta de Intención 2007-2009, firmada vergonzantemente y de rodillas por el Gobierno Aprista ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo usurero del imperialismo que junto al Banco Mundial se empeña en reforzar sus medios de control político-económico e ideológico a través de una educación mercantilista, elitista, anti-científica y anti-democrática.<br /><br />En el Marco del Plan de Reformas neoliberales establecidas por las nuevas necesidades del Capitalismo contemporáneo y mundial, y como extensión de la gestión fujimorista la administración aprista de mano ensangrentada golpea con el látigo privatizador a la enseñanza publica superior, esta vez desde una Nueva Ley Universitaria que pretende “naturalizar” la decadencia académica y cuya finalidad es ADAPTAR la legislación universitaria a la mafiosa y corrupta Constitución Fuji-Montesinista del 93.<br /><br /><span style="color:#ff0000;"><strong>Razones para oponerse al Proyecto de Nueva Ley Universitaria:</strong></span><br />Se busca degenerar y desvirtuar el principio de “Autonomía Universitaria”, vulgarizándolo como la simple “libertad” de cada universidad por competir y subsistir en el Mercado de la Educación Superior; liquidando los fines centrales que una Universidad Pública debe plantearse: Generación de Ciencia y Cultura para las masas y el desarrollo nacional, convirtiendo por el contrario a esta, en una empresa sujeta a las necesidades del Mercado y el consumismo capitalista, relegando las investigaciones científicas, sustituyéndolas por el “éxito” de la gestión administrativa, instaurando un régimen académico que engorde las barrigas de los grandes grupos empresariales, los mismos que vienen devorando a la clase trabajadora del país.<br />La Nueva Ley Universitaria se pronuncia en contra de las principales demandas del movimiento estudiantil generacional de la histórica Primera Reforma Universitaria, Esta Nueva Ley Universitaria se manifiesta reaccionariamente frente al derecho estudiantil a participar en la gestión de los organismos de gobierno universitario, del Co-Gobierno, que aunque es prostituido por pandillas electoreras que hacen de los Centros Federados y de Estudiantes organismos “blandengues” y sumisos se hace necesario luchar por lo conquistado, por defender nuestros organismos de defensa, de fortalecerlos como verdaderos instrumentos de defensa y organización estudiantil. </div><p align="justify"><br />Liquida y Suprime el Derecho Universal a la GRATUIDAD de la Enseñanza, instalando la Categorización de pagos y pensiones que tiene por argumento :el que quienes tengan bajo rendimiento académico no deben gozar de ningún derecho a la gratuidad de la Educación, esto compañeros solo allana el camino para la privatización general de la universidad Publica, aunque en teoría se siga definiendo como nacional.<br /><br />La Nueva Ley Universitaria se posiciona contra las demandas y conquistas populares que el movimiento estudiantil ha sabido promover desde las heroicas gestas y luchas contra la burocratización de los órganos de poder universitario.<br />De esta forma se opone a las legítimas demandas de la población universitaria:<br /><br /><strong><span style="color:#cc0000;">-</span> </strong>Contra la Reelección de Autoridades<br /><span style="color:#cc0000;"><strong>-</strong></span> Por el Voto Universal<br /><strong><span style="color:#cc0000;">- </span></strong>Por la Revocatoria inmediata de las autoridades corruptas.<br /><br />Durante décadas la Universidad Publica ha estado sujeta a vejaciones, intromisión y represión estatal, los gobiernos de turno han impreso sus políticas despóticas a punta de botas y tanquetas, en los 90 el fujimorato hoy coludito con el aprismo, golpea la universidad pública militarizando en alta intensidad los Centros de Educación Superior Pública y suprimiendo los mas elementales derechos estudiantiles: Residencia universitaria, Medio pasaje, gratuidad de la enseñanza. Esta Nueva Ley universitaria que responde a los intereses de la clase dominante y obedece al plan neo-colonizador del imperialismo yanqui, planea que el ingreso de las fuerzas del “orden”(policía, ejercito) a la universidad sea por decisión y a un sonar dedos del Rector o de cualquier alto funcionario, violentando así el principio de autonomía universitaria, frente a ellos los estudiantes decimos: los milicos a sus cuarteles! y los policías a desobedecer a la alta oficialidad! </p><p align="justify">Esta Nueva Ley universitaria se ha planificado sobre un amplio recorte presupuestal y sobre esa misma base esta ley dictamina que la Universidad no tiene la menor obligación de cubrir los Programas de bienestar social. Atado el desarrollo universitario al de la gestión administrativa y a espaldas de las necesidades de los estudiantes, los servicios de Comedor, Salud, serán entregados como ya se viene haciendo a manos privadas cuyo único deber será el de lucrar.<br />¡A impulsar la Resistencia Estudiantil!<br /><br />Hacemos un llamado a los estudiantes, a los centros federados progresistas, agrupaciones de avanzada, docentes y personal administrativo a desarrollar una lucha tri-estamental en amplio rechazo a esta arremetida privatista y en organizada resistencia contra el Gobierno Aprista, el Parlamento y la Asamblea Nacional de Rectores.<br /><br />Saludamos las iniciativas por abrir, desarrollar y fomentar los espacios de discusión, reflexión y debate, correcto sendero que permitirá rebasar las soluciones pragmáticas y aventureras del actual gobierno, las salidas inmediatistas de los grupos desideologizados y oportunistas que trafican con la lucha estudiantil.<br /><br />Movilizar ideas y acción retomando las banderas de la Huelga Universitaria del 2004 y sus justas consignas por las: “Elecciones Universales, Revocatoria, No Reelección y desburocratizacion del Movimiento estudiantil”, sumando a ellas las nuevas necesidades y aspiraciones del estudiantado, apuntando a promover la Segunda Reforma Universitaria, que tenga por base y principio:<br /><br /><strong><span style="color:#ff0000;">La lucha contra la Ley Universitaria</span></strong></p><p align="justify"><strong><span style="color:#ff0000;">Gratuidad de la Educación</span></strong></p><p align="justify"><strong><span style="color:#ff0000;">Autentica Autonomía Universitaria</span></strong></p><p align="justify"><strong><span style="color:#ff0000;">Libre expresión de organización y pensamiento.<br /></span></strong><br />Este ideario estudiantil solo podrá ser conquistado totalmente por las mismas bases estudiantiles en movimiento, al contacto de las luchas populares del magisterio, de Salud, los mineros, cocaleros y demás sectores en lucha.<br /><br />A los Compañeros estudiantes los instamos a articular la organización local universitaria con las federaciones independientes del País y las Coordinadoras Universitarias , a desarrollar una estrategia de poder estudiantil desconociendo a la vieja FEP (Federación de Estudiantes del Perú) controlada por Patria Roja, federación “cascarona” y en perfecto estado de descomposición.<br /><br />Compañeros universitario! a desterrar el clientelaje y oportunismo demagogo de los tradicionales grupos de poder anti-estudiantil (oficialistas y de oposición) y transformar nuestros organismos estudiantiles en verdaderas herramientas de lucha estudiantil.<br /><br />Avanzar en decidido esfuerzo hacia el Pacto Magisterial-universitario, fundir al movimiento estudiantil con las organizaciones combativas de los trabajadores, poniendo a disposición de la transformación social los recursos científicos, intelectuales y materiales de la Universidad.<br /><br /><span style="color:#ff0000;"><span style="font-size:130%;"><strong>¡Abajo la Nefasta Nueva Ley Universitaria!<br /><br />¡Abajo las políticas hambreadoras y privatistas del Gobierno Apro-fujimorista!<br /><br />¡Más presupuesto a la Universidad Publica!<br /><br />¡Por la Gran Asamblea Nacional de Coordinadoras Universitarias…hacia la Segunda Reforma Universitaria!</strong></span><br /></span><br /><strong>Liga Socialista (Chiclayo-Perú)<br /><em><br />"Sin sacrificios heroicos, valor y decisión, la historia en general no se mueve hacia adelante."<br /></em></strong><br /><strong>http://www.ligasocialista.tk/</strong></p>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-30095927988538107302007-10-26T12:54:00.000-07:002008-07-27T17:54:52.103-07:00Volviendo a lo básico (I)<div align="right"><br /><strong>Por Valser X</strong></div><div align="right"><br /><strong><em><span style="color:#ff0000;">"La necesidad sólo es ciega en cuanto no se la comprende. La libertad no es otra cosa que el conocimiento de la necesidad"</span></em></strong> </div><div align="justify"><strong>(F. Engels, “Anti-Dühring”) </strong><br /><br />A través de conversaciones con orientación militante nos cruzamos a menudo con una pregunta tan básica como compleja: ¿Y entonces que hay que hacer? ¿Como cambiamos las cosas? Se pueden escribir tomos y no dar una respuesta congruente, a menos se use una herramienta que tiene ya más de un siglo al alcance del ser humano: El Marxismo.<br /><br />A mediados del Siglo XIX el joven Marx busca poner en practica la filosofía que ha venido siguiendo muy de cerca, toma la dialéctica hegeliana, se da cuenta de la alineación que nos cohíbe el pensamiento y se embarca en el estudio del ser humano y su creación: la sociedad. En su análisis Marx encuentra que para tal tarea necesita mucho más de lo que encuentra a su disposición hasta ese momento, así emprende un exhaustivo estudio de la economía y la historia. A los 29 años y con la constante ayuda de Engels, Marx ya tenía las bases del pensamiento comunista como lo conocemos hoy, así se publica en 1848 el “Manifiesto Comunista”.<br /><br />La brillantez de Marx no puede ser expresada en pocas líneas. No toma pocos días entender lo poderoso de su análisis ni lo que él mismo va descubriendo. Tampoco ayuda el haber crecido en un entorno circunscrito a una idiosincrasia netamente capitalista, donde es el dinero la base de la sociedad -aunque no siempre haya sido así. Para 1867, en medio de la miseria y con el apoyo desinteresado de su amigo Engels, Marx publica algo que revolucionaría el pensamiento humano: el primer volumen de “El Capital”, obra que no pudo terminar pues lo sorprendería la muerte a los 65 años.<br /><br /><span style="color:#ff0000;"><strong><span style="font-size:130%;">Algunas lecciones de Marx</span></strong><br /></span>V. I. Lenin condensa el pensamiento de Marx en dos escritos fundamentales para cualquiera que se considere militante revolucionario: “Carlos Marx” y “Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo”. La concepción materialista de la historia, uno de los aportes más importantes de la obra de Marx, nos explica que la base de la sociedad radica en la economía, en las relaciones productivas. Sobre esa base se erige la “superestructura política y jurídica de nuestra sociedad”, es decir, dado que el hombre, por su naturaleza, necesita proveerse de comida, vestido y refugio –en un primer momento-, la forma como logre esto (la estructura económica) irá condicionando “el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, su ser social el que determina su conciencia.” (Marx, “Contribución a la crítica de la economía política”). Con esta base, Marx nos dotó de una herramienta científica para ir analizando la historia humana y, al mismo tiempo, el poder de ir construyendo una mejor historia.<br /><br />Si el mundo esta mal no es porque los seres humanos somos egoístas, malos o hay mucho ser perverso allá afuera. Si las cosas están mal en este mundo que habitamos es simplemente porque las relaciones económicas, el mercado, la distribución de bienes, y la correspondiente tendencia ideológica orientada al capital, al dinero como fin supremo o al menos inmediato, nos conducen inevitablemente a esto.<br /><br />La alineación, otro concepto que explora profundamente Marx, es tan intensa que pocos son quienes se hacen las preguntas correctas. La alineación nos lleva a pensar que todo lo que sucede es normal y no existe otra manera de vivir. La alineación no nos permite verificar que existen ya hace mucho las bases materiales para construir una mucho mejor sociedad, que libere al ser humano, que permita al hombre generar mucho mas avance del que se genera estos días bajo el capitalismo. El capitalismo fue en su momento progresista, es cierto, ¡pero ya hace bastante dejó de serlo! Un ejemplo claro de la alineación se encuentra en el concepto del trabajo, el asumir acríticamente que debemos trabajar para poder vivir, que debemos estudiar para tener un buen trabajo y cosas por el estilo. Para Marx, el trabajo es un trabajo alienado debido al modo de producción, debido al sistema capitalista al que estamos impuestos, este trabajo no es mas que una esclavitud mejorada, una esclavitud perfeccionada, una esclavitud asalariada, pero esclavitud al final, la esclavitud del capital. El trabajo alienado es el proceso de consumo de la fuerza de trabajo, es decir el proceso por el cual el hombre consume al hombre, el trabajo alienado termina siendo un objeto, una mercancía. Así, el trabajo como lo conocemos no es ya el proceso por el cual uno proyecta sus capacidades, sino una burda venta de nuestro esfuerzo con el fin de sobrevivir.<br /><br />Es aquí cuando entra otro concepto muy importante dentro de esta herramienta poderosísima llamada marxismo y es la lucha de clases. En nuestros tiempos las clases antagonistas son la burguesía, poseedora de los medios de producción, grupo reducido que explota y oprime utilizando también al estado y otros organismos que va creando, para poder generar las ganancias que perpetúen su dominio; y el proletariado, que contiene a quienes son los que de verdad producen, los miembros más activos de la cadena productora y quienes tienen el poder y el interés de revertir la situación actual. Existen otras clases alrededor, pero no nos sumergiremos en ellas. Es la lucha de clases la que va decidiendo avances y decadencias, destrucción y creación de nuevas sociedades, basadas siempre en lo material y las formas de producción. La lucha de clases es clave para entender la historia, los procesos de cambios, las revoluciones y las involuciones. No hay otra forma de cambiar la sociedad en que vivimos sin cambiar las bases económicas de la misma y no hay otra clase que tenga las condiciones y el interés para lograrlo sino el proletariado.<br /><br />Como se menciona antes y conciente de todo ello, Marx invierte gran parte de su vida estudiando el proceso económico de nuestra sociedad, términos como fuerza de trabajo, plusvalía, explotación, valor, propiedad privada o ejército industrial de reserva se deben manejar para un mejor entendimiento de como funciona nuestra sociedad.<br /><br /><strong><span style="color:#ff0000;"><span style="font-size:130%;">Octubre 1917, más que un ejemplo</span><br /></span></strong>Últimamente corrientes izquierdistas como la de la anti-globalización buscan crear, en aquellos interesados en un cambio, la idea de que el comunismo ha muerto, ¡cuando aun ni ha nacido! Con la caída de la Unión Soviética el sistema invoca a pensar en un mundo post-comunista. En la URSS, la Revolución de Octubre fue traicionada por el Stalinismo y no se llegó nunca siquiera a construir el Socialismo, primer paso hacia una sociedad comunista.<br /><br />La revolución rusa de Octubre de 1917 puso en práctica las enseñanzas de Marx y Engels. El proletariado, encabezando a las grandes masas oprimidas en un país tan retrograda como la Rusia zarista, tomó el poder y reemplazó la dictadura burguesa por la dictadura del proletariado, etapa necesaria para la construcción del socialismo: sociedad igualitaria, global, justa y sin clases. A pesar de su pobreza y retrasos, la Unión Soviética pronto se puso a la vanguardia en reformas sociales. León Trotsky, quien junto a Lenin dirigió la revolución, había comprendido las tareas del proletariado como único agente que podía llevar a cabo las tareas democráticas que aun quedaban pendientes en la Rusia semi-feudal de principios de siglo, como por ejemplo el problema agrario. Su Teoría de la Revolución Permanente sería también corroborada con la Revolución Rusa. Millones de obreros en el mundo veían a la Unión Soviética como el modelo a seguir y al final de la Primera Guerra Mundial hubieron oportunidades que no fueron aprovechadas en otros países debido inmadurez en los partidos de vanguardia o dirigencias reformistas. Lenin había comprendido la necesidad de formar un partido centralizado que dirija a las masas al poder, este fue uno de sus muchos aportes.<br /><br />Tras siete años de guerra civil, el Ejercito Rojo bajo el mando de Trotsky se alzo victorioso y con una economía muy diferente a la capitalista, una economía centralizada, planeada y colectivizada, la Unión Soviética se levantaba de la nada como una potencia industrial. Pero al mismo tiempo debido a circunstancias como la derrota de insurrecciones en Alemania, cansancio del pueblo ante la guerra civil y gran pobreza en diversos sectores del territorio, se iba formando una casta burocrática en medio del partido, una casta, con Stalin a la cabeza, que eventualmente usurparía el poder de las manos de las masas en lo que se conoce como una contrarrevolución política. </div>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-4214475713608813902007-10-26T12:47:00.000-07:002008-07-27T17:55:07.893-07:00Cuáles son las Ideas Socialistas (I)<div align="right"><br />“Pero, por transformación de las condiciones materiales de vida, este socialismo no entiende, en modo alguno, la abolición de las relaciones de producción burguesas – lo que no es posible más que por vía revolucionaria - sino únicamente reformas administrativas realizadas sobre la base de las mismas relaciones de producción burguesas, y que, por tanto, no afectan a las relaciones entre el capital y el trabajo asalariado, sirviendo únicamente, en el mejor de los casos, para reducirle a la burguesía los gastos que requiere su dominio y para simplificarle la administración de su Estado. El socialismo burgués no alcanza su expresión adecuada sino cuando se convierte en simple figura retórica. (...) El socialismo burgués se resume precisamente en esta afirmación: los burgueses son burgueses en interés de la clase obrera.”<br /><strong><span style="color:#990000;">K. Marx – F. EngelsManifiesto del Partido Comunista</span></strong></div><div align="justify"><br /><strong><span style="color:#ff0000;">La Izquierda y su democracia<br /></span></strong>Durante doscientos años, el léxico político convencional ha atribuido a los términos “derecha” e “izquierda” el significado de la contraposición entre lo conservador-autoritario y lo progresista-democrático. Esta clasificación, tradicionalmente promovida por la intelectualidad pequeñoburguesa y los aparatos de comunicación de masas de cada época, ha mantenido su uso en medio del devenir de la evolución ideológica de nuestro tiempo, pese a no corresponder a una caracterización científica de las concepciones producidas en función de los intereses de las distintas clases sociales. Por lo tanto ha sido, y es, una tipificación aclasista, básicamente acientífica. Una clasificación meramente utilitaria.</div><div align="justify"><br />Por otro lado, ya en los años 30 del siglo XIX se denominó “socialismo” a los pensamientos comunitarios crítico-utópicos aparecidos entonces y a una serie de corrientes políticas provenientes de las clases privilegiadas. Estas teorías precedieron en un lapso relativamente breve al hecho filosófico-político más importante de la historia: la gestación de una nueva concepción, tanto del cosmos como del desarrollo y funcionamiento de las sociedades humanas, conocida como materialismo dialéctico e histórico. La nueva concepción, la ideología científica marxista, establece que la lucha entre las clases - motor objetivo de la historia - no es imperecedera, existiendo una única clase en condiciones, por su papel en la estructura social productiva capitalista, de abatir el poder burgués y dirigir el proceso de organización de una sociedad sin clases: esa clase es la clase obrera.</div><div align="justify"><br />Tal como afirmó Engels en su Prefacio de 1890 al Manifiesto del Partido Comunista, la nueva organización política creada sobre aquellas bases ideológicas científicas, la Liga de los Comunistas, no podía llamarse sencillamente “socialista”, puesto que una variedad de aventureros de otras clases ya habían utilizado y viciado esa denominación. “El socialismo representaba en 1847 un movimiento burgués; el comunismo, un movimiento obrero (....) no pudimos vacilar un instante sobre cuál de las dos denominaciones procedía elegir. Y posteriormente no se nos ha ocurrido jamás renunciar a ella.” A tres décadas de estas palabras de Engels, la vanguardia revolucionaria del movimiento obrero mundial se reagrupaba en 1919 bajo el nombre de “Internacional Comunista”.</div><div align="justify"><br />Sin embargo, en la práctica los marxistas nunca hemos pretendido repudiar dogmáticamente el calificativo de socialistas. Eso sí, únicamente bajo la premisa de que su significado coincida tanto con nuestro objetivo estratégico: la Revolución Proletaria Socialista Mundial, como con el programa que en la lucha por este objetivo levantamos. No hemos rechazado ser llamados socialistas cuando es el genuino marxismo el que otorga significación a esta palabra. Justamente defendemos el marxismo como sistematización científica de las ideas socialistas. El uso táctico del membrete “socialista” está y ha estado justificado, en la historia del internacionalismo obrero, cuando las circunstancias prácticas así lo han requerido, a condición de que el contenido de la expresión corresponda a la ideología que nos define: el socialismo científico, clasista y revolucionario. Nunca cuando su uso ha representado cualquier forma de coartada populista reformista, sea ésta socialdemócrata, stalinista o radical variopinta.</div><div align="justify"><br />Esta correcta relación marxista entre contenido y forma, no se da en el caso del manido término “izquierda”. No tiene sustento la autocalificación de “izquierdista” como seña de identidad de quienes se proclaman luchadores por el socialismo. Llamarse de “izquierda” tan sólo tiene un valor referencial y circunstancial en el lenguaje político ordinario. Es un término que muda de significación según los elementos de la discusión, pero que no contiene en sí mismo ninguna implicancia materialista de clase. Tanto existe una izquierda burguesa como una proletaria, cada una como resultado de su origen, así como de su programa. Si bien la terminología tradicional incluye particularmente en la “izquierda” a toda organización de trabajadores que se reivindique clasista o defensora del marxismo, lo cierto es que una riada de organizaciones pequeñoburguesas y burguesas se agazaparon siempre en la “izquierda”, no sólo para neutralizar al marxismo reclamando identificarse o coquetear con él, sino también para repudiarlo y combatirlo abiertamente. Incluso en el caso de las organizaciones izquierdistas provenientes del campo de los trabajadores, hoy no puede estar más claro: la gran mayoría de los que todavía no han renunciado oficialmente a la herencia marxista no son más que proxenetas del marxismo, oportunistas capaces de traficar con cualquier principio o lucha a cambio de prebendas de camarilla. Estos son los autoproclamados “izquierdistas” por antonomasia. </div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />Proclamarse y hacerse proclamar orondamente “izquierdista” en el 2007, es una vulgaridad política bastante más burda que haber hecho llamarse “socialista” en 1847. “Izquierdistas” y “socialistas” de todas las latitudes, no mostraron reparos en integrar programáticamente la bien surtida gama que va desde el imperialismo genocida de Blair, Clinton, la socialdemocracia europea y japonesa, junto al hambreador y masacrador reformismo y nacionalismo “tercermundistas”, hasta las varias centenas de organizaciones “socialistas” y “comunistas” del mundo que buscan gobernar con y para sus burguesías en el reino de la “democracia participativa”, cuyo nombre real es el de seudodemocracia capitalista. Debido a esto, ser meramente de “izquierda” puede tener tantas, pero en fin tan concretas connotaciones, para la misma vulgaridad política en pro del capitalismo: ninguna otra significación fuera de consustanciarse con la democracia burguesa, sustituyendo eventualmente este último apellido por cualquier otro vocablo pegajoso que esconda su carácter de clase. El más socorrido de estos términos al uso es el de “participativa”, además de una serie de adjetivos intercambiables como “social”, “popular”, “plena”, “solidaria”, etc, útiles comodines en el juego de la "democracia". </div><div align="justify"><br />Los marxistas tenemos que decir que la única democracia que puede recibir tal nombre es la democracia de las masas trabajadoras: la democracia proletaria. Es el régimen en el que los productores, organizados en sus organismos de poder, son quienes deciden día a día la marcha de la sociedad, produciendo una vida política, económica, social y cultural que responde a sus intereses, y practicando un verdadero “poder de la masa”, de acuerdo a la semántica de “democracia”. Es el poder de los trabajadores: la dictadura del proletariado. En la medida en que este régimen de democracia proletaria representa un paso histórico hacia el socialismo - a su vez primera fase de la sociedad comunista - en esa medida y sólo en esa, los marxistas somos verdaderos socialistas. En cuanto a la identidad de “izquierda”, más allá del argumento trivial por el cuál, puesto que no somos “derechistas” entonces somos “izquierdistas”, tampoco nos vemos obligados a repudiar tal calificación que mantiene su uso, pero mucho menos hacemos un ufano distintivo de ella. Los marxistas nos definimos a partir de nuestra participación objetiva en el proceso revolucionario histórico. Por eso, y por cuanto éste precisa ineludiblemente de la democracia proletaria para llegar a la sociedad comunista, los marxistas somos y seremos revolucionarios comunistas luchando por el poder proletario, demostrándolo una y otra vez en esa lucha por construir tal poder; pero nunca autoproclamándonos “izquierdistas” - “democráticos”, lo que equivale objetivamente a reivindicarse proburgueses y procapitalistas.</div><div align="justify"><br /><strong><span style="color:#ff0000;">Clase obrera, pueblo y revisionismo</span></strong><br />La clase obrera es el elemento social fundamental de la teoría y la práctica del marxismo. Por la posición que ocupa en el engranaje productivo del capitalismo, la clase obrera es la única clase históricamente capaz de quebrar el funcionamiento del sistema, expropiar a los capitalistas y liderar el gran movimiento de masas por el poder de los trabajadores y el socialismo mundial. El abandono en que cayó tantas veces esta noción elemental, está en la base de todas las derrotas ocurridas en los procesos revolucionarios del siglo XX.<br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />La forja del marxismo como doctrina se hizo en pugna con las corrientes que, depositarias del republicanismo y su democracia, hacían y hacen del pueblo, y no de la clase obrera, el sujeto de su proyecto. Estas corrientes se inclinaron hacia el minimalismo posibilista por encima del rol histórico socialista del proletariado, adjudicándole así un falso carácter revolucionario a su opción ideológica. En conjunto estas corrientes forman parte de la vertiente ideológica del populismo pequeño-burgués, una de cuyas versiones más difundidas ha sido por ejemplo el anarquismo.</div><div align="justify"><br />Un proceso crucial para la historia, como la Revolución Soviética Rusa, mostró al grueso de las fuerzas populistas condensadas del lado del Estado burgués. Fue esto lo que sucedió con los “socialistas revolucionarios” herederos de los populistas rusos, en alianza con los “socialdemócratas mencheviques”, todos defensores de la constitucionalidad democrática burguesa. En esta misma política los sigue luego el estalinismo. Primero en la revolución china de 1925-27, con la criminal sumisión del PC al Kuomintang burgués, y con la coalición sindical oportunista anglo-rusa de la misma época; después con la creación de los “Frentes Populares” de unidad con la “burguesía democrática” a partir de 1935. El común denominador de estas políticas fue la capitulación al conjunto de la burguesía o a una fracción de ella. En resumen, por la vía del seguidismo a los intereses de la pequeña burguesía se doblega al proletariado ante un sector de la gran burguesía, extendiendo cada vez más y más los límites del conglomerado “pueblo”, cuyos intereses sustituyen a los de la clase obrera en la política de los mencionados “socialistas”. </div><div align="justify"><br />En nuestra época el pueblo está formado por obreros, campesinos y pequeña burguesía; es decir por los diferentes sectores de trabajadores urbanos, rurales y las distintas capas de la clase media. Pero no por la burguesía, media o grande. La disímil composición popular permite una probable convergencia de intereses para defenderse de los ataques de la clase dominante o para alcanzar ciertas conquistas parciales, pero esto no significa que la naturaleza de todas esas clases y capas sea revolucionaria. Por su condición acomodada una parte de la pequeña burguesía no tiende a la alianza con las clases más explotadas sino a la alianza con la burguesía. Por su natural defensa de la pequeña propiedad, las capas medias y gran parte del campesinado no están especialmente interesados en el advenimiento de la sociedad socialista, sino sólo en escapar de la ruina en los marcos del sistema. Únicamente se comprometen con el proyecto revolucionario cuando su pauperización, y la agudización de la lucha de clases, les imponen la dirección concreta de la clase obrera, la única de verdaderos intereses socialistas, pues no tiene nada que perder que no haya perdido ya bajo el capitalismo. Por eso la dirección histórica del movimiento obrero y popular no puede corresponder sino a su vanguardia obrera.</div><div align="justify"><br />Lejos de defender la estrategia proletaria de poder, las corrientes socialdemócratas, estalinistas y todo el reformismo, se sumergieron en el revisionismo populista. Remozaron el caduco cliché “pueblo” combatido por el marxismo. Un “pueblo” que en su concepción está también integrado y aún dirigido por el enemigo de clase. De esta manera sabotearon la revolución proletaria en Europa a la salida de la II Guerra, asegurando la pervivencia del capitalismo. Luego volvieron a salvar al sistema sosteniendo sucesivamente al nacionalismo burgués en las semicolonias (Lumumba, Partido Baaz, Ben Bella, Velasco...). También traicionaron el ascenso revolucionario mundial de 1968-74. Se sometieron a la Monarquía o a la República imperialistas (en España y Portugal). Administraron el Estado de la burguesía contra la movilización proletaria (SPD alemán, Allende, Laborismo inglés, Mitterrand-Marchais en Francia...). Y regresaron una vez más a gobernar para la burguesía y con ella: Lagos, Bachelet, Lula, Tabaré Vásquez, los partidos aliados a Lucio Gutiérrez (las corrientes pro-Chávez funcionan más bien de comparsa), en América Latina; así como los partidos socialistas y comunistas en Europa.</div><div align="justify"><br />El revisionismo populista burgués fue la forma teórico-programática que adoptó el histórico paso de las élites burocráticas sindicales y políticas, que se reclamaban marxistas, al campo enemigo. Con la degeneración reformista de la II y la III Internacionales, decadencia cuyos hitos fueron 1914, 1924, 1933, 1937...., las burocracias de los sindicatos y los partidos obreros acabaron vendidas al capitalismo, tanto si estaban en la oposición como en el poder. La historia posterior no sólo ha confirmado su abandono de la política clasista proletaria, sino que la ha sobrepasado: la socialdemocracia original hoy es neoliberal y ya no estatista, el estalinismo hoy se reviste de socialdemócrata, y la mayoría de los reformistas son privatistas mal camuflados. </div><div align="justify"><br /><strong><span style="color:#ff0000;">Reformismo, viejo y nuevo</span></strong><br />Todos recordamos a la “nueva izquierda marxista leninista” peruana de los años 60 y sus retoños castristas y maoístas de los 70 – 80. Esa vieja izquierda reformista reapareció en años recientes como la nueva “centroizquierda” antimarxista, en el reformismo burgués del Partido Democrático Descentralista – PDD, hoy rebautizado “Partido Socialista”. En realidad es preciso retroceder solamente hasta 1989 para encontrar los antecedentes de esta metamorfosis, en la “Izquierda Socialista” de Barrantes y sus “socialistas democráticos” como Dammert. Pero a estos viejos líderes no les han faltado nuevos laureles: Diez Canseco ha sido vicepresidente consensuado del Congreso; Lynch y Dammert, ministro y asesor de Toledo; Cortés, capitoste de la burocracia de la CGTP y escudero del magnate Mohme. Si algo hay de verdaderamente nuevo en estas señeras glorias, es observar a Diez Canseco convertido en empresario del turismo, a su dirigencia en dueños de ONGs y al ex – “marxista-leninista” Dammert como parte del exquisito cortejo de Susana Villarán. Todos ellos decididos hidalgos que han traspuesto la línea de clase en la arena de su particular islote político. </div><div align="justify"><br />El PDD hizo público, con fecha 21 de marzo de 2004, un manifiesto de nombre “Por una República Democrática, Social y Descentralista”, en el que se alude en 21 ocasiones a la democracia y en 2 al socialismo. Fue difícil encontrar un discurso más típicamente socialdemócrata de derecha. El PDD pretendía “refundar la república” burguesa en una “Nueva República Democrática” - por supuesto burguesa -, con “nuevo Pacto Constituyente”....burgués. ¿Qué implicaba concretamente esta demanda? Que habría “grandes reformas”: un menor abismo tributario y un pago menos feroz, “renegociado”, de la deuda externa. Fuera de estos descomunales cambios, no debe caber duda de que “las concepciones estatistas de la propiedad y la economía han demostrado su agotamiento e inviabilidad”, que “necesitamos una economía en que (...) se premie el espíritu emprendedor y competitivo”, y una economía donde “el mercado deberá promover la productividad, premiar la eficiencia y la innovación”. Por si quedó alguna pregunta, “la globalización nos da la posibilidad de universalizar los derechos humanos y la democracia, a la par que genera nuevas posibilidades económicas”, por lo que “hay que formar alianzas y bloques” capitalistas como la Comunidad Andina de Naciones, el Mercosur y el Grupo de los Veinte promovido por Lula. </div><div align="justify"><br />No debería ser demasiado pedir que el partido de Diez Canseco se reivindicase entusiasta defensor del capitalismo, con todas sus letras. Aún así, siempre hay espacio para la demagogia vulgar acerca de los “valores” y del fin de “toda forma de dominación”, en un partido “socialista y democrático”. Pero el PS no es el primer engendro de nuestra izquierda procapitalista, ni será el último. Ya en 1999, Raúl Wiener, ex-dirigente del PUM, conformó la Unión Socialista en alianza con el PRT mandelista, dentro de la misma perspectiva. De este amago nos ocupamos ese mismo año en el folleto “La Unión Socialdemócrata”. Hoy Wiener y el empresario Letts dirigen el “Comité Malpica”, grupo mimetizado con el humalismo que también reivindica el PRT.<br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />Sin embargo, todavía hoy los más influyentes de estos partidos se encuentran a la cabeza de nuestra Central obrera. Compartiendo la cima de la CGTP, el stalinismo neo-socialdemócrata del PC y Patria Roja–MNI llevan una larga vida impidiendo la democracia sindical, obligando a los trabajadores a luchar por limosnas, traicionando todas sus luchas y sosteniendo a todos los gobiernos como lo hicieron con el de Toledo. “Nadie en la Izquierda quiere que este gobierno fracase”, había proclamado Renán Raffo - Secretario General del PC - y luego, respecto al APRA, el honor de reproducir la frase le correspondió a su correligionario Mario Huamán. A veces disimulando el contubernio y a veces con desparpajo, es imposible olvidar las mejores hazañas de estas corrientes apoyando a Bustamante y Rivero, Prado, Belaunde, Bedoya, Velasco y Fujimori, sin obviar su amistad con el primer gobierno del Alan García. Hoy en día, estas fracciones mayores del stalinismo nacional han alcanzado verdaderos logros en la carrera por suicidar la mayor parte de su reminiscencia marxista. El PC eliminó oficialmente de sus principios la dictadura del proletariado, y junto a Patria Roja son abanderados del “socialismo democrático”. Gorriti y Huamán han sido piezas clave del Acuerdo Nacional junto a W. Román del PS; el MNI no acaba de protestar por no ser incluido en aquél. “Radicalizar la democracia” ha levantado el PC, “Democracia integral” ha dicho el MNI. “Asamblea Constituyente” solicita el PC, “Nueva Constitución y Nueva República” el MNI. Cualquier coincidencia con el PS es pura realidad. </div><div align="justify"><br />Pero sobre todas las cosas todas estas organizaciones reformistas gemelas - y otras maoístas, seudoguevaristas y seudotrotskistas, como La Lucha Continúa, Mov. 19 de julio, Mov. Patria Libre, Integración Estudiantil, Mov. J. M. Arguedas, Foro Centenario, Juventud Socialista (Arequipa), MSR (Cusco), Liga Socialista (Cusco) - son activamente “anti-neoliberales”. Para sus paradigmas, ya no sería necesario combatir y destruir al capitalismo, pues bastaría con rechazar su “modelo”. De lo que se trataría, es de intentar en lo posible regresar al capitalismo de veinte o treinta años atrás, buscando democratizarlo, “humanizarlo”. Sólo un mundo posible podría avizorarse: el del mal menor, el del mal permanente. Según su concepción, estar contra el capitalismo es revolucionario, leninista, por lo que podría ser antidemocrático.... Estar contra el neoliberalismo es en cambio “alternativo”, “progresista”, “participativo”; vendría a ser democrático.... Y desde luego implicaría sobre todo una rentable perspectiva en el mercado electorero, como ya lo ha demostrado el humalismo. Ciertamente da caché. Tiene glamour. Para aquellas siglas recientes – aunque no necesariamente producto de una reciente y distinta generación - se trata sólo de promover un nuevo reformismo, con pretensiones de sustituir al viejo y desacreditado.<br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br />Sergio Bravo M.</div><div align="justify">Colectivo Revolución Permanente en el Perú</div><div align="justify"><a href="mailto:lucha_marxista@yahoo.es">lucha_marxista@yahoo.es</a> </div>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-17177238042140105352007-10-26T12:42:00.000-07:002008-07-27T17:55:33.139-07:00Hacia la construcción de un Partido Revolucionario ObreroPor: Carlos García<br /><br />Dotar al proletariado de una dirección política conciente capaz de conducirlo a la victoria, es sin duda, una de las tareas prioritarias para la vanguardia contemporánea. La crisis de dirección política revolucionaria, salta como un hecho evidente que demanda atención urgente y enérgica.<br />Uno de los pilares fundamentales del Marxismo es entender que la emancipación de la clase trabajadora solo puede ser fruto de su propia acción revolucionaria. Considerando que la ideología imperante en cualquier sociedad expresa los intereses de la clase dominante, queda claro que el éxito de la revolución proletaria jamás podrá surgir de la acción espontánea de las masas, sino que requiere de la dirección conciente de su vanguardia al mando de un Partido Revolucionario Obrero, concebido bajo el modelo leninista de centralismo democrático, que promueve la disciplina consciente de sus elementos individuales, para conseguir la integridad ideológica y política de la que emana su comprobada capacidad combativa.<br /><br />Echando un rápido vistazo al caso peruano en particular, la carencia de orientación del movimiento popular bajo directrices revolucionarias, ha traído entre otras consecuencias, que un sector importante de las masas enardecidas, se hayan alineado con programas ajenos a sus intereses, encandilados por el discurso seudo radical de los autodenominados “antisistemas”.<br />Comenzaremos reconociendo que en el Perú, el movimiento obrero, campesino y estudiantil se encuentra desarticulado, carente de dirección revolucionaria efectiva. Esta situación constituye la herencia nefasta de la sangrienta represión sufrida por más de dos décadas. Periodo en el cual, las huestes de los genocidas García y Fujimori se encargaron de rotular como “Terrorismo” todo planteamiento de transformación estructural de la sociedad. Para tal efecto, contaron con la brutal complicidad de las fuerzas armadas, y el auxilio presto de la maquinaria de ideologización burguesa, prensa escrita, radio y televisión; que no dudó en descargar indiscriminadamente sus baterías en contra del proletariado organizado, sus principios y su vanguardia.<br /><br />Por su parte, el accionar de aquellos elementos que pretendieron anteponer la insurrección guerrillera a la organización política de clase, terminó acentuando el distanciamiento de las masas respecto a la senda revolucionaria. Adversa situación que sólo podrá superarse a través de un trabajo paciente y permanente de movilización y concientización.<br /><br />En el ámbito internacional, la caída de la Unión Soviética y los regímenes seudosocialistas de Europa del Este, así como la conversión de China al capitalismo, sirvieron a la burguesía para levantar el acta de defunción del Socialismo. Progresivamente el neoliberalismo fue ganando terreno casi sin encontrar resistencia, lo cual no se limitó al ámbito económico y político, consiguiendo penetrar ideológicamente en un amplio sector de las masas, carentes de orientación y sin un aparato orgánico centralizado capaz de dirigirla.<br /><br />Pero como la historia ha demostrado y seguirá demostrando, la vanguardia proletaria jamás ha podido ni podrá ser aniquilada por completo. Ya que siempre habrá un sector dispuesto a trasformar las condiciones de vida de su sociedad, por encima de cualquier sacrificio.<br /><br /><span style="color:#ff0000;"><strong>Agrupación de elementos revolucionarios:</strong></span><br />En el transito hacia la construcción partidaria y teniendo en cuenta la actual fragmentación en la que se encuentra la vanguardia, es posible distinguir distintas fases de desarrollo orgánico. En un primer momento, los revolucionarios dispersos y en proceso de desarrollo, comienzan a agruparse y organizarse; son estas agrupaciones las que se lanzan a la tarea formativa de cuadros, captando a los elementos más desarrollados del proletariado, reanimando progresivamente su militancia política.<br /><br />En esta etapa, es de suma importancia que las jóvenes agrupaciones revolucionarias no pasen por alto la existencia de otras en similar condición, considerando la posibilidad de establecer diversos grados de colaboración como parte importante de su desarrollo político.<br />De la agrupación al Partido:Al plantear el acercamiento y colaboración entre grupos revolucionarios, es necesario dejar en claro que no significa una fusión antojadiza o ecléctica. Una coalición superflua nada tiene de revolucionaria ni vanguardista, siendo por el contrario, una práctica propia de la política burguesa, clara manifestación de los apetitos circunstanciales que la motivan.<br /><br />Resulta claro que, la plena unidad revolucionaria no puede surgir de la mera aproximación de elementos, sino que debe contar con una sólida base teórica y programática. Al respecto, hay quienes sostienen que el debate entre las diversas tendencias revolucionarias, se ha venido dando en nuestro medio a lo largo de los años, evidentemente con altibajos, pero sin extinguirse; superando la represión y la descomunal campaña de desprestigio que soporta la teoría del proletariado. Quienes afirman esto tienen razón, confrontación teórica sin duda ha existido y existe, pero el revolucionario no vive para el debate academicista, esa no es su razón de ser. El debate, sólo es un instrumento para alcanzar un fin político; ya que la teoría, por más acertada y rigurosa que sea, si se encuentra inconexa de fines prácticos de nada sirve, condenándose a la esterilidad.<br /><br />En definitiva, el debate ideológico y programático es imprescindible para establecer aspectos fundamentales de confluencia en torno a los cuales gravitará, la conformación de un Frente Revolucionario, y la posterior unificación orgánica que ha de plasmarse en un Partido Revolucionario Obrero.<br /><br /><strong><span style="color:#ff0000;">Frente Revolucionario:</span></strong><br />El Frente Revolucionario, tiene como propósito estimular acciones coordinadas entre las diversas organizaciones revolucionarias, tales como agitación y propaganda, definiendo su línea política fundamental al interior de huelgas, marchas de protesta y otras manifestaciones de lucha popular; constituyendo un importante espacio de “contacto real” para los elementos de la vanguardia.<br /><br />Resulta claro que un Frente Revolucionario obliga necesariamente a conciliar la acción de elementos con diferentes niveles de conciencia e incluso concepciones un tanto distintas respecto a la manera como debe conducirse el tránsito hacia el comunismo. Sin embargo, tampoco debemos pensar que se trata de algo parecido a un “acuerdo diplomático” entre organizaciones con diferencias fundamentales. De ser así, significaría un claro retroceso político, como bien demuestra la historia.<br /><br />En principio, jamás debemos olvidar que un Frente Revolucionario, descarta cualquier propuesta de reforma del orden vigente, admitiendo como única posibilidad de superación social, la erradicación de las relaciones sociales de producción en las que se sostiene el capitalismo. Colocándose en la antípoda de los denominados “Frentes Amplios”, que por el contrario fomentan la conciliación de clases y la absurda esperanza de humanizar el modo de producción vigente.<br /><br />Dentro de éste Frente, las tendencias participantes despliegan abiertamente sus propias consignas y tácticas políticas; pero manteniendo una definida e inquebrantable posición revolucionaria. De lo contrario se caería en el nefasto vicio conciliador que tanto daño ha hecho y hace al movimiento popular.<br /><br />Podría pensarse que no existiendo un total acuerdo programático dentro del Frente Revolucionario, el camino hacia la construcción de un Partido se hace demasiado largo e incluso con incierto desenlace. Pero debemos tener en cuenta que dentro de éste Frente, tarde o temprano deben prevalecer aquellas posiciones plenamente revolucionarias, las cuales no solo deberán coexistir sino articularse.<br /><br /><strong><span style="color:#ff0000;">El Frente Revolucionario y el Frente Único Obrero:</span></strong><br />La táctica del Frente Único Obrero expresa claramente la valiosa premisa política que nos legara el camarada Lenin: “golpear juntos, marchar separados” y cuya vigencia es incuestionable. En el FUO, lo que se busca es aprovechar la tendencia natural a organizarse que posee la clase obrera, así como la aspiración de unidad para defender sus reivindicaciones, aunque por lo general sean conquistas inmediatas o parciales. El Frente Revolucionario, de ninguna manera debe tomarse como sustituto del FUO, ya que sería ignorar a los sectores más atrasados de la clase trabajadora. Siendo ambos frentes, instancias distintas e imprescindibles de lucha política, en las que la vanguardia debe bregar intensamente en la actualidad.<br /><br />Trabajar por la unidad de las organizaciones obreras para “golpear juntos” a la burguesía, va de la mano con la denuncia ante las bases, del pernicioso accionar de aquellos dirigentes que han traicionado la lucha del proletariado. Y crear las condiciones para la erradicación definitiva de quienes se han convertido en verdaderos agentes de la burguesía al interior del movimiento obrero.<br /><br />Para los revolucionarios, el Frente Único Obrero no constituye un llamado a la “unidad absoluta” con todas las tendencias, porqué significaría no sólo renunciar a principios fundamentales, sino también claudicar ante el reformismo que hoy pretende colocarse a la cabeza del movimiento popular. Dentro de un Frente Único, aún trabajando por la unidad, los revolucionarios en todo momento deben mantener la independencia de su línea política, expresándola claramente en su discurso y plasmándola sin dubitación en la acción.<br /><br />Así mismo, la actual fragmentación de la vanguardia, ha traído como consecuencia que ante los ojos de las masas carentes y ansiosas de dirección, las diferencias fundamentales entre quienes luchan por la revolución estructural y aquellos que solo proponen una reforma política, tiendan a desvanecerse bajo el influjo propagandístico de la revitalizada coalición reformista; este hecho debe ser corregido con prontitud y decisión como parte del proceso de concientización de masas. Por lo tanto, la presencia de un Frente Revolucionario, permitiría otorgar notoriedad y definición a la acción política de sus elementos, en abierta e indoblegable oposición al oportunismo reformista en sus variopintas manifestaciones.<br /><br /><strong><span style="color:#ff0000;">La Vanguardia y El Partido:</span></strong><br />Un Partido Revolucionario Obrero, no es otra cosa que el mecanismo para orientar la incontenible energía de las masas en ascenso revolucionario. Sin este instrumento político, el proletariado no será capaz de marchar concientemente, ni de alzarse por encima de manifestaciones espontáneas, ni dejar de ser presa fácil de la manipulación burguesa en sus distintas modalidades.<br /><br />La tarea de la vanguardia es conducir a la clase obrera, concientizándola pacientemente, movilizándola decididamente, organizándola políticamente. Es decir, otorgarle un sentido de lucha bajo un programa propio, los atajos políticos han demostrado ser inservibles y se han visto traducidos en claros retrocesos. El instrumento político imprescindible para la Revolución es sin duda el Partido, mismo que traduce y defiende los intereses históricos del proletariado.<br />La vanguardia jamás debe ir tras los movimientos espontáneos, sino por el contrario, debe buscar comprender su naturaleza para dirigir efectivamente la incontenible fuerza de las masas hacia el único desenlace posible, el triunfo definitivo de la Revolución Mundial.<br /><br />Articulo publicado en Tribuna Clasista Nº 1, Septiembre 2007 (Lima – Perú)<a href="http://es.groups.yahoo.com/group/tribuna_clasista">http://es.groups.yahoo.com/group/tribuna_clasista</a> <a href="mailto:tribuna_clasista@yahoogroups.com">tribuna_clasista@yahoogroups.com</a>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3087896044244555588.post-49978701220988124812007-10-26T12:26:00.000-07:002007-10-26T12:32:12.176-07:00Presentación<div align="justify"><span style="font-family:georgia;font-size:85%;color:#000066;"><strong>En el tenaz trabajo de reconstitución del movimiento obrero y popular, la vigencia de las auténticas ideas revolucionarias del marxismo es la fuente de nuestra fuerza para generar una vanguardia política a la altura de las tareas de la época. La clase obrera, el campesinado, los trabajadores de la ciudad y del campo, los estudiantes, el conjunto de los explotados, necesitamos imperiosamente de un derrotero ideológico y programático que finalmente pueda cristalizar en una expresión política orgánica, un partido obrero revolucionario con capacidad para enfrentar y derrotar a la clase dominante y a su Estado.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:georgia;font-size:85%;color:#000066;"><strong>La hora, sin embargo, es aún la de una gran desorientación ideológica en las filas del movimiento de masas, producto del agudo período de derrota sufrido a nivel nacional e internacional, que a pesar de los signos de resistencia y recomposición mostrados en los últimos años, todavía sobrellevamos. Bajo estas circunstancias, quienes editamos Tribuna Clasista hemos considerado imperiosa la necesidad de impulsar una publicación de debate marxista como ésta, donde puedan contrastarse las diversas posiciones que desde los grupos y elementos combativos más avanzados se planteen.</strong></span></div><div align="justify"><br /><span style="font-family:georgia;font-size:85%;color:#000066;"><strong>Uno de los factores de peso fundamental en el descenso de la conciencia de las masas y su desmovilización en los últimos quince o veinte años en el mundo, ha sido la acción de las direcciones oportunistas tradicionales del movimiento de los trabajadores. Sus concepciones, sus métodos y su práctica, existen en función de la reforma del sistema capitalista y no de su destrucción; existen en función de los intereses de esas burocracias sindicales y partidarias emergidas de las organizaciones populares, cuya política ha sido y es contraria a los genuinos intereses de las mayorías. Por eso esta revista, en su versión impresa y virtual, no tiene a dichos estamentos privilegiados por destinatarios, sino a aquellos compañeros y compañeras que desean honestamente combatir por el derrocamiento y desaparición de la burguesía, y convoca especialmente a los sectores más radicalizados del movimiento juvenil.</strong></span></div>Tribuna Clasistahttp://www.blogger.com/profile/02836099274363419799noreply@blogger.com0